Seísmos
Ya son diez los muertos por el terremoto en el norte de Chile
El ministro de Interior de Chile, Jorge Burgos, ha elevado a diez el número de fallecidos a causa del terremoto de 8,4 que se ha producido este miércoles en la región de Coquimbo, en el norte del país, y ha asegurado que la situación comienza a normalizarse.
"El número de ocho fallecidos aumentó. Ahora se suman dos personas más: la primera es una que habíamos calificado como desaparecida y la segunda falleció producto del tsunami", ha dicho Burgos en una rueda de prensa.
Además, unas 600 personas han tenido que ser evacuadas a albergues en zonas altas, si bien el director de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI), Ricardo Toro, ha garantizado la "ayuda humanitaria" para todos los afectados.
Burgos ha explicado que el caos de las primeras horas ha desaparecido y que los servicios básicos que se han visto afectados han comenzado a restablecerse, como el tendido eléctrico, aunque en su mayoría no ha sufrido daños.
Burgos ha descartado igualmente la posibilidad de que haya una crisis de abastecimiento. "No hay ninguna razón para creer que el combustible se va a acabar. No hay inconvenientes, así que no hay necesidad de aglomerarse en las estaciones de servicio", ha indicado.
Viaje a la zona
Por su parte, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha encabezado la reunión gubernamental para coordinar la ayuda para la región de Coquimbo y se espera que en las próximas horas viaje a la zona para valorar el impacto del seísmo.
Ricarda
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En su primera comparecencia pública tras la sacudida, Bachelet ha dicho desde La Moneda que la prioridad del Gobierno es garantizar la seguridad de los habitantes de Coquimbo "monitoreando las zonas afectadas" a través de los distintos organismos.
Bachelet ha considerado que, conforme al primer balance, no es necesario declarar el estado de excepción pero que se declarará la zona de catástrofe donde se requiera "para ir en ayuda de las familias afectadas".
No obstante, "el Ministerio de Educación tomó la decisión de suspender las clases mientras se observa la evolución de los hechos para que los niños que no asistan a clases en el día de mañana".