La relatora especial de Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, ha avisado este sábado de que los palestinos corren un grave peligro de acabar como víctimas de una nueva "limpieza étnica en masa" que haría palidecer a la Nakba (la Catástrofe), esto es, la huida de cerca de 700.000 personas de sus hogares —hacia Cisjordania, la Franja de Gaza y países de la región— tras la creación en 1948 del Estado de Israel.
Albanese tanto a "Hamás como a las fuerzas de ocupación israelíes" de la comisión de "crímenes internacionales" en un comunicado que presta un énfasis especial al balance de víctimas del lado palestino desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás tras el ataque, el pasado sábado, de las milicias del movimiento islamista contra Israel.
Albanese denuncia en particular "la muerte de más de 600 niños palestinos" y más de 423.000 desplazados "como resultado de los ataques israelíes" dentro de un balance general que deja por ahora más de 2.200 palestinos y 1.300 israelíes muertos.
En las últimas horas, un ultimátum de Israel a la población del norte de Gaza ha puesto en fuga a cientos de miles de habitantes de una región que comprende a 1,1 millones de personas, la mitad de la población total del enclave, entre el temor a una inminente incursión por tierra a gran escala del Ejército israelí.
Por todo ello, "la situación actual en los Territorios Palestinos e Israel ha alcanzado el delirio febril", ha manifestado la relatora en un comunicado en el que señala que "Israel ya ha cometido una limpieza étnica en masa contra los palestinos bajo la bruma de la guerra" y, en 2013 y "en el nombre de la autodefensa, intenta justificar lo que constituiría otra limpieza".
En calidad de experta independiente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Albanese exige a la ONU y a sus Estados miembro que "intensifiquen los esfuerzos para mediar un alto el fuego inmediato entre las partes" antes de que la situación llegue a un "punto de no retorno".
Albanese recuerda que la población palestina ha padecido "cinco guerras a gran escala desde 2008", un año después de la declaración del bloqueo israelí sobre la Franja que ha sido "ampliamente condenado por la comunidad internacional como un castigo colectivo".
Los palestinos se han quedado sin refugio seguro desde que Israel declarara hace una semana el completo asedio del pequeño enclave y el paso de Rafá con Egipto, el único paso fronterizo que permanecía parcialmente suspendido, se encuentra bloqueado por los bombardeos, de acuerdo con Albanese.
Así las cosas, la experta de la ONU alerta del grave peligro de que la comunidad internacional esté siendo testigo de una repetición de la Nakba de 1948 y de la Naksa de 1967 (el llamado "Retroceso" de la población palestina tras la guerra árabe-israelí de este año) "pero a mayor escala".
Por todo ello "la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para impedir que se repita de nuevo" dado que, ahora mismo, "cualquier operación militar que decida ejecutar Israel se encontrará mucho más allá de los límites del derecho Internacional".
Así, "la comunidad internacional debe detener estas flagrantes violaciones del derecho Internacional ahora mismo, antes de que se repita esta trágica historia, porque el tiempo es oro y los palestinos e israelíes merecen vivir en paz, con igualdad de derechos, dignidad y libertad".
La UNRWA da la voz de alarma ante la falta de agua en Gaza en una situación de "vida o muerte"
Por su parte, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, ha avisado este sábado que los más de dos millones de habitantes de la Franja de Gaza se encuentran en una situación de "vida o muerte" por la falta de agua en el enclave, escenario desde hace una semana de un contraataque israelí en respuesta a la ofensiva del pasado sábado lanzada por Hamás.
La agencia recuerda que hace una semana que Israel no permite la entrada de suministros humanitarios en Gaza, donde la planta de agua y sus redes de distribución han dejado de funcionar, por lo que la población se ve obligada a utilizar agua sucia de pozos, con el consiguiente riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Gaza también sufre un apagón eléctrico desde el 11 de octubre, que también afecta al suministro de agua.
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Por ello, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha llamado al suministro inmediato de combustible en la Franja para que sus habitantes puedan beber. "Se ha convertido en una cuestión de vida o muerte. Es una necesidad", ha declarado Lazzarini en un comunicado.
Como otras agencias de la ONU, la UNRWA ha trasladado sus operaciones al sur de Gaza ante la orden de evacuación de Israel a los habitantes del norte del enclave (la mitad de la población total) pero allí el agua potable "también se está agotando", avisa el jefe humanitario.
"Tenemos que transportar combustible a Gaza ahora. El combustible es la única forma de que la gente tenga agua potable. Si no, la gente empezará a morir de deshidratación grave, entre ellos niños pequeños, ancianos y mujeres. El agua es ahora el último salvavidas que queda. Hago un llamamiento para que se levante ya el bloqueo de la ayuda humanitaria", ha reclamado Lazzarini.
La relatora especial de Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, ha avisado este sábado de que los palestinos corren un grave peligro de acabar como víctimas de una nueva "limpieza étnica en masa" que haría palidecer a la Nakba (la Catástrofe), esto es, la huida de cerca de 700.000 personas de sus hogares —hacia Cisjordania, la Franja de Gaza y países de la región— tras la creación en 1948 del Estado de Israel.