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Los ‘ricos’ catalanes crecen un 4,3% y no ‘huyen’ a Madrid en busca de menos impuestos

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Madrid y Cataluña concentran el 71% de los contribuyentes que declaran más de 600.000 euros por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pese a que estas dos comunidades sólo representan el 29,7% de la población española. También suman el 63% de los ciudadanos que ganan entre 150.000 y 600.000 al año. Según las estadísticas de la Agencia Tributaria, en 2011, último año del que proporciona datos, un total de 5.612 personas tenían unos rendimientos del trabajo superiores a los 600.000 euros anuales, un 8% más que en 2010. La cifra de grandes contribuyentes ha crecido en 10 comunidades autónomas. Hasta un 50% en La Rioja y un 38,8% en Galicia, o un 22% en Baleares. Pero en Cataluña, sólo un 4,3% y en Madrid, un 8%. A la luz de esos datos, no se ha producido una fuga masiva de ricos desde Cataluña, que soporta los tipos más altos de retención –un 56%– para los rendimientos superiores a los 300.000 euros anuales, hacia Madrid, donde el tipo máximo no llega al 52% y no existe el impuesto sobre el patrimonio. La subida fiscal en Cataluña y la bajada en Madrid entraron en vigor precisamente en 2011.

Pero cinco comunidades pierden rentas altas. La que más, Extremadura, con un 28%, seguida de Castilla-La Mancha, con un 15,7%. Aragón –7,7%–, Asturias –5,4%–y Canarias –4,3%– completan la lista de descensos. Continúan así una tendencia que comenzó en 2008. Desde entonces, el número de grandes contribuyentes ha caído un 30%. Al comienzo de la crisis sumaban 8.059. Entonces, sin embargo, los ricos catalanes y madrileños sólo eran el 63,8% de los españoles que declaraban rentas más altas; es decir, casi ocho puntos porcentuales menos que ahora. En otras palabras, la crisis está aumentando aún más en la riqueza nacional el peso de las dos regiones más adineradasriqueza.

Y eso que en 2011 se presentaron más declaraciones, 19,46 millones, que en 2008, 78.749 más. Aunque la recaudación, de 393.460 millones de euros, encogió 2.194 millones por efecto de la crisis.

Menos ricos en las más pobres

En cualquier caso, el número de contribuyentes con las rentas más altas ha caído en todas las comunidades autónomas desde 2008 y con cifras contundentes. Sobre todo en las más pobres: un 69,8% en Castilla-La Mancha, donde sólo 59 personas declaran más de 600.000 euros; un 61,7% en Extremadura, donde no hay más que 18 ricos; un 59,1% en Castilla y León, con 85 rentas muy altas, y un 54,2% en Andalucía, con 288. En las comunidades más ricas –los datos no incluyen a País Vasco y Navarra, que tienen su propia administración tributaria–, los descensos han sido importantes pero más moderados: un 29,5% en Cataluña y un 18,6% en Madrid.

En total, esos 5.612 grandes contribuyentes –el 0,02% de las declaraciones– pagaron en 2011 a Hacienda 2.685,9 millones de euros. El tramo de declarantes que más aportan al erario público son aquéllos que ganan entre 300.000 y 60.000 euros al año: unos 2,89 millones de españoles que pagaron 111.739,9 millones, casi un tercio de la recaudación. Aunque el grupo más numeroso de contribuyentes son los que declaran entre 12.000 y 21.000 euros anuales: 5,17 millones, que ingresaron en las arcas públicas 89,2 millones de euros.

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Cuatro millones ganan menos de 6.000 euros 

Por la parte baja de la tabla del IRPF la crisis también ha hecho mella. Así, desde 2008 ha crecido un 22% el número de los ciudadanos que ganan menos de 6.000 euros al año. En 2011 superaban ya los cuatro millones.

Y si se pone el foco sólo en aquellos a quienes Hacienda les imputa un rendimiento cero o negativo, se ha duplicado su número en todas las comunidades autónomas desde 2008. Si se exceptúa Extremadura, donde la cifra se ha multiplicado por cuatro –7.187 personas, cuando en 2008 sólo se registraron 1.842– y Aragón, donde se ha multiplicado por tres. De los 223.729 contribuyentes con rendimiento cero o negativo, el 21,7% reside en Andalucía y el 15%, en la Comunidad Valenciana.

Madrid y Cataluña concentran el 71% de los contribuyentes que declaran más de 600.000 euros por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pese a que estas dos comunidades sólo representan el 29,7% de la población española. También suman el 63% de los ciudadanos que ganan entre 150.000 y 600.000 al año. Según las estadísticas de la Agencia Tributaria, en 2011, último año del que proporciona datos, un total de 5.612 personas tenían unos rendimientos del trabajo superiores a los 600.000 euros anuales, un 8% más que en 2010. La cifra de grandes contribuyentes ha crecido en 10 comunidades autónomas. Hasta un 50% en La Rioja y un 38,8% en Galicia, o un 22% en Baleares. Pero en Cataluña, sólo un 4,3% y en Madrid, un 8%. A la luz de esos datos, no se ha producido una fuga masiva de ricos desde Cataluña, que soporta los tipos más altos de retención –un 56%– para los rendimientos superiores a los 300.000 euros anuales, hacia Madrid, donde el tipo máximo no llega al 52% y no existe el impuesto sobre el patrimonio. La subida fiscal en Cataluña y la bajada en Madrid entraron en vigor precisamente en 2011.

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