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Portugal sentencia este lunes a Rui Pinto, el hombre que destapó la cara oscura del fútbol

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Miguel Prado / Rui Gustavo (Expresso)

Ocho años después de sacudir el mundo del fútbol, Rui Pinto, el informante de Football Leaks, se prepara para conocer el veredicto del proceso que lo ha llevado varias veces en los últimos tres años desde la casa en la que vive bajo protección policial en una dirección secreta hasta el Campus de Justicia de Lisboa

Fue en 2015, entre pintas de cerveza en Praga (Checoslovaquia), cuando Rui Pinto y un grupo de amigos decidieron atacar el negocio del fútbol. En agosto de ese año, de vuelta a Budapest (Hungría), donde residía, Rui Pinto se puso “manos a la obra”, como diría ante el tribunal durante el juicio, dejando también una garantía: “El ataque inicial no fue perpetrado por mí”. El objetivo era sacar a la luz el lado oscuro del fútbol. “Mirabas los informes y las cuentas de los tres grandes, y veías cómo desaparecía el dinero”, declaró ante el tribunal en octubre del año pasado. Pinto también admitió la existencia de un “acceso ilegítimo” para obtener la enorme colección de documentos que poco después aparecieron en el blog Football Leaks.

Los primeros documentos, publicados a finales de septiembre de 2015, apuntaban al Sporting de Lisboa. Pocos días después, se compartieron documentos del fondo Doyen, lo que llevó al vehículo de inversión de la familia kazaja Arif, liderada por el portugués Nélio Lucas, a presentar una denuncia ante la Policía Judicial lusa. Doyen Sports Investments Limited, creado en Malta y con decenas de millones de euros invertidos en el fútbol europeo, ha hecho negocios con el Atlético de Madrid y el Sevilla, entre otros clubes, y gestionaba los derechos de imagen de Xavi Hernández, Neymar, Beckham y Usain Bolt. En España, ha sido investigado por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.

Con la denuncia de Lucas comenzaron las pesquisas que terminaron con la detención del informático portugués en Budapest en enero de 2019.

Entretanto, desde la capital húngara, Rui Pinto siguió la explosión del proyecto Football Leaks, los más de 70 millones de documentos sobre la industria del fútbol que Pinto compartió desde 2016 con Der Spiegel. La revista alemana los ha analizado junto con sus socios de la red periodística European Investigative Collaborations (EIC), a la que pertenecen tanto infoLibre como Expresso. Esos documentos sirvieron para elaborar más de 1.000 artículos, muchos de los cuales han dado lugar a procedimientos judiciales.

En España, las revelaciones sobre las operativas fiscales de Cristiano Ronaldo y José Mourinho llevaron a su procesamiento y condena por defraudar a Hacienda millones de euros a lo largo de los años. También desveló las operaciones opacas de la Fundación Leo Messi con el Barça. En 2018, una nueva serie de revelaciones puso al descubierto los secretos del Manchester City, el París Saint-Germain y la UEFA, entre otras organizaciones.

A finales de ese mismo año, otro blog, Mercado de Benfica, volcó en internet documentos de este equipo lisboeta, pero las publicaciones terminaron al cabo de sólo unos meses, poco después de la detención de Rui Pinto. Por lo que crecieron las sospechas de que ese proyecto también era suyo –Rui Pinto lo negó ante el tribunal–.

Tres años desde el inicio del juicio

Fue en octubre de 2020 cuando arrancó en Lisboa el juicio del caso Football Leaks, desencadenado por la denuncia de Doyen en 2015. Rui Pinto fue acusado de 90 delitos: 68 de acceso indebido, 14 de violación de correspondencia, seis de acceso ilegítimo, uno de sabotaje informático al Sporting y otro de intento de extorsión a Doyen. Otras víctimas del hackeo fueron el bufete de abogados PLMJ y la Federación Portuguesa de Fútbol.

Además, el pasado mes de julio, mientras esperaba sentencia en este caso, Rui Pinto volvió a ser acusado por el Ministerio Público en otra causa, esta vez por 377 delitos informáticos que incluían al Benfica entre los perjudicados. Lo que ocurra con él se hará previsiblemente público este lunes.

Amnistiado, pero no perdonado

Este verano, la visita del papa Francisco a Portugal propició la aprobación de una amnistía, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, para algunos delitos cometidos por jóvenes. La pista de cómo la amnistía podría beneficiar a Rui Pinto está en el auto de la jueza que aplazó la sentencia del creador de Football Leaks hasta el 11 de septiembre.

Según Margarida Alves, el acusado podría acogerse al beneficio decretado con motivo de la visita papal “en relación con algunos de los delitos [...], a saber, el delito de violación de correspondencia y el delito de acceso indebido, que, en sus formas simples, se castigan precisamente con pena de prisión de hasta un año o multa". "Dada su edad en el momento de cometerse los delitos, el acusado entra en el ámbito de aplicación de dicha ley”, se lee en el escrito.

Cuando la magistrada aplazó la lectura de la decisión, la ley de amnistía aún no había entrado en vigor –lo hizo el 1 de septiembre–. Pero Margarida Alves entendió que no tenía sentido condenar al presunto hacker por delitos por los que más tarde podría ser amnistiado. 

Tal y como ha subrayado la jueza, si Rui Pinto es condenado –y todo apunta a que así será, ya que el acusado confesó algunos delitos y la jueza ha dado a entender que considera algunas de las pruebas de la acusación– los delitos castigados con un año de prisión serán amnistiados. Es decir, 14 delitos de violación de correspondencia y otros 68 de acceso indebido. Pero tampoco es inevitable. “Hay causas de exclusión relacionadas con la reincidencia, por ejemplo”, explica a Expresso un abogado que no quiere ser identificado: “Si la jueza considera que ha habido reincidencia, puede no aplicar la amnistía”

En cuanto al delito de extorsión en grado de tentativa –por sugerir a Doyen un pago de entre 500.000 y un millón de euros para detener las publicaciones–, también fue imputado al abogado Aníbal Pinto, quien, al tener más de 30 años cuando tuvieron lugar los hechos, no podrá beneficiarse de ningún indulto. Según indica otro abogado, este delito, incluso en grado de tentativa, es uno de los que están “excluidos” de la ley de amnistía. Lo mismo ocurre con los delitos de sabotaje informático y acceso ilegítimo, que están contemplados en la ley de ciberdelincuencia y para los que no puede haber indulto. Pero, aunque el juez no se pronuncie en este sentido, el primer abogado señala que “la ley de amnistía establece que el indulto sólo puede aplicarse si se indemniza a las víctimas”.

El fútbol sigue ahí

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A sus 34 años –cumple 35 en octubre–, Rui Pinto se enfrenta a uno de los juicios más sonados de la última década en Portugal. Ha vivido los últimos tres años bajo protección policial en un lugar desconocido, mientras colaboraba con la Policía Judicial lusa para procesar la información de los discos duros que le fueron incautados, en busca de pruebas de delitos con las que abrir nuevas investigaciones, tanto dentro como fuera del fútbol.

A pesar de su vida de reclusión, no ha dejado de aparecer ocasionalmente en Twitter –ahora X–, ante sus 125.000 seguidores. En una de sus últimas publicaciones, el 24 de agosto, volvió al fútbol. “El equipo especial creado en 2018 en el DCIAP [Departamento Central de Investigación y Acción Penal] para investigar los delitos de corrupción en el fútbol solo buscaba servir a los intereses de los clubes que cometieron los delitos, especialmente el Sport Lisboa e Benfica”, acusó.

Pero la detención y el juicio le han dejado un sabor amargo. “Sabiendo lo que sé hoy, no volvería a hacer lo que hice”, dijo ante el tribunal en octubre de 2022. Rui Pinto ya ha sido objeto de un documental y un libro. Su vida añadirá un nuevo capítulo ahora.

Ocho años después de sacudir el mundo del fútbol, Rui Pinto, el informante de Football Leaks, se prepara para conocer el veredicto del proceso que lo ha llevado varias veces en los últimos tres años desde la casa en la que vive bajo protección policial en una dirección secreta hasta el Campus de Justicia de Lisboa

70 millones de documentos

Quince medios europeos, reunidos en el seno de la red European Investigative Collaborations (EIC), empezaron a revelar el 2 de diciembre de 2016 los Football Leaks, la mayor filtración de documentos de la historia del deporte. Obtenidos por el semanario alemán Der Spiegel y analizados por los miembros del EIC, suman 70 millones de documentos, 3,4 terabytes, que han destapado los secretos de la industria internacional del fútbol.

El proyecto Football Leaks reúne actualmente, además de a infoLibre, a la revista Der Spiegel (Alemania), Mediapart (Francia), Expresso (Portugal), Le Soir De Standaard (Bélgica), NRC Handelsblad (Países Bajos), Politiken (Dinamarca), VG (Noruega), RTS (Suiza) y Domani (Italia). Casi 80 periodistas de 10 países que publican en nueve idiomas distintos en toda Europa.

Esos 70 millones de documentos han servido para elaborar más de 1.000 artículos, muchos de los cuales han dado lugar a procedimientos judiciales. Football Leaks ha destapado el fraude fiscal por el que fueron después condenados en España Cristiano Ronaldo y José Mourinho. El Manchester City fue expulsado de la Champions League durante dos años, además de multado con 30 millones de euros, por unas prácticas contra el fair play financiero de la UEFA que fueron denunciadas por Football Leaks en noviembre de 2018. Y que también ha llevado a cabo el Paris Saint-Germain. Los manejos irregulares de la FIFA y la UEFA, las millonarias cifras de los fichajes de las primeras estrellas del fútbol mundial, desde Gareth Bale hasta Neymar, los pagos camuflados del Barça a la Fundación Leo Messi… son sólo algunas de las revelaciones de los últimos años.

Todas las filtraciones proceden de la misma fuente, Rui Pinto, un informático portugués que está siendo juzgado en su país por delitos que van desde el intento de extorsión hasta el acceso ilegal, la violación de la correspondencia y el sabotaje informático. Pinto asegura que siempre ha actuado en interés público y no por interés propio. Él se considera un whistleblower, un denunciante de corrupción, figura que goza de especial protección en la Unión Europea desde octubre de 2019.

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