La coalición conservadora gana las elecciones en Portugal y el éxito de la ultraderecha amenaza a los socialistas

Terremoto en la política portuguesa. La coalición de centro derecha (Alianza Democrática - AD), liderada por Luis Montenegro, ha ganado las elecciones con 32,72% de los votos pero la gran ganadora ha sido la extrema derecha, que ha conseguido subir de los 18,06% a los 22,56% y de los 50 a los 58 diputados. Más, el ultraderechista Chega, liderado por André Ventura, se ha quedado a menos de un punto del Partido Socialista (PS), de Pedro Nuno Santos, que se hizo con el 23,38% de los votos y se aseguró por los pelos el tercer puesto, aunque empatado, en diputados, con Chega.
Un delgado margen de 50.000 votos que puede desaparecer en cerca de 10 días, cuando se cuenten los votos de los inmigrantes que eligen todavía cuatro diputados. El año pasado, Chega consiguió la mitad y los otros dos se repartieron entre AD y PS.
“Ya hemos pasado. Ya hemos pasado”, se escuchó a la llegada de André Ventura para sus primeras declaraciones. “Hemos conseguido algo histórico desde el 25 de abril de 1974. Chega es la segunda fuerza política de este país y podemos decir con toda certeza que se ha acabado el bipartidismo en Portugal”, señaló Ventura.
Ventura endureció un discurso en el que dijo que “ha llegado el momento de ajustar cuentas”, junto a los “que se han sentido excluidos del sistema en estos 50 años”, haciendo referencia a las décadas de democracia en Portugal y prometiendo que “nada quedará como antes”. “Ganamos y hemos cambiado el sistema político de Portugal para siempre. La victoria es del pueblo portugués que ha dado un grito de revuelta. Portugal es nuestro”, dijo, eufórico. “Estamos llegando al punto en el que seremos capaces de gobernar Portugal pero no conseguiremos la transformación que el país necesita hasta que consigamos gobernar”.
No es no
Hasta ahora, Luis Montenegro siempre ha sido tajante con la posibilidad de hacer un acuerdo de gobierno con Chega, con un “no es no”, pero, con los números actuales, es una incógnita si va a poder mantener esa posición. Preguntado por los periodistas, no contestó directamente a la pregunta y apeló al “sentido de responsabilidad de la oposición”. “Todos deberán ser capaces de dialogar y colocar los intereses de Portugal por delante”, insistió.
“Al Gobierno y al primer ministro cabrá estar a la altura de la confianza reforzada que recibió. A las oposiciones cabrá respetar y cumplir la voluntad popular. De unos y de otros se espera sentido de Estado y sentido de la responsabilidad y la salvaguarda del interés nacional”, dijo Montenegro.
Pese a haber mejorados sus resultados, esta mayoría tampoco le da libertad de movimientos a la AD, que necesitará siempre apoyo externo para poder gobernar. Si en un primer momento los liberales de Iniciativa Liberal se habían mostrado dispuestos a colaborar, después de los resultados – y la constatación de que no suman – su líder, Rui Rocha, aseguró que el lugar de la IL es en la oposición. “Seremos fieles a nosotros mismos, aunque caminemos de forma más lenta, pero no vamos a caer en el populismo”, aseguró.
Ahora, Luis Montenegro esperará que el PS, sumido en una profunda crisis, le sirva de muleta para asegurar la estabilidad que necesita, sin tener que echar mano de Chega, cuya estrategia tampoco está claro que pase por un acuerdo con la AD.
A Luis Montenegro no le ha pasado factura su empresa familiar, cuyo posible conflicto de intereses y violación de la obligación de exclusividad estuvo en el origen de estas elecciones anticipadas. Su relato, que señalaba el PS como el culpable de la repetición de los comicios, por haber tumbado la moción de confianza al Gobierno, parece haber calado en el electorado.
Dimisión
Tanto, que el PS cosechó sus peores resultados desde 1985 y Pedro Nuno Santos presentó su dimisión. Cuando las primeras proyecciones fueron publicadas, los se quedaron en shock y el silencio invadió el hotel donde seguían la noche electoral. Horas después la debacle se confirmó.
“Asumo mis responsabilidades como líder del partido y pediré, por eso, elecciones internas a las que no me presentaré. Pero como dijo Mário Soares, solo es derrotado el que desiste de luchar y yo jamás desistiré de luchar. Hasta pronto”, dijo, citando a uno de los históricos del partido.
Antes de abandonar el cargo, Pedro Nuno Santos quiso, sin embargo dejar claro que, en su punto de vista “no cabe al PS ser el soporte de este Gobierno”. “Son tiempos duros y difíciles para la izquierda. Son tiempos duros y difíciles para el PS. La extrema derecha ha crecido mucho, se ha tornado más violenta, más agresiva y más mentirosa y lo hemos sentido en esta campaña. Debe ser combatida sin miedo y mirándola a los ojos”, zanjó.
La coalición gobernante de derechas gana las elecciones en Portugal con más del 35% del voto
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El resultado de las elecciones deja una composición parlamentaria completamente nueva en Portugal, que ve sus fuerzas de izquierda reducidas a su menor expresión desde el inicio de la democracia. Una caída que André Ventura quiso capitalizar en su discurso: “Chega superó al partido de Mário Soares [PS], mató al partido de Álvaro Cunhal [Partido Comunista] y barrió al Bloco de Esquerda”.
De los partidos a la izquierda del PS solo Livre consigue mejorar su votación de hace un año, sumando dos diputados a los cuatro que tenía. El Bloco de Esquerda pierde tres escaños y elige apenas a su líder, Mariana Mortágua, y el Partido Comunista consigue apenas 3 diputados.
Este lunes el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, empezará a llamar a consultas a los partidos, para dar inicio al proceso de formación de Gobierno en un Parlamento claramente escorado a la derecha, pero en que el escenario de inestabilidad no ha quedado solucionado.