Los preparativos se alargaron durante meses, pero finalmente las cosas fueron muy rápidas: Rui Pinto recibió el miércoles por la tarde la noticia de que cambiaba la prisión preventiva por el arresto domiciliario. Alrededor de las seis de la tarde ya había entrado en su nueva casa: un apartamento proporcionado por la policía, en el centro de Lisboa, de una habitación, cocina y baño. El joven de 31 años no puede salir de su vivienda ni utilizar ningún dispositivo con conexión a Internet. Pero sus amigos y familiares cercanos pueden visitarlo en cualquier momento.
El portugués Rui Pinto llevaba en prisión más de un año, incluyendo seis meses en aislamiento. El portugués es el rostro de Football Leaks, la gran filtración sobre el negocio del fútbol, y está acusado en su país de origen de intento de extorsión, sabotaje informático y violación de la correspondencia. Pinto niega las acusaciones y se espera que su juicio comience en verano.
Sin duda, ha sido una sorpresa que la Justicia haya puesto fin a su prisión preventiva. Todavía en enero, la jueza de instrucción Cláudia Pina declaró que Pinto no era un filtrador a quien hubiera que proteger, entre otros motivos porque no era un empleado de la empresa cuyos datos salieron a la luz pública. Esa fue una de las razones por las que la jueza no consideró apropiado cambiar su situación penitenciaria. La misma jueza decidió ahora, tres meses después, que Pinto podía salir de la cárcel. En su resolución escrita, a la que ha tenido acceso Der Spiegel, Cláudia Pina sostiene que el riesgo de fuga de Pinto se ha reducido debido a las restricciones de viaje impuestas por la crisis del coronavirus y también que aprecia un cambio en su actitud.
Hay resoluciones que parecen más escritas por un político que por un magistrado independiente. Porque la verdad es que no es la actitud de Pinto la que parece haber cambiado, sino la de la justicia portuguesa.
En una entrevista con Der Spiegel [el semanario alemán que recibió la filitración y que la compartió con la red de medios europeos EIC, de la que forma parte infoLibre], el pasado mes de diciembre, Pinto aseguró que la fiscal le había confesado que "no quería utilizar los datos de Football Leaks, pese a que contienen muchas pruebas de delitos cometidos por jugadores poderosos en el mundo del fútbol". Hasta ahora, la fiscal se había negado categóricamente a aceptar su colaboración, "sólo quiere que me declare culpable", añadió Pinto. Las posiciones parecían muy alejadas.
Todo apunta a que altos funcionarios judiciales han intervenido en los últimos meses en la investigación y han tratado de acercar a ambas partes. Como resultado, parece que se han celebrado varias reuniones secretas entre Pinto y sus representantes y la Justicia portuguesa. El motivo de esos esfuerzos por lograr una cooperación son en teoría dos investigaciones a gran escala, que ocupan cada vez más a la Justicia portuguesa.
En primer lugar está el proceso contra la mujer más rica de África, Isabel dos Santos. Pinto ha compartido algunos de sus datos con los consorcios de investigación PPLAAF e ICIJ, que publicaron en enero los Luanda Leaks. En ese contexto, el fiscal general de Angola dijo que estaba investigando a Dos Santos por blanqueo de capitales y falsificación de documentos. La Justicia angoleña acusa a Dos Santos de enriquecerse ilegalmente y ahora exige la devolución de 1.100 millones de dólares. Muchos de los negocios de Dos Santos también tuvieron lugar en Portugal. Mientras tanto, algunas de sus cuentas ya han sido congeladas. Dos Santos niega las acusaciones, pero la investigación probablemente continuará durante cierto tiempo. Y los datos de Pinto podrían ayudar a los investigadores portugueses a descubrir los flujos de efectivo.
Pinto ofreció cooperar con la Justicia
La situación es similar en un segundo caso que acaparó grandes titulares en Portugal: hace aproximadamente un mes, las autoridades tributarias y aduaneras portuguesas hicieron una redada en varios clubes de fútbol. También se registraron las oficinas de agentes de jugadores, funcionarios y bufetes de abogados, incluidas las de dos personas muy cercanas a Cristiano Ronaldo: el agente Jorge Mendes y el asesor de la superestrella y abogado desde hace tiempo, Carlos Osório de Castro. La operación, llamada Fora de Jogo, se centra en los indicios de fraude fiscal y lavado de dinero. La investigación en Portugal comenzó después de las revelaciones publicadas en Der Spiegel y en la red de medios European Investigative Collaborations (EIC) sobre irregularidades financieras en el fútbol profesional. Las informaciones de los medios de comunicación, a su vez, se basaron en los datos de Football Leaks que Pinto había entregado al semanario alemán.
Hay una gran presión política sobre las dos investigaciones judiciales. Si tienen éxito, podrían suponer varios millones de euros para el tesoro público portugués. Esta puede ser una de las razones por las que la justicia lusa ha iniciado conversaciones con Pinto y sus abogados. Cuando fue arrestado en Hungría a principios de 2019, también se incautaron doce discos duros en su apartamento, que contienen alrededor de 26 terabytes de datos, lo que significa cientos de millones de documentos. Hasta ahora, sin embargo, la justicia portuguesa no había sido capaz de descifrar los datos, que están encriptados.
Pinto se ha ofrecido a cooperar con las autoridades desde que fue arrestado. Al fin y al cabo, es él quien tiene las contraseñas de sus discos duros en la cabeza. Aparentemente, ahora ha desencriptado una pequeña parte de los documentos y los ha puesto a disposición de la justicia. Su abogado William Bourdon no quiso responder a la pregunta de qué documentos son, ni de si Pinto pactó algo a cambio de esta muestra de cooperación. Bourdon explicó que las conversaciones con los investigadores eran "confidenciales".
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El arresto domiciliario debería ser sólo el primer paso
William Bourdon, que anteriormente defendió a Edward Snowden y al denunciante de Lux Leaks, Antoin Deltour, destacó no obstante que "Luanda Leaks ha sido un terremoto en Portugal. Abrió los ojos de la gente. Sin filtradores importantes como Rui Pinto nunca nos hubiéramos enterado de cómo funcionan las organizaciones criminales a nivel mundial. Pinto ha demostrado con Football Leaks a dónde van los grandes capitales y a qué excesos de corrupción y fraude se puede llegar en un entorno así. Ambos casos deben ser investigados más a fondo, y Pinto dijo desde el principio que apoyaría al poder judicial".
La nueva situación de Pinto en arresto domiciliario es, desde la perspectiva de Bourdon, "sólo un primer paso en la dirección correcta. Esperamos que la confianza en Pinto siga creciendo y que pueda ayudar a descubrir delitos tan graves". Ahora se trata de no criminalizar sino de proteger a los filtradores, destacó Bourdon. "Seguiremos luchando para que Pinto vuelva a ser completamente libre. Él mismo hará lo que sea necesario".
Los preparativos se alargaron durante meses, pero finalmente las cosas fueron muy rápidas: Rui Pinto recibió el miércoles por la tarde la noticia de que cambiaba la prisión preventiva por el arresto domiciliario. Alrededor de las seis de la tarde ya había entrado en su nueva casa: un apartamento proporcionado por la policía, en el centro de Lisboa, de una habitación, cocina y baño. El joven de 31 años no puede salir de su vivienda ni utilizar ningún dispositivo con conexión a Internet. Pero sus amigos y familiares cercanos pueden visitarlo en cualquier momento.