Uno de cada dos menores rohingyas que huyeron de la violencia en Birmania hacia el vecino Bangladesh sin la compañía de un adulto lo hicieron tras quedar huérfanos como consecuencia de la violencia en Rajine, según un estudio realizado por Save the Children.
Para realizar este estudio, la ONG ha contado con la información aportada por 139 menores no acompañados y separados de los alrededor de 6.000 que se estima que hay entre los 370.000 niños que se encuentran en los campos de refugiados rohingyas en Bangladesh.
Hasta ahora, se pensaba que la mayoría de estos niños habían perdido a sus padres y familiares durante la huida de Rajine tras la violenta represión con la que las fuerzas de seguridad respondieron a la ola de ataques perpetrados por el Ejército de Salvación Rohingya de Arakán (ARSA) el 25 de agosto pasado. En total, más de 700.000 rohingyas buscaron refugio en la región de Cox's Bazar, en Bangladesh en el último año.
De acuerdo con el estudio, el 70 por ciento de los menores no acompañados se vieron separados de sus padres o cuidadores por ataques violentos. El 63 por ciento del total, quedaron separados por un ataque directo contra su localidad, mientras que en el 9 por ciento de los casos el ataque se produjo durante la huida hacia Bangladesh.
El 50 por ciento de los menores consultados han señalado que sus padres o principales cuidadores fueron asesinados en los ataques, quedando huérfanos, y en muchos de los casos fueron testigos de terribles escenas de violencia.
"Ha pasado un año desde que estos niños vieron sus infancias arrebatadas. El mundo no ha hecho rendir cuentas a los autores de estos ataques bárbaros, incluido el Ejército birmano", ha lamentado el director de Política Humanitaria de Save the Children UK, George Graham, defendiendo que ofrecer alimentos, agua y cobijo a estos niños no "hará justicia" por ellos.
"Hace doce meses, nuestros equipos vieron a niños que llegaban a Bangladesh por su cuenta, tan angustiados, hambrientos y exhaustos que no podían hablar", ha recordado el director de Save the Children en Bangladesh, Mark Pierce.
Desde entonces, la ONG ha establecido espacios para que estos niños pudieran recibir apoyo mientras se buscaba a sus familias, pero "un año después está claro que para muchos esta reunificación nunca se producirá", ha lamentado Pierce.
Niños más vulnerables
"Estos niños son algunos de los más vulnerables del planeta y tienen que labrarse toda una nueva existencia en los campamentos, sin su madre o padre, en un entorno en el que son mucho más vulnerables a riesgos como el tráfico, el matrimonio infantil y otras formas de explotación", ha advertido el responsable de Save the Children.
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Pierce ha reconocido que aunque el estudio realizado por la ONG no puede considerarse como representativo de todos los niños rohingya huérfanos o separados de sus padres, si que "dibuja una imagen aterradora de un sangriento conflicto en el que los civiles fueron atacados y asesinados en gran número".
El responsable de Save the Children ha llamado a los donantes a cubrir el llamamiento por 950 millones de dólares hecho por la ONU para atender las necesidades de los refugiados rohingya, de los que solo se ha recibido un tercio de los fondos y en particular ha instado a garantizar que estos niños "tienen acceso a oportunidades de aprendizaje seguras, de calidad e inclusivas" así como a apoyo psicológico en los casos necesarios.
Un niño lava en Balukhali, parte del campamento de refugiados que alberga a más de 800,000 refugiados rohingya, Coxs Bazar, Bangladesh, 22 de junio de 2018. | Unicef
Uno de cada dos menores rohingyas que huyeron de la violencia en Birmania hacia el vecino Bangladesh sin la compañía de un adulto lo hicieron tras quedar huérfanos como consecuencia de la violencia en Rajine, según un estudio realizado por Save the Children.