La FIFA sancionó en enero de 2016 al Real Madrid por infringir el reglamento sobre traspasos y altas internacionales de futbolistas menores de 18 años. También multó al Atlético de Madrid, y antes al FC Barcelona y al Chelsea. Por el mismo motivo abrió expediente al Villarreal y al Valencia, que finalmente no fueron penalizados. Las sanciones, aunque resultaron rebajadas después por el Tribunal de Arbitraje del Deporte de Lausana (TAS), castigaban al club blanco por 39 fichajes irregulares de menores extranjeros, de los cuales nueve se consideraron graves. En total, la FIFA había investigado 51 casos sospechosos de futbolistas merengues de menos de 18 años entre 2005 y 2014. El Real Madrid, dictaminó, había vulnerado las normas sobre primer registro de jugadores menores, así como las de inscripción y participación en algunas competiciones.
Aunque el TAS terminó limitando las irregularidades a un solo caso y redujo la multa de 329.000 a 223.200 euros, el club acusó el golpe y caminaba con pies de plomo. No obstante, dos años después, en mayo de 2018, los merengues seguían realizando pruebas a niños extranjeros, a pesar del “calvario” que vivió con la sanción de la FIFA y “del castigo institucional y de reputación que supuso para el club”, reconoce apesadumbrado el director general, José Ángel Sánchez Periáñez, cuando le informan de la reclamación presentada por el padre de uno de esos menores, que había sido citado el 20 de mayo de aquel año en las instalaciones de Valdebebas. El responsable de los Servicios Jurídicos, Javier López Farré, le explica a continuación que ese día estaban convocados 10 niños extranjeros y que ha pedido al director de la cantera un listado de todos los que han sido citados durante la temporada. “Es increíble”, remata su correo, uno de los miles de documentos de Football Leaks compartidos por la revista Der Spiegel con la red European Investigative Collaborations (EIC), a la que pertenece infoLibre.
“Me da miedo hasta dejar un rastro de ese listado... éste es un tema gravísimo”, le responde el director general. Muy grave, pero que no dejaba de repetirse. Sólo unos días antes, el 11 de mayo, los dos directivos se habían dirigido a los responsables de la cantera para que se abstuvieran de hacer pruebas a menores extranjeros y a españoles que residieran fuera del país. “Pese a que hay una instrucción clara del club […], lo cierto es que lo estamos haciendo”, se lamenta López Farré, quien menciona la noticia aparecida en medios digitales sobre una estrella del fútbol mexicano, “un tal Santino Loza”, de sólo nueve años. El crío, además, había contado con todo detalle la maravillosa experiencia en su canal de Youtube.
El director del Área Jurídica del Real Madrid asegura en este correo electrónico que los responsables de la cantera desobedecen la orden del club de no convocar a menores extranjeros.
La prueba la había solicitado el padre a través de la página web del club y, advierte el responsable legal madridista, resulta que la FIFA cuenta con personal dedicado a buscar en internet información sobre menores extranjeros a los que se somete a pruebas o “son fichados por clubes de otros países, para después abrirles un expediente disciplinario”. “Como el que ya vivimos nosotros”, apunta.
“El club es claramente responsable del agravio”
De modo que López Farré y Sánchez Periáñez vuelven a ordenar la prohibición de realizar pruebas a menores extranjeros. Para encontrarse 10 días después con la reclamación del padre de un jugador de sólo siete años, nacido en Venezuela, de madre española y residente en Florida. También había solicitado una prueba a través de la página web del club el 18 de septiembre de 2017 y fue citado a las nueve y media de la mañana del 20 de mayo de 2018. De acuerdo con el informe que el club redacta sobre el caso, el departamento de fútbol avisó por teléfono a los jugadores no nacidos en España para que desistieran de acudir a la prueba, pero no fue posible localizar al padre del menor venezolano, porque el número de su ficha era erróneo. Tampoco se le mandó un correo electrónico. Además, alegan en su defensa los responsables madridistas de la cantera, la aplicación informática procesó mal el código postal que el padre había incluido en su solicitud, uno de Florida que empezaba por 33, igual que el correspondiente a Asturias. Para abundar más en el embrollo, en su escrito de queja indicó una dirección de Santa Cruz de Tenerife.
El director general del Real Madrid subraya en otro correo electrónico la gravedad de que se sigan convocando a menores extranjeros para hacerles pruebas.
Cuando aparecieron padre e hijo en Valdebebas, se les comunicó que no podían hacer las pruebas por las normas de la FIFA. Aun así, aseguran los responsables del club, ambos insistieron de nuevo a las 10:30 y a las 11:30 en que se les sometiera al examen. Después, el progenitor rellenó una hoja de reclamación donde solicita que se le satisfagan los gastos de avión y hotel, pero también que se le “reprograme otra prueba” a su hijo.
El director general del Real Madrid ordena que se le envíe una carta de disculpa y se le pague. “Les hemos traído de Venezuela para hacer una prueba y después se la hemos negado”, admite, para quejarse después del “caos” del departamento al cargo de la cantera. “El club es claramente responsable del agravio”, coincide el responsable de los servicios jurídicos.
infoLibre ha preguntado al Real Madrid por las pruebas de acceso a menores extranjeros, pero el club no ha querido responder.
Acuerdo con China frustrado
No había pasado ni un mes cuando el Real Madrid volvió a darse de bruces con las normas de la FIFA sobre jugadores menores de edad. El club había redactado ya un acuerdo con la Universidad del Deporte de Pekín, por el que pretendía enviar a la capital china entrenadores y un director de formación para que trabajaran con “unos 200” jóvenes durante nueve meses al año. Los otros tres meses los menores perfeccionarían su entrenamiento, teórico y práctico, en las instalaciones del club en Madrid. En ese tiempo, tendrían que jugar algunos partidos amistosos “como parte esencial del desarrollo del talento”. Se trataba de un contrato sin ánimo de lucro, en el que la universidad china cubría únicamente los gastos en que incurriera el Real Madrid por los recursos materiales y humanos que iba a emplear en el proyecto.
Para que los menores chinos disputaran los amistosos, el club pidió la autorización de la FIFA. Lo hizo el director general a través de Zvonimir Boban, exjugador croata del Celta de Vigo y del AC Milan que en ese momento ejercía de secretario general adjunto de la FIFA. Pero la respuesta del director legal del organismo, Marco Villiger, es una negativa doble. Le explica que el Subcomité del Menor de la FIFA rechazará el acuerdo porque “es evidente que los jugadores vienen sin sus padres y por motivos relacionados con el fútbol”. Como, además, los niños deberían ser “incorporados a la academia del club”, ya que los tres meses en España es demasiado tiempo para considerarse como periodo de prueba, el Real Madrid tendría que notificar su presencia a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Ésta a su vez verificaría si se cumple los requisitos de formación y residencia establecidos en el reglamento de la FIFA sobre transferencia de jugadores, lo que Villiger pone en duda. El organismo internacional prohíbe los fichajes de menores de 18 años. Y sólo permite los de jugadores de entre 16 y 18 años si el traspaso se produce dentro de la UE.
A la vuelta del verano, las pruebas a menores extranjeros en Valdebebas aún coleaban en los despachos del club. “Son un peligro”, subraya un directivo. Antes de reunirse el comité ejecutivo el 27 de septiembre, el club se plantea aprobar cambios en el procedimiento y hasta en el nombre de esos exámenes de acceso. Incluso pensó en encargarle la tarea a la Fundación del Real Madrid. Pero la idea no llegó a materializarse. El formulario para entrar en “la fábrica de tus sueños” –así se titula la presentación de las pruebas de acceso a la cantera– continúa en la web de los blancos. Con la advertencia de que hacer el examen “en ningún caso supone que el Real Madrid haya verificado de antemano el cumplimiento por los solicitantes de los requisitos exigidos por la normativa deportiva de aplicación –FIFA, RFEF, FFM, etcétera–”.