Cinco gráficos para entender la inflación en España y en el resto de la eurozona

La inflación en febrero ha aflojado muy levemente el mordisco que tiene sobre la economía europea, como se avanzó Eurostat hace un par de semanas: un 8,5%, frente un 8,6% en enero. Los datos revelados este viernes constatan que el descontrol de los precios alimentarios es un fenómeno que afecta a los 20 países del euro por igual. El nivel de detalle de los precios permite poner el foco en detalle por categorías de productos y por países y hay cinco que permiten tener una idea del panorama de los precios en el continente.

Los datos desprendidos este viernes revelan que España mantiene una tercera posición, con un IPC del 6% en febrero. El ranking está coronado por Luxemburgo (4,8%) y Bélgica (5,4%). El resto de grandes economías de la zona euro caen posiciones: Francia está sexta (7,3%); Alemania, décimo primera (9,3%) e Italia, décimo tercera (9,8%). Los peores datos los siguen registrando los países bálticos, los más expuestos a la invasión rusa de Ucrania y al shock energético como consecuencia de la misma. El peor dato de febrero lo mantiene Letonia (20,1%), seguido de Estonia (17,8%) y Lituania (17,2%).

La inflación se ha convertido en un problema para todos los países de la eurozona. En España, la cifra es del 16,7%, un dato inédito en las últimas décadas. Sin embargo, está por debajo de la media. Le superan 12 países de 20, incluyendo Portugal, cuyos precios alimentarios en febrero son un 22% más altos que en el mismo mes del año anterior. Los países que mejor IPC alimentario han registrado son Irlanda, Italia y Luxemburgo, pero los tres por encima del 13%: 13,3%, 13,5% y 13,5%, respectivamente.

El aumento de los precios energéticos no es la única causa que explica los precios del aceite de oliva. La gran sequía de 2022 y las olas de calor destruyeron gran parte de la cosecha de la aceituna, lo que está provocando una reducción de oferta que ha disparado los precios. Como contó infoLibre, la mesa sectorial del aceite de oliva y de la aceituna de mesa previó que la producción de esta campaña iba a reducirse prácticamente a la mitad, un 48% menos que la recogida entre 2021 y 2022. 

En entrevista con ABC, el director general de la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceites de Oliva, añadió un motivo: “Muchos operadores españoles han exportado anticipadamente para cubrir la escalada de precios en origen que están teniendo repercusión en los finales. Adelantan para cubrir la demanda y, por eso, hay operaciones que se han realizado a precios más baratos de la cotización habitual”. Esto explicaría que hay más aceite de oliva barato en esos países que en España.

El precio de la electricidad lleva creciendo en la eurozona, de media, a tasas de más del 20% interanual desde enero de 2022. En enero de 2023, por primera vez ha bajado de esa frontera, a un 18,3%. En febrero, al 15,7%. Esta desaceleración viene propiciada por la caída sostenida de los precios de los combustibles fósiles en los mercados internacionales.

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El profesor Ignacio González, profesor de Economía en la Universidad Pontificia Comillas-ICADE, lo explica en tres motivos: “En primer lugar, ha habido una menor demanda energética de la prevista en invierno y los países han podido acumular gas y petróleo. En segundo lugar, ha habido medidas de diversificación de abastecimiento. Por último, estamos ya ante un efecto escalón por los precios de hace un año”, explica el profesor. 

Respecto al tercer punto, el académico se refiere a que el IPC, al ser un dato que compara los precios de un mes respecto a los del mismo mes del año anterior, en febrero de 2022 los precios de la electricidad ya estaban altos, lo que propicia que en comparación, los datos empiecen a mostrarse más bajos.

El tope del gas ha hecho efecto y hace que en España el precio lleve meses contenido. Los cinco países más consumidores de gas son Alemania (consumió 90.500 millones de metros cúbicos de gas en 2022), Italia (72.500), Francia (43.000), Países Bajos (35.000) y, en quinto lugar, España (33.500). En los tres primeros países, la inflación del gas sigue disparada a tasas por encima del 20%. Destaca el dato de Alemania, cuyos precios del gas son un 47,8% más altos en febrero que en el mismo mes del año anterior, cuando los germanos todavía se surtían del barato gas ruso. En Países Bajos, el gas es casi un 20% más bajo que en febrero del año pasado. España los contiene con un IPC del 10%.