Miles de manifestantes han salido este domingo a las calles de Berlín para protestar por la pésima situación de los 12.000 migrantes y refugiados que han tenido que ser evacuados del centro de internamiento de Moria, en la isla griega de Lesbos, según recoge Europa Press. La protesta, convocada por Pro Asyl, Seebruecke Berlín y otros grupos de defensa de los Derechos Humanos, exige al Gobierno alemán que no bloquee la entrada de extranjeros a los que las administraciones regionales y locales ya han manifestado su disposición a acoger.
La Policía ha informado de un número de manifestantes en el "rango intermedio de cuatro dígitos", muy por encima de la previsión inicial de los convocantes, que preveían 3.000 asistentes.
Ver másUn vehículo con mensajes de protesta se estrella contra la Cancillería en Berlín
La marcha ha partido de Schoeneberg con destino a la Columna de la Victoria. En las pancartas podían leerse consignas como "¡Tenemos espacio!" o "ministro del Interior (Horst) Seehofer, sé cristiano". Una pequeña niña llevaba en alto un cartel en el que se leía "Dejen entrar a la gente".
En un comunicado, Pro Asyl ha recordado en el Día Internacional de la Infancia la miseria que padecen niños y jóvenes en los campamentos griegos. La organización reclamó además la "inmediata finalización de las prácticas ilegales de devolución en caliente del gobierno griego".
Pro Asyl sostiene así que Grecia está cometiendo una violación permanente del marco legal y menoscabando los derechos fundamentales. El director general del organismo de ayuda humanitaria, Guenter Burkhardt, ha acusado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de fracasar en su tarea de protectora de los acuerdos europeos.
Miles de manifestantes han salido este domingo a las calles de Berlín para protestar por la pésima situación de los 12.000 migrantes y refugiados que han tenido que ser evacuados del centro de internamiento de Moria, en la isla griega de Lesbos, según recoge Europa Press. La protesta, convocada por Pro Asyl, Seebruecke Berlín y otros grupos de defensa de los Derechos Humanos, exige al Gobierno alemán que no bloquee la entrada de extranjeros a los que las administraciones regionales y locales ya han manifestado su disposición a acoger.