En el primer trimestre de este año, el coste laboral por hora trabajada, esto es, lo que paga el empresario por cada empleado incluyendo salarios, pagas extra, cotizaciones sociales y otros abonos, ha aumentado un 4,5% respecto al mismo periodo del año anterior, eliminados los efectos estacionales y de calendario. En la serie original, el alza es aún mayor, hasta situarse en el 7,5%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto el coste salarial ha crecido un 4,2% en tasa anual en datos corregido y, en este primer trimestre, las actividades con dichas tasas anuales más elevadas han sido Información y comunicaciones (7,2%), Otros servicios (6,7%) y Actividades profesionales, científicas y técnicas (6,3%). Por el contrario, han bajado en Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (un 9,8%) y han registrado los menores agrandamientos en Actividades inmobiliarias (0,6%) e Industrias extractivas (1,6%), de acuerdo a la actualización del Índice del Coste Laboral Armonizado del INE.
Fuentes del ámbito económico apuntan que esas cifras reflejan “dinámicas salariales y laborales” que se están produciendo en el mercado de trabajo actual. Atribuyen en parte la elevación en los costes laborales mostrada en esos ámbitos a “la demanda al alza de servicios especializados”, así como a “la evolución tecnológica que se va afianzando”, lo que repercute en “una necesidad cada vez mayor de habilidades avanzadas o de cualificación”. Lo que los números indican sin duda es cuáles son los focos en los que más se acrecientan los salarios, sin tener en cuenta otros costes: en el área de las comunicaciones las retribuciones salariales se estiran casi un 8% interanual y en las profesionales y el campo científico-técnico más de un 6%.
Esta tendencia no ha arrancado en 2024. En el informe Las mejoras del empleo avanzan la transformación del modelo productivo llevado a cabo por el gabinete económico de CCOO se refleja que en España se han creado 1,58 millones de empleos asalariados netos entre 2018 y 2023, lo que ha supuesto un 10% más. Si bien, en algunos sectores y ramas de actividad la escalada ha sido más potente: en el caso de Actividades profesionales, científicas y técnicas ha trepado hasta el 39%, y dentro de éstas investigación y desarrollo destaca con un 74%; en la esfera de Información y comunicaciones un 33%, donde sobresale programación, consultoría y otros servicios informáticos con 57%; y en Sanidad y servicios sociales, un 24%.
Rafael Pampillón, catedrático de Economía de la Universidad CEU San Pablo, cree positivos los movimientos que se están produciendo en esos nichos de mercado, si bien matiza que hay en ellos “poca mano de obra disponible, ya que mucha se ha ido fuera, por lo que hay vacantes”. Con lo que “ante una oferta limitada, los que ofrecen su trabajo pueden pedir aumentos salariales y a las empresas les compensa porque su productividad es alta”. “Pero es una parte pequeña de la población todavía”, apostilla, para poner el acento en que “en la Hostelería, por ejemplo, los costes laborales por hora trabajado han subido casi un 6%”.
La productividad, al final de la ecuación
Quiere hacer notar que los desembolsos por los trabajadores “han subido por encima de la inflación, del 3,6% en mayo”, lo que achaca, “en buena medida, al aumento de las cotizaciones sociales un 8%”. “Los salarios van a seguir subiendo -sostiene- porque el año pasado se puso en marcha ese mecanismo de equidad intergeneracional, a lo que hay sumar el nuevo impuesto que es la cuota de solidaridad, para los que ganen más de 56.000 euros brutos al año. Les han subido un 0,25 y se nota en el trimestre”, asevera.
A juicio del catedrático de Economía, los sueldos deberían acrecentarse “con la productividad, porque no hay otra manera lógica y de sensatez, pero ésta no está subiendo, sigue estando por debajo de la media europea”. “Crecemos más que otros países porque tenemos más mano de obra y trabajamos más. Echamos más hora y en sectores de baja productividad como el turismo, la construcción, la agricultura, el servicio doméstico… Y ahí no pueden cobrar salarios más altos”, avisa.
Para fuentes de la CEOE, “el dato del coste laboral por hora del primer trimestre, con un crecimiento del 7,5% en tasa interanual, viene a confirmar la tendencia creciente de los costes laborales que se viene produciendo desde 2021. No obstante, esta cifra tan elevada está condicionada por la celebración de la Semana Santa en marzo de este año”, precisan. Si se pone la lupa en “los términos corregidos de estacionalidad y calendario, el dato –4,5% interanual y 0,8% trimestral–, muestra", a su parecer, una línea hacia "la desaceleración", pero "aumenta a un ritmo mayor que antes de la pandemia”, aportan.
Las fuentes consultadas subrayan igualmente “las notables diferencias que hay entre los sectores, que varían desde el 7,2% de las ramas ligadas a la digitalización, a los ritmos superiores al 5% en muchas actividades de servicios, a la caída de casi el -10% de la energía. Con todo, hay que destacar que 15 ramas de actividad de la economía, de 18 sectores, tienen un aumento del coste laboral por hora superior al 3,9%, por encima de la inflación”, recalcan. Desde CEOE arguyen que, con esa elevación y "el descenso de las horas trabajadas, si no se aumenta la productividad, va a suponer que esta variable va a seguir avanzando, lo que puede restar competitividad a la economía española”.
"Hay que seguir subiendo salarios"
De su lado, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, mantiene que "para los últimos cuatro trimestres, se observa una ligera tendencia hacia la baja del coste salarial unitario por hora trabajada, convergiendo hacia la inflación". "Sin embargo –enlaza–, considerando todo el periodo inflacionista, desde el primer trimestre de 2021, hay una reducción real de costes salariales del 5,1% con datos corregidos de efecto estacional y calendario", afirma.
Empapado de los porcentajes, asegura que durante el periodo comprendido entre el primer trimestre de 2021 y este de 2024, "la evolución relativa de los costes salariales frente a la inflación es negativa, es decir, el IPC ha acumulado un incremento del 17,08%, mientras los costes laborales por hora efectivamente trabajada corregido por estacionalidad y calendario" se han ensanchado "en un 11,32%" y "los salariales en 11,08%". Por lo tanto, ha habido "una reducción real del 4,9% y del 5,1%, respectivamente", insiste.
Luján quiere dejar claro que, teniendo en cuenta "los indicadores originales, la pérdida real es del 2,9% para el coste laboral total y del 2,8% para los costes salariales" y que "los costes laborales por hora efectivamente trabajada se han incrementado en un 13,66% y los salariales en un 13,76%". En definitiva, "desde que empezó la crisis inflacionaria, los salarios han subido menos que los precios, por lo que, a pesar del tímido ascenso del ultimo trimestre, en donde superaron la inflación, siguen perdiendo poder de compra este 2024". Su conclusión es rotunda: "Hay que seguir subiendo salarios".
En el primer trimestre de este año, el coste laboral por hora trabajada, esto es, lo que paga el empresario por cada empleado incluyendo salarios, pagas extra, cotizaciones sociales y otros abonos, ha aumentado un 4,5% respecto al mismo periodo del año anterior, eliminados los efectos estacionales y de calendario. En la serie original, el alza es aún mayor, hasta situarse en el 7,5%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).