El ex trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos Edward Snowden ha declarado que Alemania y otros países colaboran sin hacer preguntas con Washington, negando así las declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, en las que condenaba el programa secreto de espionaje norteamericano revelado por el propio Snowden.
Snowden explicó que el intercambio de información entre agencias se realizaba de tal forma que los altos cargos políticos podían alegar desconocimiento total de las operaciones en el caso de que algún día salieran a la luz.
"Las otras agencias no nos preguntaban de dónde sacábamos la información y nosotros no preguntábamos. De esta manera, protegían a sus principales políticos del rechazo que se generaría si se descubriera cómo la privacidad de la gente es objeto de abuso masivo en todo el mundo", declaró.
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Merkel, por su parte, ha pedido una investigación sobre el llamado programa Tempora, empleado por la NSA y las agencias de inteligencia de Reino Unido para espiar a sus aliados europeos. La oposición a la canciller, por su parte, está convencida de que alguien del Gobierno alemán o de los servicios de Inteligencia estaba al tanto de estas prácticas.
Tal era la relación entre Estados Unidos y sus aliados europeos, que estos iban mucho más allá de lo que la NSA solicitaba a la hora de recoger datos. El programa Tempora no conocía límites.
"Chupaba toda la información, sin importar de dónde procedía y qué leyes violaba. Si enviabas un paquete de datos y pasaba por Reino Unido, nosotros lo cogíamos. Si te descargabas algo y el servidor estaba en Reino Unido, era nuestro. Si la NSA recibía orden de centrarse en un individuo, la computadora del objetivo dejaba de pertenecerle: pasaba, más o menos, a ser propiedad del Gobierno estadoundiense", declaró.
El ex trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos Edward Snowden ha declarado que Alemania y otros países colaboran sin hacer preguntas con Washington, negando así las declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, en las que condenaba el programa secreto de espionaje norteamericano revelado por el propio Snowden.