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Koplowitz negocia un fin de ciclo en FCC con el mexicano Slim y con el fondo Guggenheim de reserva

Esther Koplowitz, primera accionista del grupo FCC a través de la empresa patrimonial B-1998, ha cambiado la apuesta para salir del atolladero de deuda -más de 1.000 millones de euros- que amenaza su posición. La empresaria, aconsejada por la sociedad del expresidente de Vivendi, Jean Marie-Messier (Messier, Maris & Associes), ha roto las negociaciones con el magnate de origen húngaro George SorosGeorge Soros y ha inciado contactos con el multimillonario mexicano Carlos Slim.

Soros, sostienen fuentes del grupo, exigió demasiado descuento sobre los derechos de suscripción preferente de acciones que vende la empresaria en la ampliación de capital aprobada por FCC. Soros estaba dispuesto a invertir hasta 660 millones de euros en una operación que le habría podido convertir en el primer accionista de FCC. Pero Koplowitz, según explican fuentes conocedoras de la negociación se resiste a admitir que en el grupo "ha llegado el fin de un ciclo". En otros términos: quiere seguir siendo el accionista de referencia.

El multimillonario Slim, a través de la Inmobiliaria Carso y su filial Control Empresarial de Capitales, se incorpora ahora a la partida. Pero hay más jugadores. El fondo de inversión estadounidense Guggenheim, según fuentes al tanto de la negociación, es la bala en la recámara de Koplowitz y de Messier. En último término, aunque en una opción poco deseable, siempre quedaría la opción de vender los derechos de suscripción en el mercado.

Cine y béisbol

El fondo de inversión Guggenheim ofrece servicios de gestión de activos, asesoramiento a instituciones, gobiernos y particulares. Entre sus operaciones más destacadas están la compra en 2012 del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers y su entrada a Hollywood, al comprar la productora Dick Clark Productions por 370 millones de dólares.

Como en el caso de Soros, Slim no negocia una compra de acciones directa, sino la adquisición de los derechos de compra de títulos que B-1998 tiene en la ampliación de capital de 1.000 millones de euros de FCC aprobada la semana pasada. Al vender los derechos, la participación de Koplowitz (50,1%) se diluirá. El cuánto depende del precio final de las acciones y de los derechos. 

Carlos Slim es un inversor muy conocido en España. Por sus operaciones y por su  amistad con el ex presidente del Gobierno socialista Felipe González. El político español es consejero de la compañía Gas Natural, con la que el magnate mexicano mantiene buenas relaciones (compró Gas Natural México), tanto directamente como a través de su gran aliada La Caixa (accionista destacada de la compañía gasista). Slim adquirió hace dos años a la entidad que dirige Isidro Fainé 439 oficinas por 400 millones. Con el empresario, México se mantiene entre los cinco mayores inversores en España tras Francia, Alemania, Luxemburgo y el Reino Unido.

Antes de fin de año

La negociación en FCC, en todo caso, tiene que estar concluida antes de fin de año. FCC está en una posición delicada. En el tercer trimestre, con pérdidas de 788,3 millones y fondos propios negativos, su situación era de quiebra técnica. Por eso el tiempo apremia.

El grupo debía a 31 de diciembre del pasado año 5.975 millones de euros. En junio, llegó a un acuerdo para refinanciar 4.500 millones y su prioridad es amortizar 1.350 millones. Es el llamado "Tramo B", deuda convertible en acciones y con un interés elevado.

De los 1.000 millones de la ampliación de capital recién aprobada, FCC dedicará 765 a amortizar el grueso de la carga, 900 millones, tras obtener de los bancos una quita del 15%. El resto, hasta el total de la ampliación, irá a cubrir otras deudas.

Fuentes del grupo explican que la operación elimina el "riesgo de dilución" que suponía esa deuda convertible, con tipos del 16% que hubieran llevado los intereses en cuatro años por encima de los 2.200 millones, por encima de la capitalización de la empresa.

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Un periodo crítico

La entrada de nuevos socios en FCC culmina un periodo crítico para la empresa. En España, FCC ha tenido problemas en todos los frentes, desde las autopistas radiales en Madrid hasta el sector de las energías renovables. En el exterior, también ha tenido dificultades. La declaración de insolvencia de la filial Alpine a mediados de 2013, complicó más la realidad del grupo. Debido a Alpine (pérdidas de 450 millones en un año y 2.600 acumulados) FCC cerró 2012 con pérdidas históricas superiores a los 1.000 millones.

En los últimos meses, FCC ha puesto en marcha planes para vender activos por importe de 2.400 millones de euros. Todo, para ajustar el negocio constructor y salir de las energías renovables. A finales del pasado año, FCC vendió el 51% de su división de energía. la venta redujo el endeudamiento financiero neto en 763 millones.

Esther Koplowitz, primera accionista del grupo FCC a través de la empresa patrimonial B-1998, ha cambiado la apuesta para salir del atolladero de deuda -más de 1.000 millones de euros- que amenaza su posición. La empresaria, aconsejada por la sociedad del expresidente de Vivendi, Jean Marie-Messier (Messier, Maris & Associes), ha roto las negociaciones con el magnate de origen húngaro George SorosGeorge Soros y ha inciado contactos con el multimillonario mexicano Carlos Slim.

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