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El Sabadell abandona Cataluña y abre el frente económico de la independencia

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El Sabadell no ha sido la primera empresa en trasladar su sede social fuera de Cataluña, pero la decisión del quinto banco de España es la que ha activado las alarmas. El siguiente puede ser Caixabank, la tercera entidad por sus activos sólo por detrás de Santander y BBVA. De hecho, el Gobierno quiere aprobar este mismo viernes en consejo de ministros un decreto ley para facilitar que las empresas muevan su domicilio social sin que la decisión deba aprobarla la junta general de accionistas. La norma desarrollará la Ley de Sociedades de Capital de 2015 y es el resultado de una petición expresa de Caixabank esta misma semana, según explican a infoLibre fuentes conocedoras del contenido de las negociaciones entre la entidad y el Ejecutivo. La modificación normativa permitirá a la entidad financiera hacer el cambio de domicilio social el mismo sábado en que se publique el decreto ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A diferencia de Caixabank, al Sabadell le bastaba, según sus estatutos, con que el consejo de administración aprobara la mudanza a Alicante.

En cualquier caso, para hacer el cambio el banco de Josep Oliu sólo necesitará unas horas, puesto que sus servicios centrales permanecerán en Barcelona. Otro tanto puede ocurrir con Caixabank si finalmente decide trasladarse a Palma de Mallorca, que parece el destino más probable.

Hasta que decidió el Sabadell, los anuncios de empresas que sacaban sus sedes sociales de Cataluña ante la posible declaración de independencia se limitaron a la operadora de telecomunicaciones Erona, que deja Barcelona por Rivas-Vaciamadrid (Madrid), la biotecnológica Oryzon, que cambia Cornellà de Llobregat (Barcelona) por Madrid, y el distribuidor odontológico Proclinic Expert, que se desplaza a Zaragoza. La aseguradora Catalana Occidente ha comunicado a su plantilla que tomará “todas las medidas necesarias para garantizar que su actividad pueda desarrollarse con normalidad, en un marco estable y en un entorno de seguridad jurídica y económica”, sin precisar más, pero aludiendo a la “coyuntura política y social”.

“No tengo constancia de que se esté produciendo un éxodo de empresas de Cataluña, pero sí de que algunas han abierto segundas delegaciones o han trasladado parte de su actividad a una segunda sociedad fuera de la comunidad autónoma”, aseguró este jueves Joaquim Gay de Montellà, presidente de Foment del Treball, la gran patronal catalana. Antes de que se conociera la decisión del Sabadell, Gay de Montellà se mostró convencido de que los traslados de sede serán sólo “medidas provisionales o puramente un plan B, pero que no se llevarán a cabo”. A su juicio, además, las mudanzas “no servirán para nada y todo volverá a su cauce en unos pocos días”. El presidente de los empresarios catalanes considera que la declaración de independencia es “negativa”, “un error para la economía y para la empresa catalana y española, en general”. En su lugar, pide “diálogo” para “recuperar la situación”.

También el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha negado que se esté produciendo una fuga de empresas. Por el contrario, detalló que Cataluña goza de récords históricos de inversión extranjera directa, PIB y exportaciones. “A la economía catalana le va mejor que a su entorno, con un PIB que crece tres veces más que el déficit”, abundó.

Para el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, en cambio,la decisión del Sabadell tiene “toda la lógica”. “Cuando un Gobierno, como el de la Generalitat, incumple la Constitución y las leyes, ¿qué seguridad jurídica tienen las empresas”, ha planteado en el Congreso.

En septiembre de 2015, justo antes de las elecciones catalanas, las patronales de la banca (AEB) y de las cajas (CECA) hicieron público un comunicado conjunto donde advertían de los riesgos de la independencia catalana por la “inseguridad jurídica” que supondría para las entidades financieras. Una Cataluña independiente, explicaban, quedaría excluida de la zona euro y obligaría a bancos y cajas a “reconsiderar su estrategia de implantación, con el consiguiente riesgo de reducción de la oferta bancaria y, con ello, de exclusión financiera y encarecimiento y escasez de crédito”. Entonces ya planteaban el abandono de Cataluña. Este jueves fuentes de AEB admitieron a infoLibre su preocupación por la posible declaración de independencia, pero rehusaron hacer ningún comentario sobre el momento político actual y las decisiones de Sabadell y Caixabank.

Fuga de depósitos

Además de la inseguridad jurídica, las entidades financieras catalanas se enfrentan al miedo de los clientes. En la Bolsa recuperaron este jueves lo perdido desde el 1-O. De hecho, el Sabadell es el valor más al alza del ÍBEX 35, pese a las turbulencias de las últimas sesiones –se dejó un 5,69% el miércoles–, con una revalorización del 27% en lo que va de año. Pero los clientes de los bancos catalanes, dentro y fuera de Cataluña, no lo tienen tan claro como los inversores bursátiles. Las entidades admiten que están recibiendo numerosas llamadas de particulares preguntando por las consecuencias de la independencia catalana en sus cuentas, créditos, fondos y planes de pensiones. Menos son los que cancelan sus depósitos. Aunque sí hay quienes, dentro de Cataluña, están trasladando sus ahorros a sucursales fuera de la comunidad autónoma. Porque si Cataluña se independiza y queda fuera del euro, también abandonará el paraguas del Banco Central Europeo (BCE). Las cuentas dejarían de estar protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que se nutre de las aportaciones de todas las entidades financieras españolas y cubre los depósitos hasta 100.000 euros. Si el pánico se apodera de los depositantes, la solución contra la fuga de capitales no es otra que el temido corralito. Si, además, Cataluña debe crear su propia moneda y su valor está por debajo del euro, los ahorros se depreciarán. Así que, mejor trasladarlos a un territorio asegurado por el FGD y el BCE. Un portavoz de Caixabank aseguró a este diario que la operativa de los últimos días había sido la "normal".

El presidente de la patronal catalana tacha de “error” que los particulares abran cuentas en entidades financieras fuera de Cataluña. “El mundo financiero catalán es muy sólido y, dentro de seis meses, se preguntarán por qué lo han hecho y no ganarán nada”, advirtió. De momento, nada se sabe sobre si se está produciendo ya una peligrosa retirada de depósitos. Pero la sombra de lo ocurrido hace no tanto con el Banco Popular, que perdió 18.552 millones de euros en depósitos entre enero y junio de este año, se cierne sobre una crisis que amenaza con ser muchísimo más grave y larga. El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró este miércoles que los clientes de los bancos catalanes “no tienen nada que temer”. Pero sólo unos días antes El País publicó que Oriol Junqueras había enviado al presidente del BCE, Mario Draghi, una carta donde le advertía de la posibilidad de que se produzca una retirada de depósitos masiva de catalanes, aunque como reacción ciudadana por el conflicto. Y de que esa fuga tenga un fuerte impacto no sólo en Cataluña y en España, sino también “en la economía y en la estabilidad financiera de la zona euro”.

En septiembre de 2015, antes de las últimas elecciones catalanas, el gobernador del Banco de España, Luis Linde, señaló como “altamente improbable, casi imposible” un corralito en Cataluña. “No me preocupa mucho, ni preocupa mucho en Europa”, zanjó. Pero entonces la declaración de independencia se veía mucho más lejos que ahora, cuando se ha anunciado para el próximo lunes.

Pánico, boicot patriótico

De momento, sólo se ha hecho público que una sociedad de valores, iBroker, ha retirado temporalmente los fondos de sus clientes depositados en el Sabadell. La firma tiene 10.000 usuarios, cuyos ahorros tiene no sólo en el Santander sino también en Bankinter y Bankia. También ha dejado el banco de Josep Oliu, pero por motivos muy distintos, el Ayuntamiento de Gironella (Barcelona), un municipio de 5.000 habitantes gobernado por el PDeCAT, que ha sacado 300.000 euros de su cuenta y los ha ingresado en Caixabank. Su alcalde, David Font, dice que quiere dar así una respuesta al traslado de sede del banco, que considera una “amenaza” a la ciudadanía de Cataluña, según publica Naciódigital. Además, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha llamado a los catalanes a “dejar de trabajar” con Caixabank, Sabadell y el BBVA “para construir la nueva república catalana”.

Cataluña posee el 15,76% de los depósitos bancarios españoles. Es la segunda comunidad autónoma por su volumen en millones de euros tras Madrid. También cuenta con el 20% de las oficinas bancarias y el 19% de los empleados del sector. Caixabank suma 230.141 millones de euros en depósitos, mientras que el Sabadell alcanza los 162.909 millones. El BBVA, con una considerable red de sucursales en Cataluña tras haber absorbido Catalunya Caixa y Unnim, acumula 499.705 millones de euros en depósitos, según la memoria de la AEB de 2016.

En préstamos, el BBVA tiene un 21% de cuota de mercado en Cataluña, Caixabank un 17% y un 14% el Sabadell. Cataluña supone el 26% del negocio español del banco que preside Josep Oliu. Y el 22% para Caixabank.

Prima de riesgo, inversiones, turismo

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Pero la onda expansiva de la independencia de Cataluña, o del miedo a su declaración, puede ir más allá del sistema financiero. De momento, la prima de riesgo ha estado contenida: este jueves volvió a caer a 124 puntos tras haber escalado la víspera hasta los 132 puntos básicos, 16 puntos desde el pasado viernes. Además, el Tesoro consiguió colocar ese mismo día casi 4.600 millones de euros en emisiones de deuda a largo plazo por unos precios sólo ligeramente más altos de lo esperado. Al menos ése ha sido el diagnóstico del Ministerio de Economía, que se ha felicitado por la “elevada confianza que mantienen los inversores” en el “fuerte crecimiento económico y la generación de empleo” en España.

En cualquier caso, que España tuviera que despedirse de ese 19% del PIB que le aporta Cataluña es una herida económica muy honda. La Mesa del Turismo, una asociación empresarial en la que se integran desde Iberia hasta Amadeus pasando por Globalia, MSC Cruceros y la patronal de hostelería, alerta de las “gravísimas consecuencias” para la actividad turística que, a su juicio, tendrá la salida de Cataluña de España y de la zona euro. Por el contrario, el presidente de AC Hotels, Antonio Catalán, descarta que el turismo se vaya a resentir por una independencia de Cataluña que considera “imposible”. “Nuestros hoteles en Cataluña están absolutamente reventados, teniendo en cuanta que el 85% de nuestra clientela es internacional”, presumió, según informa Europa Press.

La inseguridad jurídica y la pérdida de músculo económico, cuando la economía española crece a un ritmo del 3% también pueden detraer a los inversores internacionales. Pero el alto comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, niega que hasta el momento se hayan suspendido inversiones en España acobardadas por el problema catalán. Sólo, matiza a continuación, “se han parado algunos procesos, lo que los americanos llaman wait and see, pero no ha habido cancelaciones”. El aumento de la prima de riesgo y la caída de las bolsas son reacciones “lógicas”, apunta, como también la “preocupación y las muchas preguntas” de los inversores extranjeros por la posible secesión catalana. La agencia Moody’s anunciará el próximo día 20 si mantiene, sube o rebaja la calificación de España, que ahora es Baa2, un riesgo crediticio moderado.

El Sabadell no ha sido la primera empresa en trasladar su sede social fuera de Cataluña, pero la decisión del quinto banco de España es la que ha activado las alarmas. El siguiente puede ser Caixabank, la tercera entidad por sus activos sólo por detrás de Santander y BBVA. De hecho, el Gobierno quiere aprobar este mismo viernes en consejo de ministros un decreto ley para facilitar que las empresas muevan su domicilio social sin que la decisión deba aprobarla la junta general de accionistas. La norma desarrollará la Ley de Sociedades de Capital de 2015 y es el resultado de una petición expresa de Caixabank esta misma semana, según explican a infoLibre fuentes conocedoras del contenido de las negociaciones entre la entidad y el Ejecutivo. La modificación normativa permitirá a la entidad financiera hacer el cambio de domicilio social el mismo sábado en que se publique el decreto ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A diferencia de Caixabank, al Sabadell le bastaba, según sus estatutos, con que el consejo de administración aprobara la mudanza a Alicante.

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