Fusiones bancarias

El mercado asigna a Unicaja y Liberbank cuatro veces menos valor del que registran sus libros contables

Una sucursal de Liberbank.

La negociación entre Unicaja y Liberbank para estudiar una más que probable fusión, comunicada este lunes a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) pero anunciada en los medios desde hace semanas, sigue un patrón similar al recorrido por Caixabank y Bankia: ambas entidades se han disparado en Bolsa, se cerrarán algunos cajeros de consumarse la operación, también habrá alguna "sinergia" –aunque no excesivas–, todo ello para conformar un nuevo banco que sería el quinto más grande del país con un valor de mercado estimado de 1.700 millones de euros. 

Una operación que cuenta sin embargo con evidentes claroscuros: un vistazo al patrimonio neto de las dos entidades confirma que el valor reflejado en los balances es cuatro veces mayor que lo que en realidad considera el mercado. Un desequilibrio que también se produjo en el proceso para crear la nueva Caixabank.   

Según han informado las propias compañías, la malagueña Unicaja tiene un valor de mercado de 1.030 millones de euros. Liberbank, con sede en Madrid pero con mucha presencia en Asturias, Extremadura o Cantabria, está valorada a nivel bursátil en 690 millones de euros. Juntas se situarían por el volumen de activos detrás de la nueva Caixabank, BBVA, Santander y Sabadell. 

Desequilibrio patrimonial

Un valor que choca con el patrimonio neto reflejado en los estados financieros intermedios a 30 de junio de 2020, el último informe publicado. En el caso de Unicaja, éste rebasa ligeramente los 4.000 millones de euros (4.062 millones) mientras que en Liberbank el patrimonio neto alcanza los 3.207 millones. En ambos casos, cuatro veces más que la valoración de mercado difundida estos días. 

Los consultados, expertos del mundo financiero, rebajan la euforia que siempre rodea a las fusiones y dudan de que el gap no sea sino "desequilibrio patrimonial". El riesgo sistémico sería, con todo, menor que en la fusión de la nueva Caixabank, precisamente por la diferencia de activos entre una y otra.

Hay que recordar además que las cuentas semestrales consolidadas de Unicaja y Caixabank se han presentado en un contexto de relajación de la supervisión a nivel contable. "Es necesario señalar que la Comisión de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) han aportado claridad por lo que respecta a la aplicación de la flexibilidad mediante la publicación de interpretaciones y orientaciones sobre la aplicación del marco prudencial en el contexto del Covid-19", se lee en las cuentas de Unicaja. 

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Ambas devolvieron las ayudas públicas

Las sinergias, coinciden los expertos, serán menores. Liberbank, creado en 2011 a partir de la fusión de cajas como Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Castilla-La Mancha y Caja Cantabria, y Unicaja, radicado en la capital malagueña, no tienen una red de oficinas que se solapa, como ocurría con Caixabank y Bankia. Así que habrá impacto pero bastante menor que el que derivará de la última fusión. 

En 2017 Unicaja Banco salía a Bolsa. Otro riesgo que desaparece es el de que no se devuelvan las ayudas públicas: en 2014 Liberbank devolvió el último tramo de ayudas de 124 millones de euros que le prestó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Unicaja haría lo mismo en 2017 con el FROB al devolverle 604 millones. La diferencia con Bankia en este aspecto es gigantesca: el Estado nunca ha recuperado 22.000 millones del rescate. Solo queda por despejar el riesgo patrimonial por tan abultada diferencia entre el valor de mercado y el valor en los libros. 

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