La oposición de Venezuela está celebrando desde primera hora de este domingo una consulta simbólica cuyo objetivo es desacreditar la convocatoria a elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente fechada por el Gobierno de Nicolás Maduro para el próximo 30 de julio, quien a su vez celebra al mismo tiempo hoy una suerte de ensayo de votación a estos comicios.
Más de 2.000 "centros soberanos", como los describe la oposición venezolana, abrieron sus puertas en plazas y templos religiosos de todo el país desde las siete de la mañana, hora local.
El plebiscito ha sido convocado por la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y a espaldas del oficialista Consejo Nacional Electoral, imposibilitando su celebración dentro de los edificios públicos donde se ofician normalmente los comicios en Venezuela.
La plaza Brión del municipio de Chacao, al Este de Caracas, se convirtió en uno de los puntos neurálgicos del plebiscito, concentrando a centenares de opositores que votaron desde primera hora de la mañana.
"Estamos en contra de una Asamblea Constituyente que quieren imponernos para así cercenarnos todos los derechos a los venezolanos, como el derecho a votar. No hemos tenido por más de un año las elecciones a Gobernador, programadas para 2016. Quisimos hacer un referéndum revocatorio y tampoco nos dejaron", explicó Luis Vázquez, un inspector de obras de 67 años, tras emitir su voto.
"Esto que tenemos en este país no es libertad. Los gobernantes se salieron del hilo constitucional y se fueron a sus intereses personales y hacia una dictadura. Ellos lo que quieren es eternizarse en el poder", añadió Vázquez.
Las consignas eran claras en el centro de votación. "Libertad", "Este gobierno ya cayó", "Sí, se puede", gritaban a través de megáfonos los organizadores de la consulta, entre los ruidos de las bocinas de los vehículos que pasaron por el lugar.
"Necesitamos una Venezuela libre, para que mejore la economía, que está por el suelo. Hay falta de alimentos. Los niños hurgan en el camión de la basura porque no hay comida. A los supermercados no llega nada" comentó el vigilante privado Ramón Sorel, de 42 años.
"Tampoco hay medicinas. Yo tomo Atenolol para la tensión, pero no lo encuentro por ningún sitio. Y si lo consigo, cuesta muchísimo dinero, hasta en el mercado negro", añadió Sorel.
La papeleta del plebiscito incluyó tres preguntas. Primero, preguntó al ciudadano si desconoce la realización de una constituyente. Segundo, si demanda a la Fuerza Armada Nacional obedecer y defender la Constitución de 1999 y respaldar la Asamblea Nacional. Tercero, si aprueba la realización de elecciones libres y transparentes.
"No espero nada de las Fuerzas Armadas. En estos 18 años ha sido el sector más favorecido por el Gobierno, en cuanto a beneficios y prebendas", comentó el contador Andrés Santovar, de 34 años.
La votación se produjo después de más de 100 días de protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que han dejado alrededor de un centenar de muertos.
"Hay una continua violación de los derechos humanos en Venezuela. Hay violencia de la Policía contra los manifestantes. Incluso aunque no participes en las protestas, te pueden robar o puedes ir a prisión, porque hay gente que se han llevado a la cárcel y ni siquiera estaban en las marchas", explicó la estudiante de fisioterapia Ninoska Soler, de 20 años.
Quienes acudieron a votar se mostraron también preocupados por la situación de seguridad que vive el país. Caracas aparece común como la ciudad más peligrosa del mundo en varios índices que miden la violencia proveniente de la delincuencia.
"La policía está más dedicada a reprimir las manifestaciones en vez de estar pendientes de los delincuentes que están haciendo lo que quieren ahora", dijo Soler.
La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), que impulsa la consulta, espera llegar al resultado simbólico de los 11 millones de votos, que suponen alrededor del 60% del electorado, para hacer una demostración de fuerza.
Los organizadores no cuentan con la tecnología del Centro Nacional Electoral, dificultando que se eviten situaciones de doble voto, aunque han asegurado que los resultados serán certificables.
La oposición ha invitado, en calidad de observadores, a los ex presidentes Andrés Pastrana (Colombia), Vicente Fox, (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica).
"Esto no tiene vuelta atrás. Necesitamos este cambio después de 18 años de tortura. Esto es una dictadura. Ya no tenemos comida, medicina ni trabajo", comentó la Griselda Rodríguez, jubilada.
Se espera un incremento de las protestas opositoras tras la celebración del plebiscito. Varios miembros de la MUD se han referido a una "hora cero" en Venezuela si se cumplen las expectativas en cuanto a número de votos.
Misma normalidad en el simulacro electoral
Por su parte, la vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Sandra Oblitas, afirmó que el ensayo electoral constituyente en el país avanza con normalidad este domingo y con gran afluencia de participantes.
"Venimos de hacer un recorrido por varios centros para este simulacro, hemos visto una gran afluencia de personas", manifestó, en declaraciones recogidas por la cadena Telesur. Oblitas añadió que Venezuela "envía al mundo un mensaje de voluntad de participación democrática y paz".
El vicepresidente del país, Tareck El Aissami, criticó no obstante la celebración de la contraconsulta, parte de una "agenda golpista" que el pueblo venezolano "rechaza contundentemente". "Ojalá la diligencia opositora entienda que el pueblo está resuelto a defender la paz", ha manifestado, también en declaraciones al mismo medio. "Estamos orgullosos de esta sublime jornada", ha añadido.
La oposición de Venezuela está celebrando desde primera hora de este domingo una consulta simbólica cuyo objetivo es desacreditar la convocatoria a elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente fechada por el Gobierno de Nicolás Maduro para el próximo 30 de julio, quien a su vez celebra al mismo tiempo hoy una suerte de ensayo de votación a estos comicios.