François Fillon ha ganado la segunda vuelta de las primarias presidenciales de la derecha francesa con un 66,5 % de los votos, según datos oficiales aún parciales. Fillon se impone así a su rival, Alain Juppé, que conseguiría un 33,5 % de votos, según datos correspondientes al escrutinio de 9.899 centros de votación y que recoge Europa Press. En total hay 10.229 centros. Además, el portal oficial de resultados informa de que hasta el momento se han contabilizado en las primarias 4.238.510 simpatizantes de la derecha. Se han contabilizado además 12.556 votos en blanco o nulos.
Fillon sería así el candidato de centro-derecha para las elecciones presidenciales que se celebrarán en primera vuelta el 23 de abril, y en segunda, el 7 de mayo. En la encuestas publicadas tras la elección de Fillon auguran ya una victoria suya en la primera vuelta con un 26 % de intención de voto, por delante del 24 % de Le Pen. Muy por detrás quedarían el posible candidato socialista Emmanuel Macron (14 %), Jean-Luc Mélenchon (izquierda, 13 %). El actual presidente, François Hollande, se quedaría en un exiguo 9 % y el centrista François Bayrou obtendría el 6 %. En segunda vuelta, Fillon derrotaría claramente a Le Pen en la segunda vuelta con un 66 % de los votos frente al 33 % de la ultraderechista.
"Esta es una victoria sustantiva basada en convicciones", ha proclamado Fillon desde la Casa de la Química de París. "Poco a poco, he sentido esta ola que ha roto todos los escenarios escritos de antemano. Se ha entendido mi enfoque", ha añadido mientras sus seguidores coreaban "¡Fillon, presidente!, ¡Fillon, presidente!". El exministro ha aprovechado para criticar el "patético" quinquenio presidencial de Hollande y defender "volver a avanzar como nunca en los últimos 30 años". "Por eso necesito a todo el mundo", ha apostillado.
"Debemos convencer a todo el país de que nuestro proyecto es el único que nos puede levantar, por el empleo, por el crecimiento, para luchar contra los fanáticos que nos han declarado la guerra", ha añadido. Además, ha abierto la campaña con críticas a sus rivales: "La izquierda es el fracaso; la extrema derecha está hundida".
Alain Juppé ha reconocido en la noche de este domingo su derrota en las primarias del partido Los Republicanos. "Expreso esta noche mi apoyo a François Fillon, y le deseo buena suerte en su campaña presidencial, así como la victoria en mayo de 2018", ha dicho el ex primer ministro. Asimismo, ha abogado por "continuar manteniendo la idea de Francia tranquila y reconciliada", apuntando que para ello "hay que hacer esfuerzos a favor de la generosidad, el respeto mutuo y la justicia".
Por su parte, la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha afirmado que el ganador de las primarias de la derecha "será un muy buen candidato" para ella en las presidenciales de abril y mayo. "Nunca ningún candidato había ido tan lejos en la sumisión a las exigencias ultraliberales de la Unión Europea", ha afirmado Le Pen desde Reunión, donde se encuentra de visita. "Vamos a comparar verdaderamente proyecto contra proyecto. Hay una propuesta patriota de Marine Le Pen, con patriotismo económico, prioridad nacional, protección de las empresas ante una competencia internacional desleal", ha planteado. Enfrente, el "proyecto Fillon", con "supresión de la Seguridad Social, supresión de la duración legal de trabajo, la desregulación total. Los franceses elegirán", ha apostillado.
Un vencedor contra pronóstico en la primera vuelta
François Fillon y Alain Juppé, antiguos primeros ministros de Francia, se enfrentaban en la segunda y definitiva vuelta de las primarias del centro-derecha. El centro-derecha francés, en general, y Los Republicanos, en particular, vivieron el 20 de noviembre una primera vuelta que deparó más de una sorpresa. Un 44,1% de los 4,2 millones de votantes que participaron en esta primera vuelta respaldaron a Fillon, vencedor contra pronóstico.
Las encuestas, de hecho, sí detectaban una tendencia al alza para el ex primer ministro, pero en el mejor de los escenarios le auguraban una lucha encarnizada por el segundo puesto. Finalmente, esta segunda posición recayó en Juppé, que logró el 28,6% de los apoyos, menos de los esperados.
El gran derrotado fue el expresidente Nicolas Sarkozy, que llegó a imaginar estas primarias como un paseo hacia el Elíseo. Sin los niveles de popularidad de los que gozó al anunciar su vuelta a la primera línea política en 2014 y salpicado por escándalos políticos y judiciales, se tuvo que conformar con el 20,7% de los sufragios.
Sarkozy quedó relegado a mero espectador, pero su voz –y voto– podría ser clave para la segunda vuelta. El expresidente anunció la misma noche electoral que respaldaría a Fillon, descrito por todos los analistas como un sarkozysta y al que considera más "próximo ideológicamente".
No en vano, Fillon cuenta con un perfil similar al del antiguo jefe de Estado y tiene entre sus principales respaldos a los electores más a la derecha del espectro político. Juppé, en cambio, tenía partidarios en el centro e incluso en la izquierda, gracias a una imagen de moderación que no terminó de convencer a sus compañeros de filas, temerosos del sorpasso del Frente Nacional.
Primarias abiertas
La votación de este domingo, que comenzó a las 8.00 de esta mañana, estaba abierta, de nuevo, a todo aquel que desease participar. El único requisito era figurar en los censos electorales, pagar dos euros y firmar una simbólica declaración: "Comparto los valores republicanos de la derecha y del centro y me comprometo con la alternancia para lograr la recuperación de Francia".
Los análisis realizados en los últimos días por los medios franceses constataban una especial movilización del electorado de derechas e incluso hablaban de una participación mayor de lo esperada de potenciales votantes del Frente Nacional en las primarias teóricamente reservadas a Los Republicanos.
Una encuesta de IFOP-Fiducial divulgada esta semana por varios medios galos, entre ellos la cadena iTele y la revista Paris Match, situaba a Fillon como el preferido del electorado más conservador, ya que por él estarían dispuestos a votar el 75% de los simpatizantes de Los Republicanos y el 84% de los seguidores del Frente Nacional.
Juppé, en cambio, conseguiría el 83% de los votos entre los franceses de izquierdas y el 66% entre los que se definen de centro, según el sondeo, que concedía a Fillon una intención de voto general del 65%, 30 puntos por encima de su rival directo.
La expectación era máxima, como lo demuestra el hecho de que el cara a cara que ambos candidatos mantuvieron el jueves en televisión fue seguido por casi 8,5 millones de telespectadores, un 33,8% de la audiencia.
Dos programas
En términos programáticos, Fillon y Juppé acudían a esta histórica cita con un marcado mensaje económico. Los Republicanos criticaron especialmente el legado de este quinquenio socialista y, conscientes de que parten con opciones en 2017, afinaron algunas propuestas clave con cifras concretas.
Fillon y Juppé coincidían en la necesidad de elevar a 65 años la edad de jubilación, eliminar el impuesto sobre el patrimonio y aparcar la jornada laboral de 35 horas. También querían reducir el tamaño del funcionariado, aunque el derrotado Juppé planteaba suprimir entre 200.000 y 300.000 puestos y Fillon habla de hasta medio millón.
En temas de seguridad, el vencedor quiere retirar la nacionalidad a los franceses que se hayan unido a la lucha armada en Siria o Irak y dotar de armas a la Policía Municipal. Juppé, por su parte, quería crear una policía penitenciaria y reclutar a 10.000 nuevos miembros de las fuerzas de seguridad, según una comparativa de la cadena BFMTV.
Ambos defendían un sistema de cuotas para contener la inmigración, pero en cuestiones de sociedad el programa de Fillon es más conservador. Así, mientras Juppé planteaba por ejemplo respetar la ley de matrimonio homosexual, Fillon quiere volver a redactarla y retirar la posibilidad de adopción.
Los dos candidatos sumaban a su lista de discrepancias cuestiones de política exterior y temas de actualidad como la guerra siria. Fillon es partidario de un acercamiento a Rusia y de una alianza con el régimen de Bashar al Assad para combatir al grupo terrorista Estado Islámico, lo que le habría valido buenas palabras por parte del mandatario ruso, Vladimir Putin.
Por su parte, Juppé se mostraba especialmente crítico con la alianza Moscú-Damasco y rechazaba de plano una intervención militar en territorio sirio.
El día después
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Las primarias del centro-derecha marcan un punto de inflexión clave en la carrera hacia las elecciones presidenciales de abril y mayo de 2017, en las que la ultraderechista Marine Le Pen ya tiene puestas todas sus energías. Los socialistas, en cambio, desconocen incluso si el actual presidente, François Hollande, se presentará a la reelección.
La victoria de Fillon supone la reafirmación de Los Republicanos como partido conservador tradicional y con ella esperan levantar un dique de contención de cara a la posible fuga de votos al Frente Nacional de Le Pen, considerado el rival a batir en la inminente cita con las urnas.
La pelota en los próximos meses estará en el tejado del Partido Socialista, que celebrará sus primarias los días 22 y 29 de enero. Hollande deberá despejar antes la incógnita sobre su futuro político y quedará por ver también si algún peso pesado se suma a nombres como los de los exministros Arnaud Montebourg o Emmanuel Macron.
François Fillon ha ganado la segunda vuelta de las primarias presidenciales de la derecha francesa con un 66,5 % de los votos, según datos oficiales aún parciales. Fillon se impone así a su rival, Alain Juppé, que conseguiría un 33,5 % de votos, según datos correspondientes al escrutinio de 9.899 centros de votación y que recoge Europa Press. En total hay 10.229 centros. Además, el portal oficial de resultados informa de que hasta el momento se han contabilizado en las primarias 4.238.510 simpatizantes de la derecha. Se han contabilizado además 12.556 votos en blanco o nulos.