Israel mide su respuesta al ataque iraní mientras crece el temor a una guerra abierta

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El mundo contiene la respiración. Son momentos de relativa calma después del inédito ataque que el sábado por la noche lanzaba el régimen de Irán contra Israel. Ahora, el turno parece de Israel, aunque cualquier acción por parte del Estado que rige Benjamin Netanyahu podría desatar una verdadera tormenta cuyas consecuencias son, en este momento difíciles de calcular. La posibilidad de una guerra regional entre los israelíes y sus aliados e Irán y los suyos (Hamás, Hezbolá e incluso los hutíes del Yemen), parece ser cada vez más real si Israel se decide a atacar de nuevo al país gobernado por Ebrahim Raisi.

Después de semanas tensas entre estadounidenses e israelíes tras la matanza de 7 cooperantes de la ONG World Central Kitchen (WCK) por parte del país judío, Joe Biden y sus aliados occidentales garantizaban sin paleativos la seguridad de Israel ante un posible ataque en represalia al realizado por los israelíes el 1 de abril contra el Consulado iraní en Damasco, en el cual murieron varios comandantes de la Guardia Revolucionaria. Los expertos veían la situación de una manera clara: Netanyahu quería forzar una guerra regional para recuperar el apoyo entre sus aliados, desviar la atención de sus acciones en Gaza y fortalecerse en el mando en un momento en el que se haya más cuestionado que nunca por la población.

Irán, por su parte, tenía que responder, pero de una forma lo más "quirúrgica" posible, ya que el régimen de Alí Jamenei está muy poco interesado en una escalada. Las tensiones internas y el peligro de nuevas sanciones hizo que el ataque del pasado sábado fuera calculado y avisado. Contundente como respuesta a lo sucedido en Damasco, pero lo sufrientemente controlado para evitar una guerra regional. Tanto es así que este domingo el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, reveló que Irán avisó a Estados Unidos 72 horas antes de que el ataque contra suelo israelí se iba a producir.

Ahora, sin embargo, Irán parece plantarse. Si Israel contraataca, la escalada parece que será inevitable. En Europa y en Estados Unidos, nadie parece querer esa nueva ofensiva de Israel y de Netanyahu, que parece verse cada vez más acorralado y cuestionado. Los aliados del Estado judío han condenado inequívocamente el ataque iraní, pero la Unión Europea y España, entre otros, ya han advertido que debe primar la contención para evitar una escalada al conflicto. Ahora, Israel debe decidir qué hacer mientras el mundo contiene la respiración ante lo que podría ser, ya no una invasión, sino una verdadera guerra total en Oriente Medio.

Cómo fue el ataque

Todo se desataba en la noche del pasado sábado, cuando el régimen iraní cumplía una promesa que llevaba semanas prometiendo: un "castigo" contra Israel en respuesta al ataque del 1 de abril contra el Consulado iraní en Damasco. Una acción masiva con drones y misiles que no tiene precedentes y que eleva al máximo la tensión entre estos dos históricos enemigos, polos opuestos de un Oriente Próximo que lleva meses en guardia.

Las autoridades israelíes llevaban tiempo preparándose ante lo que parecía inevitable y ya antes de que se confirmase el ataque suspendió clases y limitó el derecho de reunión. Poco después, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que el ataque había comenzado, hablando ya desde un inicio de "decenas" de drones, si bien la Guardia Revolucionaria matizó después para incluir también misiles entre los proyectiles lanzados –la prensa oficial habla incluso de misiles balísticos–.

El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, ha confirmado que, en total, han sido más de 200 proyectiles, si bien la mayoría de ellos habrían sido interceptados fuera de territorio israelí. En una de estas interceptaciones ha resultado herida una niña, alcanzada por metralla en una comunidad beduina cerca de Arad, en el este, según el servicio de ambulancias Magen David Adom.

Hagari también ha notificado daños en una base militar del sur de Israel, aunque ha afirmado que no revisten gravedad. Las agencias oficiales iraníes han hecho especial hincapié en los impactos sobre estas instalaciones, incidiendo en que sirvieron como base para lanzar el bombardeo contra el Consulado, si bien las imágenes más difundidas en estos medios han sido las de los proyectiles sobrevolando algunos de los lugares más emblemáticos de Jerusalén.

¿Qué dice Irán?

Irán ha advertido este domingo a Israel contra una "respuesta" a su ataque, al tiempo que ha alertado a Estados Unidos de "consecuencias" si apoya cualquier acción punitiva por parte de las autoridades israelíes.

"Si los sionistas intentan responder, el siguiente castigo llegaría inmediatamente y con una intensidad duplicada", han indicado fuentes oficiales citadas por la agencia iraní Tasnim, que han señalado que la operación de Irán "y el frente de resistencia" aún "sigue en marcha".

Asimismo, la Guardia Revolucionaria iraní ha advertido a Estados Unidos contra dar apoyo o participar en cualquier ataque contra los intereses de Irán. "Irán es responsable de los actos malignos del régimen sionista y, si no contiene a este régimen infanticida en la región, debe aceptar las consecuencias", ha manifestado.

La Guardia Revolucionaria ha subrayado que Teherán mantiene una política de buena vecindad con el resto de países, si bien ha argumentado que "cualquier amenaza del gobierno terrorista de Estados Unidos y el régimen sionista que se origine en cualquier país recibiría una respuesta recíproca y proporcional contra el origen de la amenaza".

Por su parte, el presidente del Parlamento de Irán, Mohamed Baqer Qalibaf, ha descrito el ataque contra Israel como "una bofetada del pueblo iraní al enemigo sionista" y ha agregado que se trata de "una lección" a las autoridades de Israel.

"Irán subraya el principio de que toda amenaza (contra Irán) que se origine en cualquier país recibirá una respuesta apropiada y dura contra la fuente de la amenaza", ha reiterado, después de que Teherán haya circunscrito el ataque contra Israel a su "derecho a la autodefensa" tras el citado bombardeo ejecutado a principios de mes contra el Consulado iraní en Damasco, que se saldó con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria.

Israel mantiene que responderá, pero no especifica cuando

El Gobierno de Irán ha apelado a su derecho a la autodefensa para justificar la acción y su delegación ante la ONU ha llegado a decir que, por ellos, este cruce de ataques puede darse por "concluido", en un llamamiento velado a Israel para que se abstenga de una contrarréplica.

Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya salió al paso de cualquier especulación nada más producirse los lanzamientos de drones y misiles para señalar, por un lado, que Israel es "fuerte" y se había estado "preparando" para el "ataque directo" y, por otro, que no se quedará de brazos cruzados.

"He fijado un principio claro: quien quiera que nos haga daño, le haremos daño. Vamos a defendernos de cualquier amenaza y vamos a hacerlo con calma y determinación", ha advertido Netanyahu, que ha reunido al gabinete de guerra para estudiar cuál puede ser esta respuesta. Además, el Ejército de Israel ha asegurado este domingo que responderá "con acciones, no con palabras" a los ataques de Irán.

"Responderemos a Irán con acciones, no con palabras", ha dicho el portavoz en farsi del Ejército israelí, Kamal Penhasi, en declaraciones al portal opositor Iran International. Asimismo, la cuenta en farsi de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha publicado un mensaje en X en el que dice que "toda acción tiene una reacción, no con palabras, sino con acciones".

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ha advertido este domingo de que el país tiene derecho a defenderse y ha pedido más sanciones a la comunidad internacional. "Irán debe pagar un precio por su agresión", ha señalado el Ministerio en un comunicado recogido por el diario The Times of Israel.

Habrá un "precio inicial" que debe ser el reconocimiento de la Guardia Revolucionaria iraní como una organización terrorista y un precio adicional en forma de sanciones, en particular contra el programa de misiles balísticos iraní.

"Este ataque demuestra lo que Israel lleva años diciendo: Irán es quien está tras los atentados terroristas en la región y también es la mayor amenaza a la estabilidad regional y al orden mundial", ha argumentado Israel.

Israel se refiere además a los aliados de Irán, como las milicias proiraníes de Irak, los hutíes de Yemen o el partido-milicia Hezbolá en Líbano que "suplementaron" el ataque iraní con sus propios medios.

Ante esta situación, "Israel, como cualquier país, tiene derecho a defenderse ante el ataque masivo de Irán". "Israel se ha podido defender contra la agresión de Irán y seguirá haciéndolo en el futuro", ha subrayado.

Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, ha declarado que su país está estudiando "todas las opciones" para responder al ataque con drones y misiles iraníes de la noche del sábado al domingo, que ha calificado de "declaración de guerra".

"Esta es una declaración de guerra. Nos estamos conteniendo. Conocemos las repercusiones. Estamos consultando con nuestros socios y estamos considerando todas las opciones. Estoy muy seguro de que vamos a tomar las medidas necesarias para proteger y defender a nuestra gente. No queremos la guerra", ha afirmado Herzog en una entrevista con la cadena británica Sky News.

El papel de Estados Unidos

El principal valedor internacional de Israel, Estados Unidos, ha vuelto a salir en su defensa, tanto política como militarmente. El presidente estadounidense, Joe Biden, se movilizó nada más conocer la noticia y convocó a su principal equipo de seguridad en la Casa Blanca, para dejar claro que el apoyo a Israel es "férreo", independientemente de las discrepancias de estos últimos meses.

De hecho, las fuerzas norteamericanas han participado de manera directa en el derribo de algunos de los proyectiles iraníes, tal como ha confirmado el propio Biden tras hablar por teléfono con Netanyahu. Según el mandatario norteamericano, la colaboración entre los dos países ha permitido que fuesen derribados "casi todos" los drones y misiles, si bien ha puesto en valor la fortaleza de la defensa de Israel por sí sola.

"Aunque hoy no hemos visto ataques contra nuestras fuerzas o instalaciones, seguiremos vigilantes ante cualquier amenaza y no dudaremos en tomar las acciones que sean necesarias para proteger a nuestra gente", ha advertido también el inquilino de la Casa Blanca, sin aludir a la hipotética respuesta israelí.

Reino Unido también ha confirmado una movilización de sus equipos "en respuesta a la escalada en la región y en colaboración con los aliados". El ministro de Defensa británico, Grant Shaps, ha anunciado el despliegue de más aviones militares en la zona, dispuestos a "interceptar ataques aéreos dentro del ámbito de las misiones" ya en vigor, destinadas principalmente a contener el terrorismo en Irak y Siria.

Movilización diplomática

En la región, países como Jordania, Irak y Líbano han optado por cerrar su espacio aéreo por precaución, al tiempo que han mirado de reojo el comportamiento de otros socios de Irán. Hezbolá, presente en Líbano, ha lanzado decenas de cohetes Katyusha contra el norte de Israel coincidiendo con el ataque iraní, aunque no ha vinculado ambos hechos en su comunicado, recogido por la cadena Al Manar.

Pocos países parecen en cualquier caso dispuestos a dar el paso de Estados Unidos y salir militarmente en auxilio de Israel, pero en lo que sí coinciden todos, tanto en Oriente Próximo como en otras partes del mundo, es en la preocupación común ante una escalada de horizonte incierto, más aún cuando Netanyahu ha sugerido que las espadas siguen en alto.

Líderes occidentales como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el primer ministro británico, Rishi Sunak, o el canciller de Alemania, Olaf Scholz, han condenado de manera clara el ataque iraní, al tiempo que han llamado a la contención general. El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha mostrado "profundamente alarmado" por el riesgo, "muy real", de que haya un "devastador" aumento de las tensiones en todo Oriente Próximo, por lo que ha pedido un cese "inmediato" de las hostilidades.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrará este domingo una reunión de emergencia solicitada por Israel y, según ha anunciado Biden, los líderes del G7 también tendrán un encuentro en busca de una "respuesta diplomática unida" ante el último desafío del régimen de los ayatolás.

Irán avisó 72 horas antes

Además, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, ha revelado este domingo que avisó a Estados Unidos con un plazo de 72 horas del ataque con misiles y drones lanzado en la noche del sábado al domingo contra Israel.

"Unas 72 horas antes de nuestras operaciones informamos a nuestros amigos y vecinos de la región de que la respuesta de Irán contra Israel era segura, legítima e irrevocable", ha explicado Amirabdolahian en una rueda de prensa recogida por medios iraníes.

En particular, ha dicho que "se informó a Estados Unidos de que nuestra operación contra Israel sería limitada y en defensa propia". "No queremos extender el conflicto en la región", ha indicado.

El jefe de la diplomacia iraní ha resaltado que el ataque iraní no tenía como objetivo la población civil. "Hemos atacado la base de los aviones F-35 y los centros de inteligencia empleados en el ataque contra nuestro Consulado en Damasco", ha reseñado en referencia al bombardeo israelí sobre las instalaciones diplomáticas iraníes en Siria del 1 de abril que se saldó con la muerte de 16 personas, incluidos altos mandos de la Guardia Revolucionaria. "Si la ONU hubiera condenado el ataque israelí nos hubiéramos pensado dos veces nuestra respuesta", ha argumentado.

Además ha recordado que han trasladado a Washington que si Irán es atacado, atacarán las bases estadounidenses en la región "si son utilizadas para apoyar la agresión sionista", y ha destacado que Teherán tiene como prioridad la seguridad de sus vecinos. "Irán no quiere una escalada de la tensión en la región. Irán quiere una reducción de la tensión en la región", ha subrayado Amirabdolahian.

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Amirabdolahian ha destacado además sus conversaciones telefónicas del sábado con diplomáticos de Rusia, Bélgica, Países Bajos y Chipre para denunciar el ataque israelí contra el Consulado de Damasco.

Previamente el propio Amirabdolahian había publicado en Twitter que Irán "no tiene intención" de llevar a cabo nuevos ataques contra Israel, si bien ha advertido de que "no dudará en proteger sus intereses legítimos ante cualquier nueva agresión".

Así, ha recalcado en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X que "el haber ejercido su derecho a la legítima defensa muestra la postura responsable hacia la paz y la seguridad regional e internacional".

El mundo contiene la respiración. Son momentos de relativa calma después del inédito ataque que el sábado por la noche lanzaba el régimen de Irán contra Israel. Ahora, el turno parece de Israel, aunque cualquier acción por parte del Estado que rige Benjamin Netanyahu podría desatar una verdadera tormenta cuyas consecuencias son, en este momento difíciles de calcular. La posibilidad de una guerra regional entre los israelíes y sus aliados e Irán y los suyos (Hamás, Hezbolá e incluso los hutíes del Yemen), parece ser cada vez más real si Israel se decide a atacar de nuevo al país gobernado por Ebrahim Raisi.

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