La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) ha presentado este martes una denuncia penal ante la Fiscalía de Teruel y Castellón contra Acciona por la muerte de uno de los últimos quebrantahuesos que viven en Teruel, una especie en peligro de extinción. El ejemplar se chocó contra un aerogenerador de esta compañía en Castellón, aunque el cuerpo fue encontrado a unos pocos metros, en el término municipal de Luco de Bodón (Teruel). La querella también va dirigida contra la Generalitat Valenciana por "inacción", e incluye una petición para que paralice cautelarmente la actividad de la planta eólica de Refoyas, operada por Renomar, una empresa en manos de Acciona.
Los defensores de este animal señalan que la compañía energética es responsable de la muerte del quebrantahuesos porque en el mercado se comercializan dispositivos para evitar estas colisiones, pero Acciona no las tiene instaladas en el parque. "Existen protocolos preventivos y en el pasado ya han muerto allí buitres, pero la empresa no ha tomado medidas", declara Juan Antonio Gil, secretario de la FCQ.
Desde la fundación explican que la denuncia pide responsabilidades penales a las dos compañías porque supone la muerte de una especie protegida en España. También apunta contra la Generalitat por haber permitido esta negligencia durante años. En concreto, remiten a la ley 326.bis, 327 y 334 del Código Penal, que contemplan hasta dos años de cárcel. También han pedido que el parque eólico cese su actividad hasta que se instalen medidas para prevenir estos choques, ya que en este momento continúan viviendo en la zona entre tres y cinco ejemplares más de quebrantahuesos que ha reintroducido la Generalitat Valenciana. El parque eólico que provocó la muerte del animal se ubica en suelo valenciano, pero a apenas 50 metros de la frontera con Teruel. El cuerpo del quebrantahuesos cayó en Aragón y eso ha llevado a que la denuncia se presente en las dos fiscalías.
Desde Acciona, responden que están "a disposición de la Administración y las autoridades competentes para aclarar lo ocurrido". "Acciona Energía está plenamente comprometida con la protección de la fauna y cumplimos de forma rigurosa con los protocolos de seguimiento ambiental en todas nuestras instalaciones", añaden desde la energética. La planta de Refoyas contaba con medidas de prevención, pero muy arcaicas. De los 33 molinos que tiene, siete tienen un aspa pintada para verse a distancia, y del proyecto original se eliminaron cuatro aerogeneradores para crear un corredor de aves. También cuenta con comederos para aves carroñeras que desvían a las aves de los molinos, y semanalmente la compañía hace un seguimiento semanal de impactos y recorridos de las aves, pero estas medidas no han sido suficiente.
"Este tipo de muertes son una catástrofe para la biodiversidad y van a más a medida que se construyen nuevas plantas eólicas. Nosotros estamos a favor de la energía renovable, pero tienen que levantarse en zonas que sean compatibles con la fauna protegida", reclama Juan Antonio Gil. Sin ir más lejos, recuerda que este martes el Consejo de Ministros aprobó la construcción del llamado Clúster de Maestrazgo, un macrocomplejo eólico de Teruel que tendrá 125 molinos, de los cuales 80 se ubicarán dentro del espacio protegido Red Natura 2000. La concesión de la declaración de impacto ambiental a este proyecto provocó que el pasado otoño la FCQ suspendiese su programa de reintroducción del quebrantahuesos en la región.
Hasta ahora, la fundación ha introducido dos ejemplares de quebrantahuesos en Aragón, un animal que ya se ha extinguido en buena parte de Europa. Tanto Sabino como Masía, los dos ejemplares, han muerto. El primero en 2022 por el choque con un tendido eléctrico propiedad de Endesa. El segundo, ahora, por el choque contra el molino de Renomar, compañía propiedad de Acciona al 75%. Los pocos ejemplares que quedan en la zona proceden de una liberación de la Generalitat, que ha soltado en los últimos años 14 quebrantahuesos. La FCQ también desvela que solo en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca, en Zaragoza, han encontrado 1.500 buitres muertos por aspas de molino entre 2022 y 2023.
Hay tecnología para evitar muertes animales
Los impactos de molinos de viento en aves son muy comunes en España, donde hay 22.210 aerogeneradores, aunque son muy difíciles de monitorizar. La organización SEO/BirdLife, defensora de las aves en España, presentó en febrero de 2023 un macroestudio que analizaba las causas de muerte de todas las aves que ingresaron en España entre 2008 y 2018 en centros de recuperación de fauna, donde se registraron casi 273.000 ejemplares. El 3,7% de las muertes se debieron a daños por molinos de viento, 50.968 en una década, el equivalente a 5.000 al año, la séptima causa más común. Las primeras fueron la colisión con línea eléctrica, la captura ilegal, la electrocución, el atropello y la tenencia en cautividad.
La tecnología para evitar estas colisiones se conoce desde hace más de una década, pero está instalada en una minoría de parques de España. DTBird, es una empresa que inició su negocio en 2009 y vende sistemas para reducir estos accidentes. Un portavoz explica que estos sistemas son cada vez más comunes porque algunas comunidades autónomas exigen estos mecanismos para aprobar las declaraciones de impacto ambiental, un documento obligatorio y previo para construir la planta. Sin embargo, por ley no es obligatorio en España instalar estos aparatos para poder construir un molino.
En este momento se emplean incluso cámaras con inteligencia artificial para detectar pájaros de manera automática. El sistema activa después altavoces con sonidos intimidantes para alejarlos o incluso se paran las aspas para evitar accidentes. En el caso de los murciélagos, que vuelan de noche, se detectan a través de ultrasonidos que captan micrófonos instalados a diferentes alturas del molino. Desde DTBird explican que la tecnología de detección de aves ha avanzado mucho en los últimos años, pero que el frenado de las aspas es cada vez más complicado porque el tamaño de los molinos no para de crecer, y en los de mayor envergadura se necesita más de un minuto para pararlos.
Ana Carricondo, coordinadora de Conservación en SEO/BirdLife, explica que en principio es la propia declaración ambiental del proyecto eólico el que debería prohibir su construcción en una zona de paso de aves protegidas, pero que en muchos casos no se hace. "De todas formas, si cuando está en operación se detecta la muerte de aves, la Comunidad puede decretar instalar métodos de prevención, decretar su parada temporal o incluso su desmantelamiento. Pero si la compañía no obedece, es cuando interviene la Fiscalía, llegando a responsabilidades penales si se determina una inacción", resume.
SEO/BirdLife ha elaborado además un mapa con las zonas menos expuestas a las aves para que lo utilicen las administraciones y los promotores a la hora de instalar los parques. Según sus cálculos, solo el 26% del territorio español sería adecuado para la instalación de molinos de viento. Las zonas de máxima incompatibilidad serían espacios Red Natura 2000, zonas Ramsar, reservas de la Biosfera y otros lugares clave para la conservación de la fauna.
En el caso de las aves, ponen especial atención a la protección de aquellas de gran envergadura y planeadoras, como el quebrantahuesos, los buitres, el alimoche, las águilas, el aguilucho, o la cigüeña negra, entre otras. También piden mucha precaución con las aves agroesteparias, las que vuelan sobre grandes llanuras agrícolas, puesto que se ven muy afectadas por los cambios en el paisaje. Por ejemplo, las avutardas, el sisón común, las gangas o la alondra.
La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) ha presentado este martes una denuncia penal ante la Fiscalía de Teruel y Castellón contra Acciona por la muerte de uno de los últimos quebrantahuesos que viven en Teruel, una especie en peligro de extinción. El ejemplar se chocó contra un aerogenerador de esta compañía en Castellón, aunque el cuerpo fue encontrado a unos pocos metros, en el término municipal de Luco de Bodón (Teruel). La querella también va dirigida contra la Generalitat Valenciana por "inacción", e incluye una petición para que paralice cautelarmente la actividad de la planta eólica de Refoyas, operada por Renomar, una empresa en manos de Acciona.