El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha recalcado este viernes que "Libia no es un puerto seguro" para el desembarco de migrantes interceptados o rescatados en el mar Mediterráneo, ante el deterioro de seguridad en el país africano.
"Se necesitan urgentemente alternativas legales", ha dicho, antes de agregar que los equipos de rescate "siguen recuperando" cuerpos tras el hundimiento de una embarcación frente a las costas del país, que podría haber dejado hasta 150 muertos. Así, ha recordado que, en medio de esta situación, "tuvieron lugar al menos tres operaciones de intercepción o rescate en el mar durante la pasada noche, con el desembarco de más de 200 migrantes y refugiados en Trípoli, Al Joms y Zuara".
En este sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha resaltado que el hundimiento del jueves fue "la peor tragedia del año en el Mediterráneo". "Restablecer el rescate en el mar, terminar con la detención de refugiados y migrantes en Libia, incrementar las vías seguras para salir de Libia tienen que tener lugar ahora, antes de que sea demasiado tarde para muchas más personas desesperadas", ha agregado.
Por ello, el organismo ha reclamado a la comunidad internacional que ofrezca "ayuda adicional, incluso a través de plazas de reasentamiento y otras vías legales, para que la gente más vulnerable o en situación de riesgo pueda salir de Libia". Asimismo, ha recalcado que "es necesario reforzar las acciones para detener y llevar ante justicia a los traficantes y tratantes sin escrúpulos que se benefician de la desesperación de la gente y acabar con su modelo de negocio".
Por su parte, Anne-Cecilia Kjaer, coordinadora de enfermería de Médicos Sin Fronteras (MSF) que atendió a las personas rescatadas tras el naufragio, ha manifestado que "no es posible ni imaginar por lo que están pasando estas personas". "No hay palabras para describir su sufrimiento", ha añadido.
Kjaer ha relatado que al llegar al lugar en el que se encontraban las personas que habían logrado llegar a la costa se procedió a identificar los casos críticos, mientras que algunos estaban en estado de shock por lo ocurrido. "Un hombre de Sudán, que literalmente fue sacado del agua, le dijo a nuestro equipo que había visto cómo se ahogaban su esposa e hijos. Parecía horrorizado. Simplemente estaba sentado allí, en estado shock", ha manifestado. "Las personas con las que hablé habían estado en manos de los traficantes durante mucho tiempo y, en general, estaban en mal estado: parecían estar desnutridas y anémicas", ha añadido.
El hundimiento
Los supervivientes detallaron que iniciaron la travesía el miércoles y que el problema se inició con la entrada de agua en el barco a causa de un daño que sufrió durante el recorrido. "Dijeron que estaban a un par de kilómetros de la costa cuando el nivel del agua en el bote aumentó. Mientras continuaban su camino hacia la orilla, el bote comenzó a hundirse. La mayoría de los niños no podían nadar, e incluso aquellos que podían se hundían debido a la fatiga", ha dicho Kjaer.
En este sentido, ha subrayado que la mayoría de las personas a las que prestó atención "experimentaron viajes sumamente espantosos" y "de nuevo, serán puestos en una posición donde corren un riesgo mortal". "Antes de sobrevivir al naufragio, cruzaron el desierto, estuvieron cautivos por los traficantes, se enfrentaron a violencia y torturas. Después vieron cómo se ahogaban sus familiares, y ahora es probable que sean llevados a una prisión, en condiciones horribles, o que desaparezcan sin dejar rastro en un país en guerra donde los refugiados y los migrantes están particularmente expuestos a niveles alarmantes y bien conocidos de abusos", ha denunciado.
"Terrible recordatorio"
La Comisión Europea ha avisado de la urgencia de que los países de la Unión Europea acuerden una solución temporal que permita el desembarco de inmigrantes en Europa tras el "terrible" naufragio frente a las costas de Libia en el que ha muerto hasta 150 personas.
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"Es un terrible recordatorio de los riesgos a los que se enfrentan todavía aquellos que emprenden este viaje muy peligroso a Europa. Cada vida perdida es demasiado", ha subrayado en rueda de prensa la portavoz de la Comisión Europea, Natasha Bertaud, preguntada por el nuevo naufragio.
La portavoz comunitaria ha reiterado la necesidad "urgente" de que los gobiernos europeos acuerden una solución "predecible" para hacer posible el desembarco de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y su distribución posterior entre países. "Necesitamos garantizar una mayor predictibilidad para los actores que están haciendo un trabajo crucial para salvar vidas", ha subrayado.
"Nuestro objetivo siempre ha sido impedir que esas vidas se pierdan en el mar y vamos a continuar con los esfuerzos para que estos viajes peligrosos no se produzcan en primer lugar", ha remachado, tras recordar que la UE ha contribuido a salvar 730.000 vidas desde 2015 a través de cuatro misiones en la zona.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha recalcado este viernes que "Libia no es un puerto seguro" para el desembarco de migrantes interceptados o rescatados en el mar Mediterráneo, ante el deterioro de seguridad en el país africano.