Decenas de organizaciones se preparan para salir el próximo sábado a las calles de una decena de ciudades españolas para presionar a favor de la agenda verde de cara a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Grupos ecologistas aprovechan estas dos semanas para tratar de incidir en los programas electorales y evitar que la agenda negacionista gane peso ante el avance de la extrema derecha, e incluso las empresas españolas han lanzado un manifiesto en este sentido, aunque sin citar a ningún partido político para evitar polémica.
La promotora de las movilizaciones es la Alianza por el Clima, una agrupación de más de 60 colectivos entre las que se incluyen ONG, sindicatos, fundaciones civiles y organizaciones agrícolas. La principal cita será este sábado en Madrid, pero también habrá movilizaciones durante las próximas dos semanas en Barcelona, Zaragoza, Valencia y otras siete ciudades. Carlos Moreno es uno de los portavoces de la alianza y explica que estas manifestaciones son indispensables para recordar que la agenda verde no puede decaer. "Hay una urgencia absoluta porque la próxima década va a ser fundamental. Los planes de reducción de emisiones son insuficientes para mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados", dice el activista. "Pero es que además estamos asistiendo a un giro muy peligroso en Europa, que acelera la militarización y apuesta por una agenda de seguridad y fronteras. Es llamativo porque esa caída del interés por el cambio climático es exclusivamente política. Si vemos las encuestas sobre la preocupación ciudadana, el cambio medioambiente sigue siendo una prioridad", reclama Moreno.
La plataforma Alianza por el Clima se reserva las movilizaciones para las fechas importantes y no convocaba a sus decenas de asociados a salir a las calles desde diciembre, cuando tuvo lugar la cumbre del clima de la ONU, la COP28. En este caso, lo hace para tratar de movilizar el voto progresista ante el avance de los partidos nacionalistas en las encuestas europeas, que además han forzado al Partido Popular Europeo a abandonar el consenso verde para disputar el voto rural con la extrema derecha.
Esta visión la comparte también el empresariado español, concentrado en el Grupo Español de Crecimiento Verde, donde está el 40% del Ibex 35. La semana pasada presentó el manifiesto Más Europa, más verde y más competitiva, donde piden apostar por la transición energética y la defensa del mercado único. "Nos preocupan mucho los movimientos políticos y sociales que quieren frenar el Pacto Verde, y nos preocupa que afecten a partidos moderados y a la Comisión Europea", afirma Gonzalo Sáenz, presidente del grupo.
El documento está inspirado en un comunicado que hicieron a mediados de mayo decenas de grandes compañías alemanas, que pidieron fijar una línea roja contra el partido ultra Alternativa por Alemania, con un discurso abiertamente xenófobo, pero en el caso español han evitado ser tan explícitos y hablar de partidos concretos. "Nuestro manifiesto es más económico que político", recalca Sáenz.
Dentro del activismo, el grupo Rebelión o Extinción ha optado por la vía de las acciones de desobediencia civil no violenta que caracterizan a esta organización. Este domingo realizaron la primera y rociaron con pintura biodegradable a superyates atracados en el puerto de Barcelona para criticar las rebajas impositivas a los combustibles, que superan los 400.000 millones de euros al año en la Unión Europea, según la organización. Los coordinadores han organizado una acción disruptiva diaria de aquí al domingo 2 de junio en diferentes ciudades, con una actividad final en la ciudad de Madrid.
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La presión de los grupos ecologistas también es política, y estos días las grandes ONG se están reuniendo con partidos de todo el arco político en Madrid y otras capitales para tratar de influir en la futura Eurocámara. La alianza de las cinco principales organizaciones verdes españolas ha presentado una serie de propuestas electorales donde piden acabar con los combustibles fósiles en el continente en 2040, proteger la naturaleza para que los impactos del cambio climático sean lo más leves posibles, y que esa transición llegue a todas las clases sociales.
Uno de los responsables de esta campaña política es Luis Suárez, de WWF, que pide a los españoles no quedarse en casa el domingo 9, puesto que "más del 85% de la normativa ambiental que tenemos en España depende de lo que se pacta en Bruselas". Sobre los posicionamientos que tienen los partidos alrededor del medio ambiente de cara a los comicios, señala tres grupos. Un bloque verde o progresista muy alineado con la crisis climática, uno de liberales y conservadores que propone ralentizar la transición energética, y un arco de partidos ultra que directamente quiere dinamitar el Pacto Verde europeo.
Un análisis de Climate Action Network, una red europea de organizaciones ecologistas, ha analizado las votaciones en el Parlamento Europeo de cada grupo político durante los últimos cinco años en legislaciones ambientales, y los ha clasificado por su compromiso con la lucha climática. Sobre una puntuación de 100, da 92 puntos a Los Verdes, 84 puntos a La Izquierda, 70 a los socialistas y 56 a Renovar Europa, mientras que el PP Europeo suspende con solo 25 puntos, y los partidos de extrema derecha Conservadores y Reformistas Europeos, e Identidad y Democracia, han terminado con un 10 y un 6 sobre 100, respectivamente.
Decenas de organizaciones se preparan para salir el próximo sábado a las calles de una decena de ciudades españolas para presionar a favor de la agenda verde de cara a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Grupos ecologistas aprovechan estas dos semanas para tratar de incidir en los programas electorales y evitar que la agenda negacionista gane peso ante el avance de la extrema derecha, e incluso las empresas españolas han lanzado un manifiesto en este sentido, aunque sin citar a ningún partido político para evitar polémica.