El Tribunal Constitucional francés ha rechazado este miércoles parte del paquete de reformas económicas planteado por el presidente del país, François Hollande, en medio de las amenazas de uno de los partidos de la coalición de abandonar el Gobierno en otra disputa en torno a la legislación.
Hollande ha puesto parte de su credibilidad en juego en sus esfuerzos por lograr reactivar el crecimiento económico y fomentar la creación de puestos de trabajo recordando 30.000 millones de euros de los impuestos de nómina pagados por las empresas.
El Parlamento ya ha aprobado los presupuestos de este año, pero el Tribunal Constitucional ha rechazado de forma inesperada parte de la reforma, destinada a reducir los impuestos a los trabajadores con pocos ingresos.
El tribunal ha fallado que la medida, que habría beneficiado a 7,4 millones de trabajadores de empresas públicas y privadas y que tendría un coste de 2.500 millones de euros, es injusta.
"El mismo fondo de bienestar tendría que pagar los mismos servicios para todos sus beneficiarios a pesar de la falta de contribuciones de cerca de un tercio de ellos", ha argumentado el tribunal en un comunicado publicado tras su decisión.
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Por otra parte, el Partido Izquierdista Radical, que tiene tres ministros en el Gobierno, ha amenazado con abandonar la coalición debido a la reforma que pretende reducir a la mitad el número de regiones administrativas.
El líder de la formación, Jean-Michel Baylet, ha pedido una mayor representación para los funcionarios elegidos en las zonas rurales, donde su partido cuenta con más apoyos. "Si no somos escuchados, si llegamos a un punto de ruptura, haremos frente a nuestra responsabilidad y abandonaremos el Gobierno", ha advertido.
Pese a que el Partido Socialista de Hollande mantendría la mayoría en el Parlamento incluso sin el apoyo del Partido Izquierdista Radical, su salida de la coalición sería una muestra más de la baja popularidad del Gobierno.
El Tribunal Constitucional francés ha rechazado este miércoles parte del paquete de reformas económicas planteado por el presidente del país, François Hollande, en medio de las amenazas de uno de los partidos de la coalición de abandonar el Gobierno en otra disputa en torno a la legislación.