La cláusula de revisión salarial atasca la firma del acuerdo entre patronal y sindicatos que debería servir de guía para fijar los sueldos este año y el próximo en las empresas españolas. Ambas partes apuran los últimos días del mes de julio en busca de un pacto que parece esquivo. Una vez que el acuerdo sobre la necesidad de subir salarios tras años de devaluación es unánime –e incluye al Ministerio de Empleo–, la piedra en el zapato de la negociación es esa garantía que permitiría aumentar los sueldos si a final de año la inflación supera el índice previsto. Una revisión que la CEOE rechaza de plano, pero que los sindicatos están “muy empeñados en recuperar como concepto”, según explica el secretario general de CCOO, Unai Sordo.
El recién elegido líder sindical ha subrayado su postura advirtiendo de que, si el posible acuerdo excluye la cláusula de revisión, las bandas salariales que hasta ahora parecían más o menos pactadas “deberán ser otras”. UGT y CCOO han puesto sobre la mesa una horquilla de entre el 1,8% y el 3%, mientras que la CEOE propone un alza salarial de entre el 1% y el 2,5%, con medio punto vinculado a la productividad. Pero su presidente, Juan Rosell, también ha declarado estos días que los empresarios están dispuestos a darles un “empujón” a los salarios más bajos. Al tiempo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, pide que el aumento de los sueldos “se acompase al ritmo de creación de empleo”. Y el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, plantea que la subida salarial para los funcionarios en 2018 se vincule, no al IPC, sino al crecimiento, que supera el 3% del PIB.
Tras presentar a su nueva ejecutiva, Unai Sordo ha explicado este miércoles a los medios de comunicación que la cláusula de revisión salarial interesa a CCOO más como “concepto” que por su aplicación este mismo año. “Si se cumple la previsión de IPC, lo más seguro es que no hará falta que la cláusula opere”, indicó. El Gobierno calcula que el IPC terminará en torno al 1,5%. Si los salarios suben por encima del 1,8%, el mínimo propuesto por la CEOE, no perderán poder adquisitivo. Pero el dirigente de CCOO considera que esa cláusula sí será “un elemento importante en el futuro para recuperar el poder adquisitivo por los previsibles picos de la inflación en los próximos años”.
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También ha desechado el argumento de la CEOE contra la cláusula. “No es cierto que tenga efectos inflacionistas”.
Sordo ha reiterado que la negociación con la patronal debe cerrarse este mes “con acuerdo o sin él”. Por el contrario, la CEOE deja caer que los convenios en las empresas y los sectores se siguen firmando aun sin acuerdo, con subidas de hasta el 1,3% e incluso ha sugerido que se abra ya la negociación de los salarios de 2018se abra ya la negociación de los salarios de 2018.
El secretario general de CCOO, elegido el pasado día 1, ha defendido la inclusión de Francisco Carbonero, ex secretario general de la federación andaluza, en la nueva ejecutiva del sindicato, pese a haber sido imputado en una pieza separada del caso de los EREcaso de los ERE. “Su única intervención fue firmar para constituir una asociación a la que estábamos obligados para gestionar recursos de apoyo a los trabajadores despedidos de unas empresas desaparecidas”, detalló, “no intervino en la gestión de esos recursos, no ha sido acusado de nada y no ha comparecido en ningún juzgado”. A su juicio, sería por tanto una “injusticia” haberle apartado. “Ya veremos qué ocurre cuando avance el proceso judicial”, zanjó. Sordo fue elegido secretario general con un 88,8% de los votos en el último congreso federal del sindicato. Pero la ejecutiva que le acompaña tuvo menos respaldo: cosechó 210 votos en blanco y 80 nulos de un total de 742.
La cláusula de revisión salarial atasca la firma del acuerdo entre patronal y sindicatos que debería servir de guía para fijar los sueldos este año y el próximo en las empresas españolas. Ambas partes apuran los últimos días del mes de julio en busca de un pacto que parece esquivo. Una vez que el acuerdo sobre la necesidad de subir salarios tras años de devaluación es unánime –e incluye al Ministerio de Empleo–, la piedra en el zapato de la negociación es esa garantía que permitiría aumentar los sueldos si a final de año la inflación supera el índice previsto. Una revisión que la CEOE rechaza de plano, pero que los sindicatos están “muy empeñados en recuperar como concepto”, según explica el secretario general de CCOO, Unai Sordo.