El fuego ha arrasado 261.393,66 hectáreas desde que comenzó 2022 hasta el 18 de septiembre, lo que supone más del triple que la media del decenio (3,37 veces más), según el avance informativo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuyos datos reflejan que este es, con diferencia, el año de mayor superficie quemada pero el quinto con menos incendios de los últimos diez.
No obstante, el Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales eleva la superficie quemada en España hasta el 24 de septiembre a 299.436 hectáreas, por lo que este es el país de la Unión Europea más afectado en lo que va de año por incendios forestales. Las cifras duplican las 149.344 hectáreas de Bulgaria y casi triplica las 104.400 hectáreas contabilizadas en Portugal. En total, los Veintisiete han visto arder en este periodo 770.036 hectáreas, más del doble de la media entre 2006 y 2021, que es de 281.531 hectáreas.
En España, en el mismo periodo del año pasado se habían quemado 77.934 hectáreas, 183.459,32 menos que en lo transcurrido de este ejercicio, según los datos del MITECO. Del total arrasado en este 2022, solo entre el 11 y el 18 de septiembre se quemaron 7.405,15 hectáreas. El balance supera con creces las cifras del 2012, que hasta ahora era el peor de los últimos 10 años, cuando del 1 de enero al 18 de septiembre ardieron 204.490 hectáreas en 14.701 siniestros.
A tenor de los datos, este ejercicio los incendios afectaron a mayor superficie puesto que la media del decenio se sitúa en un 0,279% de la extensión nacional, una cifra que, sin embargo, este 2022 se eleva hasta el 0,940%.
En cuanto al número de siniestros, van un total de 8.934, una cifra que en este caso sí está en torno a los valores medios de los últimos diez años, 8.991, por lo que 2022 se sitúa como el quinto año con menos fuegos.
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Este año se han contabilizado 8.934 incendios, de los que 55 fueron grandes fuegos de más de 500 hectáreas de superficie. Este 2022 también supera el récord del número de fuegos de esta categoría: La media de los últimos diez años se sitúa en 17, una cifra que iguala la de 2020 mientras. En todo caso, las cifras distan de los 39 grandes incendios de 2012 y más aún de los 3 grandes fuegos de 2018. De ellos, prácticamente dos tercios de los siniestros (6.193) fueron conatos, es decir que se extinguieron antes de alcanzaran 1 hectárea de superficie.
En cuanto al tipo de vegetación, la más afectada fue la de matorral y monte abierto de la que se calcinaron 127.998,86 hectáreas; seguida por los 114.703,07 hectáreas de superficie arbolada y por otros 18.691,73 hectáreas de vegetación herbácea.
Por distribución geográfica, el área más afectada fue el noroeste, donde se contabilizaron el 44,66% de los siniestros, en los que se quemó el 46,06% del total nacional de superficie arbolada y el 47,96% de la superficie forestal. En las comunidades interiores se ha registrado el 37,30% de los fuegos y en ellas ardió el 37,27% de la superficie arbolada y el 31,01% de la forestal. Por otro lado, en el Mediterráneo ocurrió el 17,58% de los fuegos, en los que se quemó el 14,28% de la superficie arbolada y el 19,97% de la forestal. Finalmente, en Canarias se produjo el 0,46% de los incendios. En ellos se quemó el 2,39% de la superficie arbolada y el 1,06% de la forestal.
El fuego ha arrasado 261.393,66 hectáreas desde que comenzó 2022 hasta el 18 de septiembre, lo que supone más del triple que la media del decenio (3,37 veces más), según el avance informativo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuyos datos reflejan que este es, con diferencia, el año de mayor superficie quemada pero el quinto con menos incendios de los últimos diez.