El rector de la UNED quita hierro a los recortes del 50% en los departamentos: “No son dramáticos”

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El rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Alejandro Tiana, reconoce que su presupuesto para este año es “más restrictivo” que el de los ejercicios anteriores, obligado por los recortes en la financiación pública que recibe y por el insuficiente crecimiento del número de alumnos matriculados, cuyas tasas constituyen su principal fuente de ingresos. Con los 197,8 millones de euros previstos para 2015, un 8,55% menos que el año anterior, la mayor universidad de España –212.222 estudiantes– ha suprimido el plan de incentivos a la investigación, prescindido de sus tutores virtuales, reducido a un tercio la productividad que cobran los profesores y recortado a la mitad el presupuesto de gastos de los departamentos. Unas medidas que han despertado el malestar entre los docentes.

“El recorte de gastos en los departamentos no es dramático”, opone sin embargo Tiana. Según explica, la UNED siempre ha tenido una factura muy elevada en viajes de profesores –“tenemos cinco semanas de exámenes en tribunales repartidos por toda España”– y hasta ahora ha sido tradicionalmente “más generosa” que otras universidades en el pago de asistencias a congresos. Dice que los departamentos suelen tener remanentes de dinero que les quedaba sin usar cada año. “Sencillamente, ahora no se presupuestará esa cantidad que no se gastaba”, resume. Además, la UNED ha centralizado todos los viajes en una agencia contratada al efecto tras el correspondiente concurso. “Los departamentos”, concluye, “están funcionando”.

No sólo la gestión centralizada, sino también la implantación de nuevos mecanismos de control del gasto vienen impuestos por la necesidad de recortar. Para el rector, no hay alternativa. En los últimos años, la caída de los ingresos –la aportación del Ministerio de Educación se ha reducido un 20% desde 2011– obligó a la universidad a echar mano del remanente de tesorería para cuadrar las cuentas. Sin él, asegura, “la UNED pasaría de tener déficit nominal a déficit real, y sería intervenida”déficit nominal, en cumplimiento de las normas de estabilidad presupuestaria aprobadas por el Gobierno. De ahí, argumenta Tiana, los recortes y el aumento del control, con tal de “evitar, además, los despidos”. “Fue mi compromiso electoral”, concluye.

Problemas en Inteligencia Artificial

Pero esos nuevos mecanismos de control no han sido del agrado de todos. Un profesor del Departamento de Inteligencia Artificial dirigió a finales de febrero un mensaje al foro de la “comunidad de docentes de la UNED” –unos 1.700 profesores– al que ha tenido acceeso infoLibre y donde pedía “destituciones inmediatas” en el equipo rectoral. El motivo, las trabas que, según relata, tuvo que sufrir para comprar un ordenador destinado a un proyecto de investigación cofinanciado con una empresa austriaca.

El profesor se queja de que el ordenador le llegó con cuatro meses de retraso, cuando sólo le quedaban seis para entregar el proyecto y a un precio un 17% superior al ofrecido en internet. Dice que los proveedores habituales de la UNED se niegan a servirle pedidos “porque tienen facturas impagadas desde hace meses”. También protesta por el hecho de que a partir de ahora todas las compras tenga que autorizarlas una comisión.

“Los tiempos en que un profesor compraba unos libros y luego pasaba la factura a la universidad se han acabado”, reconoce Alejandro Tiana, quien considera inexcusables los nuevos controles. También admite que se han producido “dilaciones en los pagos”, no sólo con los proveedores, sino además, por ejemplo, en el abono de las nóminas a los tutores de algunos centros asociados. Aunque atribuye parte de la responsabilidad a las comunidades autónomas y ayuntamientos, que son copatronos de los 62 centros.

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Unos 300 de esos tutores trabajan desde hace años en exclusiva para los centros asociados, sin contrato ni Seguridad Social. Tiana sostiene que se trata de “un número pequeño”. “El 80% son funcionarios”, añade. Es decir, tienen un trabajo principal y las tutorías les suponen sólo un complemento. En cualquier caso, anuncia, una comisión va a estudiar cómo “regularizar” el trabajo de estos tutores, que llevan años peleando por su reconocimiento laboral.

Además, el rector asegura que otra figura afectada por los recortes, los Tutores de Apoyo en Red (TAR), será sometida a “revisión”. Son más de 500 por curso y han quedado suprimidos por falta de fondos. Hasta ahora estas tutorías virtuales corrían a cargo de los profesores de los departamentos, de los tutores de los centros asociados e incluso de los becarios de investigación. Resuelven consultas de los estudiantes, crean foros y corrigen las pruebas de evaluación continua. A cambio, reciben entre 500 y 1.000 euros al año. El rector concede que es un trabajo que a partir de ahora deberán asumir los propios departamentos sin contraprestación alguna. Aunque tampoco descarta mantener algunos TAR en ciertos cursos o para un número determinado de estudiantes.

Con el fin de sustituir las anémicas finanzas públicas, la UNED busca financiación externa. Alejandro Tiana cifra entre un 5% y un 10% los ingresos que la universidad consigue de otras instituciones públicas. De empresas privadas, apenas dos millones de euros, apunta. A la cabeza, Telefónica y, sobre todo, el Banco Santander. “Queremos fomentar los contactos con empresas”, explica el rector, “pero no soy partidario de vender cualquier cosa a cualquier precio”.

El rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Alejandro Tiana, reconoce que su presupuesto para este año es “más restrictivo” que el de los ejercicios anteriores, obligado por los recortes en la financiación pública que recibe y por el insuficiente crecimiento del número de alumnos matriculados, cuyas tasas constituyen su principal fuente de ingresos. Con los 197,8 millones de euros previstos para 2015, un 8,55% menos que el año anterior, la mayor universidad de España –212.222 estudiantes– ha suprimido el plan de incentivos a la investigación, prescindido de sus tutores virtuales, reducido a un tercio la productividad que cobran los profesores y recortado a la mitad el presupuesto de gastos de los departamentos. Unas medidas que han despertado el malestar entre los docentes.

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