El jefe de la misión de la Comisión Europea para el rescate financiero español, Servaas Deroose, no dudó este jueves en alabar la intervención en ayuda de la banca nacional como un auténtico “éxito”. En su comparecencia ante el Congreso, el jefe de los hombres de negro –como los bautizó en su día el ministro Cristóbal Montoro– aventuró que, sin el rescate, “la economía española y los contribuyentes” habrían tenido que hacer frente a mayores costes. Según explicó, las medidas de recapitalización interna permitieron ahorrar unos 13.000 millones de euros de la cantidad que finalmente se solicitó al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
En su intervención, Deroose no mencionó el último informe del Banco de España sobre la reestructuración financiera, que da por perdidos 42.590 millones de euros de los 56.865 millones de dinero público inyectados entre 2008 y 2014. Sólo se recuperará el 6,8%.
Desde 2009, cuando el Gobierno intervino Caja Castilla-La Mancha, hasta el tercer semestre de este año –los últimos resultados publicados–, la gran banca ha ganado 79.435,97 millones de euros. Es decir, sus beneficios superan en un 40% la cantidad de dinero público recibido por el sector. En esa cifra se incluyen los beneficios de Santander, BBVA, Caixabank, Bankia –antes Caja Madrid–, Banco Popular, Banco Sabadell y Bankinter. En realidad, con las ganancias acumuladas hasta 2013, la banca ya había cubierto la factura del rescate. Sólo en 2012 sumaron pérdidas, 17.200 millones de euros, por culpa de los 19.056 millones en números rojos con que cerró el ejercicio Bankia, los mayores de la historia financiera nacional. En 2011 también terminó en negativo, -3.381 millones, después de reformular unas cuentas que en principio reflejaban unos beneficios de 309 millones.
Además de la entidad de José Ignacio Goirigolzarri, únicamente el Banco Popular perdió dinero durante los años de la reestructuración financiera: 2.461 millones en 2012 y 3.485 millones en 2016. Fue finalmente absorbido por el Santander el pasado mes de junio.
En los nueve primeros meses de este año, los mayores bancos españoles han ganado ya 11.783 millones, una cifra que supera los beneficios obtenidos en todos los ejercicios completos desde 2011. Aun así, el resultado queda lejos del récord de 22.939,4 millones que se apuntaron en 2007, antes de que estallara la crisis.
Más ayudas públicas
Aunque el rescate lo recibieron las cajas de ahorro, éstas pasaron después al poder de los bancos. El BBVA adquirió Catalunya Banc –a su vez resultado de la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa– y Unnim –Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa–. Caixabank se quedó con Banco de Valencia y Banca Cívica –Cajasol, CajaCanarias, Caja Burgos y Caja Navarra–. Banco Sabadell hizo lo propio con la Caja de Ahorros del Mediterráneco (CAM), el Banco Gallego y Caixa Penedés. Bankia ha absorbido BMN –Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra–.
Para estas operaciones, las entidades recibieron ayudas públicas. Por ejemplo, los Esquemas de Protección de Activos (EPA), avales que les garantizan la cobertura de las pérdidas en que puede incurrir una cartera de créditos o inmuebles. Los EPA se concedieron a cajas de ahorro y bancos con problemas entre 2009 y 2011 para facilitar su venta a otras entidades financieras. Estas garantías eliminan la incertidumbre sobre unos activos abocados al deterioro y a generar pérdidas, por lo que aumentan el atractivo para un potencial comprador de unas entidades condenadas si no al cierre. Caixabank, BBVA, Sabadell, Liberbank y BBK recibieron estos avales.
Los concedieron tanto el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), con dinero público, como el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se nutre de las aportaciones de 130 bancos privados españoles. En total, 13.101,3 millones de euros.
Si a los 56.865 millones de euros públicos, se añade el dinero aportado por el Fondo de Garantía de Depósitos y otros 16.300 millones en créditos extraordinarios otorgados como “provisión urgente y transitoria de liquidez” por el Banco de España y por el FROB, la factura del rescate financiero se eleva hasta los 79.054 millones de euros. Una cifra que iguala los beneficios obtenidos hasta ahora por los mayores bancos del país.
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Venta de Bankia
En su informe sobre el rescate, el Banco de España considera “recuperables” 10.402 millones de euros, de los que 9.260 millones corresponderían a la privatización de Bankia. Hace sólo dos semanas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció que el Gobierno estudia vender un paquete de Bankia “antes de final de año”, si se “solventa” y “endereza” la situación política en Cataluña. Y el pasado lunes, al presentar los resultados de Bankia, su consejero delegado, José Sevilla, confiaba en que el FROB encontrara “ventanas para la privatización” de la entidad “en el mes en curso o a final de año”.
En febrero de 2014, el FROB, que dispone de una participación del 67% de Bankia, colocó en Bolsa entre inversores institucionales una participación del 7,5% del banco, por unos 1.300 millones de euros. En sus cuentas de 2016, el FROB ya rebajaba el valor de sus participaciones en Bankia y BMN, ahora fusionadas, en 1.389 millones. Además, en 2014 vendió a seis euros la acción. Este mes los títulos de la entidad nacionalizada han caído a cuatro euros. A la espera del efecto en Bolsa del conflicto catalán.
El jefe de la misión de la Comisión Europea para el rescate financiero español, Servaas Deroose, no dudó este jueves en alabar la intervención en ayuda de la banca nacional como un auténtico “éxito”. En su comparecencia ante el Congreso, el jefe de los hombres de negro –como los bautizó en su día el ministro Cristóbal Montoro– aventuró que, sin el rescate, “la economía española y los contribuyentes” habrían tenido que hacer frente a mayores costes. Según explicó, las medidas de recapitalización interna permitieron ahorrar unos 13.000 millones de euros de la cantidad que finalmente se solicitó al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).