La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) concluyó este lunes que la compañía Enérgya VM, una filial del Grupo Villar Mir dedicada a la venta de gas y electricidad, manipuló el mercado gasista ibérico durante lo peor de la crisis energética para inflar artificialmente el precio del gas. La compañía, que representa menos del 1% del mercado energético español, introdujo durante el otoño de 2022 en la subasta diaria del precio del gas ofertas ligeramente por debajo de precio de mercado con el objetivo de manipular el mercado gasista, y ahora ha sido multada con un millón de euros. Los hechos ocurrieron además durante los peores meses de la crisis energética, cuando los hogares españoles pagaron hasta tres veces más por el gas que en 2023.
La CNMC afirma que la comercializadora se dedicó a introducir en la subasta diaria del gas una serie de ofertas de compra por debajo del precio de mercado "que no tenía intención de casar" con el objetivo de "elevar el precio del mercado a un nivel artificial", una manipulación del mercado que está considerada una "infracción grave" en la ley del Sector de Hidrocarburos.
Esta subasta diaria fija los precios del gas en el mercado ibérico, el llamado Mibgas, donde empresas energéticas compran y venden este combustible. De esta manera, inflar artificialmente su precio termina encareciendo la factura de los hogares y empresas españoles, aunque la CNMC no especifica cuál fue el impacto real sobre los consumidores finales. Hay que aclarar que el precio que resulta de la subasta diaria no es el que se cobra directamente a los hogares, sino que quienes comercian en el mercado Mibgas son empresas mayoristas, que luego suministran el gas a los hogares (a otro precio) o lo venden a otras compañías.
En concreto, Enérgya VM introdujo entre septiembre y diciembre de 2022 ofertas de compra de gas por cantidades muy pequeñas de combustible segundos antes de que terminase la sesión diaria a precios elevados. Estas pequeñas operaciones, que no llegaban a casar porque eran unos céntimos inferiores al precio de casación, "lograron reducir notablemente el spread bid-ask", según indica el regulador en un informe. El spread bid-ask es un indicador clave que sirve para fijar el precio final del gas en una jornada, de manera que modificarlo en el último momento alteró "en varias ocasiones" el precio final de cierre del mercado, encareciendo artificialmente el gas. "Reducir el spread bid-ask de cierre produjo como resultado que la referencia de precio del mercado denominada "precio último diario" fuera superior, en dichas 32 sesiones de negociación, a la que hubiera resultado de no haber sido introducidas por dicho agente esas ofertas de compra", resumen los técnicos de la CNMC.
El regulador encontró ofertas falsas en el Mibgas en 32 sesiones que se introducían en los últimos siete segundos de negociación para comprar cantidades ridículas de gas, entre 20 MWh y 50 MWh, ofertas que equivalen al 0,01% de las transacciones diarias del mercado ibérico en 2022. Esto evidencia, según la CNMC, que el objetivo de esas ofertas no era comerciar con gas, sino manipular su precio. Este lunes, la Agencia Europea de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) publicó un comunicado en el que apoya la sanción de la CNMC.
La compañía energética contestó este lunes, tras conocerse la noticia, que se opone por completo a las acusaciones de la CNMC, e incluso acusa al órgano regulador haber realizado un análisis "sesgado" porque solo ha estudiado ofertas de último segundo que no casaron, cuando hubo otras 14 que sí lo hicieron y que el regulador omite en su informe. Desde la compañía también afirman que de las 35 ofertas estudiadas por la CNMC, 32 tenían un precio que estaba dentro de la horquilla de lo que se había negociado en el día, por lo que eran "económicamente razonables". La multa, que ha sido recurrida, no tendrá impacto sobre las cuentas de 2024 porque, ante la duda, la compañía ya se había aprovisionado ante la posible sanción.
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Enérgya VM, adquirida por el Grupo Villar Mir en 2010, tiene un peso ínfimo en el mercado español. Según los datos de la CNMC, en junio de 2023 daba cobertura a 10.430 clientes de gas en España, el 0,1% del mercado. En lo relacionado con la venta de electricidad, cerró 2021 con una cuota de mercado del 1%, y en el informe de 2022 de la CNMC ni aparecen las cifras actualizadas por tener una cuota todavía inferior a ese número.
La de este lunes es la primera multa que recibe la energética de Villar Mir relacionada con el mercado del gas, pero no es la primera vez que en España la CNMC amonesta a una compañía por manipular el Mibgas. La última sanción similar data de 2022, cuando Solstar Limited y Gasela GMBH fueron multadas con 12 millones de euros por alterar el mercado en la Semana Santa de 2019. También tienen una sanción similar Iberdrola en 2015, con 25 millones de euros.
Enrique García, portavoz de la asociación de consumidores OCU, explica que el mercado del gas extremadamente complejo, por lo que quizás no se llegue a saber cuál es el daño económico que han sufrido los consumidores por la actuación de Enérgya VM. El mercado eléctrico es mucho más transparente, afirma, por eso también hay más investigaciones y sanciones por manipulación de precios. El pasado junio la Fiscalía de la Audiencia Nacional se querelló contra Naturgy por inflar los precios del mercado eléctrico de restricciones técnicas entre 2019 y 2021, por lo que ya fue multada con 41,3 millones por la CNMC.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) concluyó este lunes que la compañía Enérgya VM, una filial del Grupo Villar Mir dedicada a la venta de gas y electricidad, manipuló el mercado gasista ibérico durante lo peor de la crisis energética para inflar artificialmente el precio del gas. La compañía, que representa menos del 1% del mercado energético español, introdujo durante el otoño de 2022 en la subasta diaria del precio del gas ofertas ligeramente por debajo de precio de mercado con el objetivo de manipular el mercado gasista, y ahora ha sido multada con un millón de euros. Los hechos ocurrieron además durante los peores meses de la crisis energética, cuando los hogares españoles pagaron hasta tres veces más por el gas que en 2023.