El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha condenado a cadena perpetua al expresidente de la República Srpska (el territorio serbio en Bosnia) Radovan Karadzic. En 2016 el organismo judicial, en primera instancia, ya lo sentenció a 40 años de cárcel por su participación en el asedio de Sarajevo o la matanza de Srebrenica durante la guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995. Un juez español –José Ricardo de Prada, cuyo criterio resultó clave en la sentencia de 'Gürtel'– ha participado en la deliberación y fijación de la nueva condena para el genocida serbio.
Karadzic, que llevaba 13 años escondido en Serbia haciéndose pasar por un doctor especialista en medicina alternativa —él es psiquiatra—, fue localizado, capturado y encarcelado en julio de 2008. Entonces denunció que había sido detenido ilegalmente y se habían vulnerado sus derechos fundamentales —dijo que no lo informaron de los motivos de su arresto y estuvo incomunicado—, por lo que pidió una compensación que le fue denegada. En 2012 volvió a pedir la nulidad del juicio al considerar que el procedimiento no había sido adecuado. Finalmente, en 2016, La Haya lo condenó a 40 años de prisión acusado de genocidio y de crímenes de guerra y contra la humanidad. Despues de aquella sentencia el exlíder serbobosnio presentó un recurso alegando que la imputación de dichos delitos estaba basada en "rumores".
Limpieza étnica en Bosnia
Este miércoles, el TPIY ha resuelto aquella apelación y ha ratificado que Karadzic, junto a otros dirigentes de la República Srpska, es responsable del "patrón organizado y sistemático de los crímenes cometidos contra los musulmanes bosnios y los croatas de Bosnia" y que, por lo tanto, deberá volver a la cárcel hasta que muera. En concreto, el Tribunal hace referencia a la matanza de Srebrenica, una localidad al este de Bosnia declarada "zona segura" y protegida por la ONU, donde los soldados serbobosnios a las órdenes de Mladić asesinaron a más de 8.000 hombres y niños musulmanes. Los magistrados también incriminan a Karadzic en el sitio de Sarajevo, una serie de bombardeos en la capital bosnia que se prolongaron más de tres años y causaron la muerte de aproximadamente 10.000 civiles. Cuando, después de ocho años de juicio, en 2016 los jueces le leyeron estos cargos, el psiquiatra se defendió alegando que la expulsión de musulmanes y croatas, y la limpieza étnica en Bosnia solo eran "mitos".
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Cierre del ciclo judicial por las guerras yugoslavas
Con esta resolución puede quedar definitivamente cerrado el ciclo judicial derivado de las guerras balcánicas de los años 90, que finalizaron con unos 100.000 bosnios muertos, más de dos millones sin hogar, miles de heridos y la descomposición de Yugoslavia. En 2006, el expresidente serbio y también acusado por su responsabilidad en los conflictos, Slobodan Milošević, murió mientras estaba siendo juzgado por el mismo tribunal que condenó a Mladić y que ahora ha procesado a Karadzic.
Aun así, en los Balcanes las diferencias étnicas y territoriales aún siguen latentes —sobre todo entre Serbia y Kosovo— y numerosos serbios de toda la región siguen considerando como héroes nacionales a personajes como Milošević, Karadzic o Mladić.
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha condenado a cadena perpetua al expresidente de la República Srpska (el territorio serbio en Bosnia) Radovan Karadzic. En 2016 el organismo judicial, en primera instancia, ya lo sentenció a 40 años de cárcel por su participación en el asedio de Sarajevo o la matanza de Srebrenica durante la guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995. Un juez español –José Ricardo de Prada, cuyo criterio resultó clave en la sentencia de 'Gürtel'– ha participado en la deliberación y fijación de la nueva condena para el genocida serbio.