La ofensiva israelí iniciada tras los ataques de Hamás se ha centrado en la parte gazatí, pero según ONG que trabajan sobre el campo como Médicos Sin Fronteras (MSF), la situación de Cisjordania está empeorando cada vez más, con más violencia y dificultades para acceder a los servicios básicos.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), en los meses posteriores a octubre de 2023 han muerto en Cisjordania 479 palestinos, entre ellos 116 niños. Del total, 472 personas habrían sido asesinadas (de forma comprobada) por las autoridades israelíes, mientras que del resto no se tiene una constancia clara.
Las restricciones aumentan al mismo tiempo que la violencia, con más bloqueos, puestos de control e incursiones del ejército. Según afirman desde MSF, los palestinos con necesidades médicas urgentes tienen grandes “dificultades para llegar a los hospitales, ya que las ambulancias a menudo sufren retrasos o son detenidas”. Muchas veces "están bloqueadas en los puestos de control, incluso en casos de emergencia médica y cuando tenemos la sirena encendida”.
Algo que ocurre incluso en casos de emergencia, teniendo que esperar hasta dos horas para continuar.
El otro medio para llegar serían los coches, pero aunque los hay, el ejército los confisca, según testimonios de palestinos en Cisjordania. Esta situación solo les deja la opción de ir caminando durante horas o utilizar otras alternativas como los burros.
Aunque consigan solventar el problema del transporte hasta el hospital, los palestinos siguen sin tener garantizada su seguridad. Según la Organización Mundial de la Salud, desde octubre de 2023 hasta el pasado abril, las autoridades israelíes fueron responsables de 12 muertos y 95 heridos. Tulkarem fue la región más afectada, donde la asistencia sanitaria registró 92 incidentes de algún tipo (denegación de acceso, detenciones uso de fuerza o búsqueda por parte de militares).
Allí un paramédico voluntario recibió un disparo en la pierna mientras estaba de servicio, hace menos de un mes. En otro incidente registrado por Médicos Sin Fronteras, un trabajador suyo tuvo que hacer una reanimación cardiopulmonar a un joven de 16 años “tras recibir un disparo en la cabeza”, sin éxito. El padre del asesinado también era médico y recibió la noticia “mientras trabajaba en una ambulancia”, relatan desde la organización.
La gravedad de la violencia en Masafter Yatta, un distrito de Hebrón, ha hecho que muchos palestinos “sientan demasiado miedo como para salir de sus casas”, según Médicos de Sin Fronteras. “La mayor parte del tiempo está prohibido asomarse a la ventana”, cuenta un paciente a MSF. Explica como un día se asomó y después de que un colono lo viese y avisase a un soldado “asaltaron mi casa y destruyeron todo lo que había en ella”.
Breves apuntes de Cisjordania
Cisjordania es una región situada entre Israel y Jordania, en la que viven 2,9 millones de palestinos repartidos en 11 distritos y 630.000 colonos en 150 asentamientos según la ONU. La misma organización calcula además que el 61% del territorio está prohibido “para uso palestino”.
Una situación anómala que se ha alargado durante décadas, en concreto desde 1947, cuando se estableció el plan de Naciones Unidas –que nunca llegó a cumplirse– para la partición de Palestina en dos, un estado judío y otro palestino. Cisjordania, caería en el lado del Estado Palestino que planteó la ONU a finales de la década de los 40.
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Tras la Guerra de los Seis Días de 1967 Israel llevaría ocupando, a los ojos de las Naciones Unidas y de parte de la comunidad internacional, un gran porcentaje de Cisjordania, de ahí que se hable de los “colonos” israelíes.
A lo largo del tiempo, “Israel, como potencia ocupante, ha creado muros, colonias, asentamientos...”, explica Najib Abu-Warda, experto en Oriente Medio, y también “estableció un muro enorme de aislamiento y de división entre las aldeas Palestinas”. Un muro que se prevé que alcance los 712km de largo y que según las Naciones Unidas alcanza ya el 65% de su construcción. De lo ya construido, un 80% pasa por territorio de Cisjordania.
A raíz de este muro, la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión consultiva en la que afirmó que “ese muro es ilegal”, debido a que “la potencia ocupante desde el punto de vista del derecho internacional no puede alterar ni modificar la geografía ni la demografia de las zonas ocupadas”, explica Abu-Warda. Por ello la corte abogó por desmanterarlo, pero todavía sigue en pie.
La ofensiva israelí iniciada tras los ataques de Hamás se ha centrado en la parte gazatí, pero según ONG que trabajan sobre el campo como Médicos Sin Fronteras (MSF), la situación de Cisjordania está empeorando cada vez más, con más violencia y dificultades para acceder a los servicios básicos.