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Francia y Países Bajos presionaron para poder retener incluso a bebés en las fronteras de la UE

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Leïla Miñano, Maria Maggiore, Pascal Hansens (IE)

Un paquete de controvertidas leyes migratorias a punto de ser aprobado por la Unión Europea (UE) podría permitir a los gobiernos retener a los niños migrantes en las fronteras incluso si son recién nacidos y recortar aún más la protección de los menores no acompañados, gracias en parte a las presiones secretas de un grupo de Estados miembros liderado por Francia. La propuesta inicial permitía la entrada en un país de niños menores de 12 años, junto a sus familias, pero en el texto que prevé aprobar la UE se ha eliminado el límite de edad, de forma que todos los inmigrantes serán sometidos al procedimiento migratorio para decidir si pueden entrar o no en un Estado de la UE, con independencia de los años que tengan.

Documentos confidenciales obtenidos por el consorcio periodístico Investigate Europe revelan cómo Francia y los Países Bajos presionaron a los negociadores para que incluyeran medidas más estrictas en el Pacto sobre Migración y Asilo. Ambos contaron con el apoyo de otros países, especialmente Dinamarca, la República Checa y Malta. infoLibre publica en exclusiva en España este trabajo de Investigate Europe.

Diversos activistas y un representante de Naciones Unidas afirman que la inclusión de tales políticas podría violar la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, firmada por todos los países de la UE. Las reformas, que se han negociado durante años y podrían aprobarse finalmente el próximo mes de abril, darían a los Estados mayores competencias en materia de migración y limitarían las nuevas llegadas. El acuerdo alcanzado en diciembre por el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo fue calificado de "histórico" por las autoridades. Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron que provocaría "un aumento del sufrimiento" de quienes intentan entrar en Europa.

Las actas de los debates a puerta cerrada

El acuerdo, anunciado el pasado 20 de diciembre, llegó tras meses de conversaciones a puerta cerrada. El núcleo de los debates tuvo lugar en el Coreper (Comité de Representantes Permanentes), un órgano que reúne a embajadores de todos los Estados de la UE y se encarga de negociar las futuras leyes. Las actas de estas reuniones obtenidas por Investigate Europe exponen por primera vez cómo una serie de gobiernos trabajaron en secreto para influir y endurecer las propuestas.

En una reunión celebrada el 15 de mayo de 2023, el representante francés celebró la decisión de eliminar los límites de edad para que las autoridades puedan detener a los inmigrantes que llegan: "Francia agradece a la presidencia de la UE la supresión de la exención para los menores de 12 años y sus familias".

En una reunión celebrada el 18 de diciembre se señaló que 11 Estados miembros "siguen rechazando una exención general para menores", que impidiese retenerlos en la frontera si tenían menos de 12 años. En otro encuentro celebrado un mes antes, Malta dijo que una exención era "impracticable debido a la susceptibilidad al abuso (alegando ser menor de edad) y, por tanto, se ve con gran escepticismo". La postura de Países Bajos fue igualmente explícita: "Los Países Bajos rechazan las exenciones generales del procedimiento fronterizo para menores y sus familiares".

Alemania, sin embargo, mantuvo inicialmente que eliminar la exención sería "inaceptable". Portugal, Italia, Irlanda y Luxemburgo también expresaron su preocupación: "La detención de niños está totalmente fuera de lugar".

Pero en la propuesta acordada en diciembre se ignoraron esos temores. El texto, del que Investigative Europe ha obtenido una copia, se presentará a la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo este miércoles 14 de febrero y se votará finalmente en pleno en abril.

Si se aprueba el texto actual, las familias con niños de cualquier edad podrían ser retenidas legalmente durante meses en los pasos fronterizos, mientras se tramitan las solicitudes de asilo. "Es la generalización del enfoque de puntos críticos", sostiene Federica Toscano, de Save The Children. Ese enfoque contempla centros, muy utilizados en Grecia e Italia, que han sido denunciados por hacinamiento, servicios inadecuados y delincuencia. "Este sistema, en el que se mezclan niños y adultos, ha provocado la peor violencia contra los menores: violaciones, agresiones, asesinatos", añade Toscano.

Los niños que llegan solos a las fronteras también podrían verse perjudicados. En la actualidad, los menores no acompañados no pueden ser detenidos legalmente, aunque esta práctica es alarmantemente habitual. Las leyes previstas establecen que, si representan un "peligro para la seguridad nacional" –decisión que determina cada Estado–, los menores no acompañados pueden ser retenidos en centros durante un máximo de tres meses.

Además, si se sospecha que un menor ha facilitado "información engañosa", procede de un "país seguro" o de un país en el que la proporción de personas a las que se concede asilo es del 20% o menos, los Estados podrán acelerar la tramitación de. su solicitud. Esto podría aumentar las posibilidades de que sean devueltos rápidamente a su país de origen.

Esto afecta, por ejemplo, a los niños de Túnez, Turquía, Albania, India o Serbia, cuyos países se consideran "seguros". "No se puede generalizar en materia de asilo", explica el abogado Gianfranco Schiavone, de la Asociación de Estudios Jurídicos sobre Inmigración de Italia. "Puede haber un joven tunecino que huya de la violencia o las torturas sufridas en su propio país, aunque éste sea teóricamente «seguro». El asilo debe analizarse caso por caso".

Francia volvió a ejercer un papel relevante en este asunto. "Eximir a los menores no acompañados de los procedimientos fronterizos representa un riesgo importante para la protección de nuestras fronteras", declaró su representante en la reunión del Coreper del 15 de mayo, añadiendo que una exención podría envalentonar "el tráfico de menores migrantes". La llegada de menores no acompañados está aumentando en Europa. Alrededor de 25.000 llegaron en 2021 y la cifra aumentó a 39.000 en 2022, según Eurostat.

Federica Toscano considera que la cláusula defendida por Francia y otros países es "una brecha histórica en la protección internacional de los niños."

"Estas disposiciones son un desastre", insiste Damien Carême, eurodiputado verde, ponente alternativo de uno de los cinco reglamentos del Pacto e implicado en las negociaciones finales del trílogo (grupos informales en los que participan un miembro de la Comisión, uno del Parlamento Europeo y otro del Consejo). "Hay una opacidad total, se nos convocó a las 23.40 para negociar, se pospuso a la 1.30 de la madrugada, luego a las 3.30, y finalmente a las 6.30 se nos puso un texto sobre la mesa, sin tener ni voz ni voto". Carême califica el texto actual de "inhumano" y asegura que sus impulsores buscan recabar el apoyo de la opinión pública antes de las elecciones europeas de junio.

Un representante de España, país que ocupó la presidencia de la UE hasta diciembre, instó en julio a los miembros del Coreper a dejar a un lado sus "insatisfacciones", subrayando la necesidad de llegar a un acuerdo antes de las elecciones europeas. "También teníamos que terminar antes de que Hungría asumiera la Presidencia de la UE (en julio de 2024). Pero, al mismo tiempo, estábamos contra la espada y la pared y siempre nos decían «No, no hay margen para negociar»", explica una fuente parlamentaria presente en las reuniones.

El 15 de diciembre, el Relator especial de la ONU sobre derechos humanos de los migrantes, Gehad Madi, escribió a los tres presidentes de las instituciones europeas, Ursula von der Leyen, Roberta Metsola y Charles Michel. Les dijo que el Pacto era contrario a la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, que estipula que se entiende por niño "todo ser humano menor de 18 años". E insistió en que la detención de niños por su condición de inmigrantes es una violación de sus derechos.

Toma de huellas biométricas a partir de los seis años

También se ha incluido en el Pacto una disposición para la toma de huellas biométricas, a partir de los seis años. En la actualidad, no se pueden tomar las huellas dactilares de los inmigrantes y solicitantes de asilo menores de 14 años. Resulta significativo que el texto propuesto permita el uso de la "coacción" contra los niños que se nieguen a que se les tomen sus datos. "Es un concepto vago", indica Toscano, de Save The Children. "No hay una definición de esta palabra en el texto, pero cualquier forma de coacción sobre los menores en los procedimientos migratorios es una violación de sus derechos, que todos los Estados europeos tienen la obligación de proteger".

Investigate Europe no pudo obtener las actas del Coreper en las que se debatió la toma de huellas biométricas, por lo que no está claro qué Estados presionaron en esta dirección.

Otro punto polémico es la exclusión de los hermanos del marco "familiar", que ahora sólo abarcará a padres e hijos. Por ejemplo, si un niño llega a Europa con su tío, no podrá reunirse con sus hermanos o hermanas ya residentes en la UE. Francia, Países Bajos, Hungría, Dinamarca, Suecia y otros países respaldaron esta enmienda, según consta en las actas del Coreper.

"Esta fue la batalla más difícil", admite una fuente parlamentaria que participó en las negociaciones finales. "Intentamos incluir hermanos en el texto en varias ocasiones, pero el Consejo lo retiró sistemáticamente. Lo hicieron hasta el último día. Al final, sin embargo, admitieron que se incluyera a los menores no acompañados, que podrán reunirse con sus hermanos, a diferencia de los que viajan con sus familias. Es absurdo".

Entidades de la sociedad civil también están consternadas por las propuestas actuales. La ONG francesa Cimade, que defiende los derechos de los refugiados y migrantes en toda Europa, resumió el malestar. "Cada vez pensamos que ya hemos tocado el fondo de la inhumanidad, pero después aún nos vamos hundiendo más".

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Este artículo es el primero de una serie de Investigate Europe en la que se examinarán las principales cuestiones de cara a las elecciones europeas de junio de 2024.

Edición: Chris Matthews.

Un paquete de controvertidas leyes migratorias a punto de ser aprobado por la Unión Europea (UE) podría permitir a los gobiernos retener a los niños migrantes en las fronteras incluso si son recién nacidos y recortar aún más la protección de los menores no acompañados, gracias en parte a las presiones secretas de un grupo de Estados miembros liderado por Francia. La propuesta inicial permitía la entrada en un país de niños menores de 12 años, junto a sus familias, pero en el texto que prevé aprobar la UE se ha eliminado el límite de edad, de forma que todos los inmigrantes serán sometidos al procedimiento migratorio para decidir si pueden entrar o no en un Estado de la UE, con independencia de los años que tengan.

Portugal aún confía en que los eurodiputados suavicen el texto

A preguntas de Investigate Europe, un portavoz del Gobierno luxemburgués declaró que apoyaron los textos finales "en aras del compromiso", aunque mostró su confianza en que "el paquete en su conjunto pueda aportar las mejoras necesarias sobre el terreno, con nuevas normas respetadas por todos". Un portavoz del Gobierno sueco destacó que, durante las negociaciones, quedó claro “que era más bien una mayoría de Estados miembros la que estaba a favor de eliminar la exención general", que habría impedido retener a los menores en la frontera. Suecia formó parte de esa mayoría.

Los gobiernos de Francia, Países Bajos, Dinamarca, Malta, República Checa y Alemania no respondieron a la solicitud de comentarios de los periodistas.

La secretaria de Estado portuguesa Isabel Almeida Rodrigues admitió que no es el Pacto sobre Migración y Asilo que le gustaría tener a Portugal, pero considera “importante que la UE cuente con un instrumento jurídico que salvaguarde unas normas mínimas, sobre todo cuando podemos entrar en un nuevo ciclo en el que la presión de la extrema derecha sobre estos temas se dejará sentir aún más”. En todo caso, no ve el acuerdo alcanzado como “el punto de llegada”, y confía en que los eurodiputados puedan corregir los artículos que restringen los derechos de los niños: “Veremos qué pasa a partir de ahora. Quedan muchas cosas abiertas. Es bueno que así sea”.

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