La Asamblea Nacional de Francia, la Cámara Baja del Parlamento, ha dado luz verde este domingo a última hora al proyecto de ley sobre asilo e inmigración que endurece las normas migratorias y ha levantado recientemente la polémica en el seno del partido La República En Marcha (LREM) que lidera el presidente, Emmanuel Macron.
Tras un largo debate, la Asamblea ha aprobado el proyecto, cuyo objetivo es lograr "una inmigración controlada, un asilo eficaz y una integración exitosa", con 228 votos a favor, 139 en contra y 24 abstenciones, según ha recogido el diario local Libération.
En contra de la medida se han erigido principalmente los diputados opositores de Los Republicanos, el Frente Nacional y los socialistas, mientras que los parlamentarios de La República En Marcha y el centrista Movimiento Demócrata (MoDem) han apoyado la iniciativa.
No obstante, casi una quincena de diputados de LREM, entre los que se encuentran Delphine Bagarry, Stella Dupont, Matthieu Orphelin, Martine Wonner y Sonia Krimi, han decidido abstenerse. Otros ocho diputados de MoDem se han abstenido, y uno ha votado en contra de la medida.
El diputado de LREM Jean Michel Clement ha votado en contra tras asegurar que se desmarcaría de la mayoría. "No estoy seguro de que estemos enviando a los ciudadanos del mundo un mensaje universal que haya sido siempre nuestro", ha explicado en un comunicado.
Está previsto que la ley pase a manos del Senado, donde será sometida a debate en junio. Decenas de diputados han expresado su preocupación por el proyecto durante los últimos días. El presidente del grupo parlamentario de LREM, Richard Ferrand, ha alertado a los miembros del partido de que abstenerse supone únicamente un "pecado venial", pero votar en contra constituye un "pecado mortal".
La legislación ha sido criticada por varios grupos de defensa de los Derechos Humanos y por partidos de la oposición, principalmente los de izquierda. La aprobación de la norma pone a prueba la unidad de la formación liderada por el presidente francés.
El texto duplica hasta los 90 días el tiempo que los inmigrantes que acceden de forma ilegal al país pueden permanecer bajo custodia policial y reduce los plazos de presentación de solicitudes de asilo. Además, tipifica como delito punible con penas de hasta un año de prisión cruzar la frontera francesa de forma irregular.
El Gobierno, por su parte, ha asegurado que quiere impulsar una ley justa sobre inmigración. La ley también facilitaría a los menores los trámites y reduciría los plazos para las autoridades en un intento por acelerar los procesos y solicitudes.
La Asamblea Nacional de Francia, la Cámara Baja del Parlamento, ha dado luz verde este domingo a última hora al proyecto de ley sobre asilo e inmigración que endurece las normas migratorias y ha levantado recientemente la polémica en el seno del partido La República En Marcha (LREM) que lidera el presidente, Emmanuel Macron.