Corrupción

Economía retirará el retrato de Rato aprovechando la colocación del cuadro de Luis de Guindos

El exministro de Economía Rodrigo Rato, en la comisión de investigación de la crisis financiera.

Luis de Guindos volará este mes desde Fráncfort –donde trabaja para el BCE– hasta Madrid para colgar su retrato en las paredes del ministerio que dirigió desde 2012 hasta 2018. Y el departamento de Economía, ahora bajo la batuta de Nadia Calviño, ha aprovechado la ocasión para retirar del mismo lugar el retrato de Rodrigo Rato, su antecesor en el cargo desde 1996 hasta 2004. Quien también fue vicepresidente económico en los gobiernos de José María Aznar cumple cuatro años y seis meses de condenacuatro años y seis meses de condena en la cárcel de Soto del Real (Madrid), en la que ingresó el pasado 25 de octubre, por apropiación indebida en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid.

El Ministerio de Economía no quiere relacionar la condena de Rato con el descuelgue del cuadro y asegura que, al tiempo de colocar el retrato de De Guindos, se está acometiendo una “reorganización” de los cuadros. Fuentes del departamento explican que hacía falta un reajuste teniendo en cuenta, además, que ha habido épocas en que los ministerios de Economía y Hacienda, ahora independientes, han sido un solo departamento, y se observa "cierto caos" en la exposición de retratos oficiales en ambos ministerios.

Ya en diciembre de 2015, el Consejo de Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid revocó la concesión del doctorado honoris causa al exvicepresidente del Gobierno. Lo mismo que meses antes había decidido la Universidad de Alicante.

Pero la caída de Rato por sus imputaciones judiciales había comenzado en octubre de 2014, cuando cesó como consejero de Servihabitat, la inmobiliaria de la Caixa, sólo siete meses después de su nombramiento. Y aunque se le situó en otro puesto similar en una filial de TPG, el fondo de inversión asociado con el banco catalán en la inmobiliaria, fue despedido de allí en abril de 2015. Mientras se sucedían sus problemas con la Agencia Tributaria y se complicaba su situación judicial por las diversas causas abiertas contra él, el ex director gerente del FMI iba perdiendo empleos, tanto en el Banco de Santander, donde era asesor, como en Telefónica, donde figuraba como consultor para Latinoamérica.

El exministro tiene aún pendiente ante la justicia la salida a Bolsa de Bankia, por la que el fiscal le pide cinco años de cárcel. La vista oral del juicio se celebró el pasado 26 de noviembre. Está acusado de falsedad en las cuentas y de estafar a los inversores. Finalmente, afronta una investigación por delito fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares relacionada con 6,5 millones de euros de origen desconocido descubiertos en una sociedad controlada por él, Kradonara. La suma tiene que ver con unos sobornos que supuestamente Rato cobró mientras presidió Bankia.

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Colgado desde 2004

El retrato de Rodrigo Rato fue pintado por Hernán Cortés y colgado en el ministerio en abril de 2004. Cuando en 2014 el Gobierno hizo público por primera vez el coste de los múltiples retratos de exministros que había encargado desde 1977, ni el Ministerio de Economía ni el de Hacienda revelaron los importes de los suyos. La respuesta llegó tras una pregunta del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares: la cifra ascendía a 1,37 millones de euros, aunque era inferior a la real pues en la lista no sólo faltaban algunos ministerios sino que algunos de ellos omitían además los encargados en algunos periodos de tiempo.

De los múltiples artistas que han pintado a los exministros, Hernán Cortés Moreno es uno de los más solicitados. Aparte de Rodrigo Rato, el mismo José María Aznar, el expresidente Felipe González o el extitular de Defensa José Bono, posaron también para el pintor gaditano. Por el de Aznar cobró 82.600 euros. Antonio López pidió 194.700 euros por retratar al exvicepresidente Francisco Álvarez Cascos, pero el revuelo levantado cuando se hizo pública la cifra, en 2012, coincidiendo con lo peor de la crisis y de los recortes del gasto público, forzó la anulación del contrato.

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