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Del secreto a una foto falsa: los bandazos en la gestión de crisis de Kate Middleton

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“Tú y yo somos una especie en extinción. Estoy seguro de que todos seguirán fingiendo que todo está bien, pero la fiesta se acabó. Mientras Roma arde, nosotros dormiremos”, le dice el príncipe Felipe a Isabel II en el último capítulo de The Crown. Esta escena causó polémica en Reino Unido por lo que se podía leer entrelíneas. En la ficción, el duque de Edimburgo creía que con ellos desaparecería la monarquía tal y como la hemos conocido hasta ahora. Y, a juzgar por lo que está ocurriendo en los últimos tiempos, puede que tuviese algo de razón.

Estos días, la ciudad que arde es Londres en vez de Roma. El secretismo en torno a la salud de Kate Middleton está generando innumerables teorías de la conspiración. El último incendio sucedió el domingo cuando el Palacio de Kensington publicaba una fotografía de Kate Middleton con sus hijos, la primera que compartían desde su operación hace dos meses. Sin embargo, pocas horas después, las principales agencias internacionales como Reuters, AP o Getty la retiraban de sus servidores por estar manipulada.

Este lunes, el Palacio de Kensington ha intentado cortar la polémica con tuit pidiendo perdón: "Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos".

¿Por qué está actuando así la familia real británica?

Una situación extraordinaria

La estrategia de comunicación con respecto a la salud de Kate Middelton ha sido opaca desde el principio. El Palacio de Kensington ha decidido no contar ni revelar nada sobre lo que le ha pasado a la princesa de Gales más allá de las palabras “cirugía abdominal”. Una decisión ha provocado toda clase de especulaciones y ha puesto en el foco mediático a la princesa de Gales.

Pero este no es el único problema que tiene actualmente la familia del Carlos III. Con el monarca fuera de juego tras ser diagnosticado de un cáncer, la reina Camilla se ha visto obligada a retirarse temporalmente para descansar. Nunca antes se había dado una desaparición en masa de la vida pública de los miembros más importantes de la familia real. Un descabezamiento de la institución que ha generado una imagen de inestabilidad y descontrol. 

La fotografía de Kate Middelton que los medios británicos han ocultado

Tras la operación, Kate Middelton llevaba varias semanas sin aparecer públicamente hasta que, hace unos días, un paparazzi la fotografío con su madre en un coche, durante su baja médica. Una fotografía que la mayoría de periódicos y medios de comunicación en Reino Unido decidieron ocultar, pero que fue vendida al portal estadounidense de noticias del corazón TMZ y a otros canales de televisión. Muy pronto, además, empezó a circular por las redes sociales.

Algunos periodistas británicos, como el corresponsal de la Casa Real de la ITV, Chris Ship, en el pódcast The Media Show de Radio 4, alegaban esta semana que los motivos que explicaban la actitud de los medios británicos eran que la fotografía había sido tomada sin permiso, que no tenía en sí misma valor informativo y que no querían entrar en la dinámica de comprar este tipo de material a paparazzis para evitar generar un ambiente como el que sufrió Lady Di. 

La relevancia pública de los problemas de salud de las familias reales

Con la llegada de Carlos III al trono, también lo hizo un nuevo equipo de comunicación al palacio de Buckingham dirigido por Tobyn Andrea, exeditor del Daily Mail. En enero, cuando anunciaron la operación de próstata de Carlos III, parecía que su comunicación estaba cambiando de estilo, que se estaban abriendo un poco. Incluso, contaron que había sido el propio rey el que había pedido que se hiciesen públicos los detalles de su patología para que hombres de su edad se hiciesen un chequeo. 

Sin embargo, tras el anuncio del cáncer de Carlos III y de la operación de Kate Middleton se han vuelto a cerrar en banda. Nadie sabe qué tipo de cáncer tiene el rey, ni su gravedad ni tampoco el tratamiento al que está siendo sometido. Una actitud continuista con el pasado y el reinado de Isabel II, donde los anuncios y la información sobre la salud de los miembros de la familia siempre habían sido muy escasos. 

Pero, ¿hasta qué punto tenemos derecho a conocer los detalles de la enfermad de Kate Middleton y del cáncer del rey? ¿Tiene relevancia pública o pertenece al ámbito privado? ¿Deberían regirse las casas reales por las mismas normas de transparencia que otras instituciones? No hay una respuesta clara, pero sí tenemos ejemplos de cómo se hace en otros países en los que la percepción sobre la salud de los representantes públicos es un tema relevante.

La percepción sobre la salud impacta en la imagen de los liderazgos

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El caso de Estados Unidos con la salud de sus presidentes es completamente diferente al de Reino Unido. Allí los dirigentes se someten rutinariamente a exámenes médicos para demostrar su capacidad física y mental. La comunicación sobre sus problemas de salud es mucho más transparente, como hemos visto recientemente con Joe Biden

Las especulaciones en torno a la salud y la desaparición de la familia real están debilitando el liderazgo de un Carlos III que nunca fue ni será el más popular de su familia. Sin duda, haber llevado la iniciativa les hubiese permitido controlar el relato y no mostrar esta imagen de descontrol y vacío institucional.

Tras dos meses de silencio, el domingo, la cuenta oficial del Palacio de Kensington aportaba la fotografía manipulada fotografía de Kate Middleton con sus hijos por el Día de la madre y seguían sin dar más detalles de su enfermedad. El tiempo dirá si a los reyes de este siglo les sirve el silencio que tanto prodigó Isabel II o si este modus operandi se ha quedado desfasado.

“Tú y yo somos una especie en extinción. Estoy seguro de que todos seguirán fingiendo que todo está bien, pero la fiesta se acabó. Mientras Roma arde, nosotros dormiremos”, le dice el príncipe Felipe a Isabel II en el último capítulo de The Crown. Esta escena causó polémica en Reino Unido por lo que se podía leer entrelíneas. En la ficción, el duque de Edimburgo creía que con ellos desaparecería la monarquía tal y como la hemos conocido hasta ahora. Y, a juzgar por lo que está ocurriendo en los últimos tiempos, puede que tuviese algo de razón.

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