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Los últimos cartuchos a favor del 'sí' y el 'no' en Escocia

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Edu Granados (Edimburgo)

En este vertiginoso final, ambas campañas apuran sus movimientos para persuadir a los indecisos, cifrados en 500.000, según los últimos sondeos. Los unionistas, con un mensaje basado en el miedo y la incertidumbre que supondría la separación, han optado por enviar a tierras escocesas a los pesos pesados de Westminster, mientras que los independentistas, ganadores en la calle, siguen asegurándose votos con pequeñas acciones en todas las ciudades. 

Un paseo por las calles de Edimburgo es suficiente para entender cómo llegan independentistas y unionistas a los últimos días de campaña. El sí se hace notar en las calles a través de carteles en las casas, pegatinas en las papeleras o simples pines en la ropa, mientras que el 'no' es más reservado y algunos se atreven a mencionar la “mayoría silenciosa”.

La ilusión por crear una nueva Escocia frente a la seguridad que supone pertenecer al Reino Unido. Esos dos son los mensajes clave que ambas campañas han repetido incansablemente a ese 8% de indecisos que determinarán el resultado del próximo jueves. Si finalmente los sondeos se corresponden con la realidad, el futuro de Escocia podría quedar en las manos de 68.500 personas.

Aterrizaje forzoso de los tres líderes británicos

Ante el crecimiento independentista en las encuestas, los unionistas optaron hace una semana por enviar a tierras escocesas a los tres líderes políticos de Westminster: el primer ministro británico, David Cameron, el líder laborista, Ed Miliband y el liberal-demócrata, Nick Clegg para, básicamente, reiterar el mensaje de incertidumbre que supondría la separación de Escocia. En cuanto a los niveles personales de popularidad, ninguno de estos tres políticos superan el 35% de aprobación entre los escoceses.

“Si no os gusto, no os preocupéis que no estaré aquí para siempre. Sin embargo, el Reino Unido sí”. Con esta contundencia cerró Cameron su discurso del lunes en Aberdeen. Este martes, el laborista Miliband acudió a un centro comercial de Edimburgo para urgir ante la “irreversibilidad” de una Escocia independiente. Allí fue recibido a gritos de “mentiroso” por algunos simpatizantes del . Y es que, para muchos escoceses, esta llegada ha sido “tardía” y “forzosa”, provocada por el ascenso secesionista.

La apuesta final de los independistas

Por otro lado, la campaña independentista contó el pasado fin de semana con cerca de 35.000 voluntarios pidiendo el sí en las calles de Escocia. Según los organizadores, se repartieron más de 2,6 millones de folletos para aclarar las últimas dudas entre los indecisos, la mayoría de ellos no pertenecientes a partidos políticos.

El mismo fin de semana, el primer ministro escocés, Alex Salmond, y la viceprimera ministra, Nicola Sturgeon, volaron por toda Escocia en helicóptero. Ella hizo la ruta del sur, mientras que él se dirigió al norte. Se encontraron en Perth, donde les esperaban una gran multitud de personas, lo que reafirmó a Salmond como el ganador del debate independentista. Además, el primer ministro escocés aseguró que, si gana el no, no se pedirá otro referéndum hasta que haya pasado una generación (20 años).

Lo que dicen las apuestas

Las encuestas dan seis puntos de diferencia entre una y otra opción desde hace semanas. El pasado domingo, el diario The Sunday Times publicó un sondeo realizado por la firma Panelbase que da una mínima ventaja a los partidarios del no (50,6%) sobre los independentistas (49,4%), excluyendo a los indecisos. Por otro lado, muchos aseguran que “contestar a una pregunta es muy fácil”, y que lo que cuesta es apostar dinero. Así, en Betfair, con una apuesta ganadora de 100 libras consigues unos ingresos de 25 libras si apuestas por el no y 450 si se apuesta por el .

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La aportación económica de un millón de libras (1,25 millones de euros) por parte de la creadora de Harry Potter, JK Rowling, a la campaña contra la independencia de Escocia,despertó en los famosos y artistas unas ansias de tomar partido en el proceso que pueden acabar siendo claves.

Mientras que la campaña del no cuenta con artistas como Mick Jagger, Paul McCartney o David Bowie, además del popular exentrenador del Manchester United, Alex Ferguson, que donó 501 libras a la campaña por la unión; los independentistas se apoyan en la figura de Sean Connery, el grupo de música Franz Ferdinand y Irvine Welsh, el autor de la novela Trainspotting.

El escocés que mejor ha guardado su secreto es Andy Murray, que no podrá votar por residir en el extranjero. El tenista dijo recientemente sentirse orgulloso por competir con Gran Bretaña en las Olimpiadas y en la Copa Davis. Según expertos, el posicionamiento público de estas figuras puede determinar el resultado final ante una consulta tan apretada.

En este vertiginoso final, ambas campañas apuran sus movimientos para persuadir a los indecisos, cifrados en 500.000, según los últimos sondeos. Los unionistas, con un mensaje basado en el miedo y la incertidumbre que supondría la separación, han optado por enviar a tierras escocesas a los pesos pesados de Westminster, mientras que los independentistas, ganadores en la calle, siguen asegurándose votos con pequeñas acciones en todas las ciudades. 

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