"En general, el estado de conservación del parque es satisfactorio, pero se enfrenta a numerosas amenazas, como su creciente aislamiento por el desarrollo agrícola". Ese fue el diagnóstico sobre el parque nacional de Doñana que hicieron en 1994 la Unesco y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), cuando el parque aspiraba a entrar en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. Casi treinta años después, la situación no solo no ha mejorado, sino que el Gobierno de la Junta de Andalucía (PP) va camino de ampliar las licencias de agricultura de regadío en los alrededores del humedal. Esta decisión, unida a la mala gestión de la reserva de los últimos años, supondrá probablemente que pierda su puesto en la Lista Verde del IUCN a partir de agosto.
La IUCN es una organización ligada a la ONU y formada por gobiernos y asociaciones civiles donde participan más de 15.000 científicos. En 2014 esta entidad creó la Lista Verde, la primera que premia los espacios naturales que están bien gestionados y que pueden servir de ejemplo a otros administradores, y en ella entró primero el parque nacional de Sierra Nevada y en julio de 2015 la reserva de Doñana.
Entonces solo 24 parques en todo el mundo estaban en la lista. Hoy son 61. La entrada de Doñana estaba condicionada a que abordara amenazas como la agricultura de regadío o el turismo masivo, pero la revisión que ha hecho este año una decena de científicos del IUCN ha terminado con un suspenso rotundo, según adelantó El País este viernes.
Los expertos estudiaron el estado de conservación del parque entre 2020 y 2021 y en enero elaboraron un informe en el que solo aprueban 17 de los 50 criterios analizados. Ahora, un equipo externo al IUCN está estudiando las conclusiones y en las próximas semanas publicará un veredicto, que con mucha probabilidad supondrá la salida de Doñana de la lista. Hasta ahora, ningún enclave del mundo ha sido expulsado de ella.
El director de la Estación Biológica de Doñana, Eloy Revilla, no ha tenido acceso todavía a ese informe y no puede valorar sus conclusiones, pero confirma que la reserva está al límite. El principal problema es que la reserva subterránea de agua que alimenta los humedales está en un nivel muy bajo por el excesivo regadío y las extracciones ilegales. La falta de agua reduce la diversidad de vegetación y animales, y muchas especies han tenido que migrar o su número se ha reducido.
En todo caso, el mensaje de Revilla es claro. "Si nos pusiéramos a trabajar ahora mismo todas las partes, despolitizando el problema, se mejoraría mucho la situación de Doñana", afirma el investigador del CSIC. "Es verdad que hay especies que se han perdido, y que han muerto árboles centenarios, pero los sistemas acuáticos son muy resilientes y podríamos recuperar el parque", insiste.
La incorporación de Doñana a la exclusiva Lista Verde fue en su día una magnífica noticia, como rememora José Fiscal, entonces consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía. "Fue por fin un anuncio positivo después de todos los problemas que arrastraba Doñana de las décadas anteriores. Recuerdo incluso reunirme con la presidenta del IUCN en la cumbre de París de 2015, donde me pidió que siguiéramos trabajando en el parque porque era uno de los principales espacios naturales de Europa", relata Fiscal.
Al igual que ahora, el futuro de Doñana estaba amenazado por la extracción de agua de los regadíos que rodeaban el humedal. Para tratar de solucionar el problema se aprobó a finales de 2014 el famoso Plan de la Fresa para acabar con el riesgo ilegal y reestructurar la agricultura, donde se alcanzó un relativo consenso entre la Junta (PSOE) y el Gobierno central (PP). Según José Fiscal, entrar meses después en la lista del IUCN significó que los expertos internacionales reconocían el esfuerzo por resolver el conflicto entre el sector agrícola y el parque. Con el paso de los años, sin embargo, el plan terminó fracasando. Solo se llevaron a cabo algunas medidas superficiales y no se erradicó el regadío ilegal ni se protegió el acuífero.
El PP avanza en dirección contraria
El vaciado de la reserva de agua subterránea año tras año, unido al impacto del cambio climático, han llevado a los 10 técnicos del IUCN a suspender en su informe los cinco indicadores relacionados con la conservación. A esto se suma que la Junta lleva desde primavera tratando de sacar adelante una ley para ampliar las licencias de riego en cientos de fincas que ahora son de secano y situadas junto a Doñana. Según un análisis de la organización WWF, la norma ampliaría las tierras regables en 1.903 hectáreas, equivalentes a más de 2.700 campos de fútbol.
Juanjo Carmona, responsable de WWF en Doñana, ve una relación clara entre la salida de Doñana de la Lista Verde y la política ambiental de la Junta de Andalucía, gobernada por el PP. "Llevan años gobernando, saben de sobra el pésimo estado del acuífero, y deciden engañar a los agricultores prometiéndoles más agua todavía", expone Carmona.
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José Fiscal coincide con la visión del ecologista y acusa al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, de ser el responsable de que el humedal situado entre Huelva y Sevilla pierda su estatus en el IUCN. "No es casualidad que Doñana sea expulsado justo cuando quieren ampliar el regadío, es una consecuencia. Yo reconozco que en nuestra época los ecologistas nos dieron mucha caña porque íbamos lentos, pero íbamos. Ahora directamente la Junta ha dado un paso atrás y esta es una de las consecuencias", afirma el exconsejero. Fiscal se muestra muy crítico con la política autonómica del PP, pero reitera que sus palabras no las dice como exalto cargo socialista, sino como un ciudadano, ya que abandonó la política y ahora ejerce como consultor ambiental.
Eloy Revilla, que dirige la estación que supervisa el parque nacional, explica que la salida de la reserva de la Lista Verde de la IUCN sería "una pérdida de prestigio" para uno de los ecosistemas más importantes del continente. Doñana tiene la clasificación de lugar de Patrimonio Mundial, Humedal de Importancia Internacional de Ramsar, Reserva de la Biosfera y Zona de Protección Especial de la Comunidad Europea.
La salida de la lista no sería definitiva. El parque pasaría a ser "candidato" a entrar y tendría cinco años para enmendar la situación.
"En general, el estado de conservación del parque es satisfactorio, pero se enfrenta a numerosas amenazas, como su creciente aislamiento por el desarrollo agrícola". Ese fue el diagnóstico sobre el parque nacional de Doñana que hicieron en 1994 la Unesco y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), cuando el parque aspiraba a entrar en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad. Casi treinta años después, la situación no solo no ha mejorado, sino que el Gobierno de la Junta de Andalucía (PP) va camino de ampliar las licencias de agricultura de regadío en los alrededores del humedal. Esta decisión, unida a la mala gestión de la reserva de los últimos años, supondrá probablemente que pierda su puesto en la Lista Verde del IUCN a partir de agosto.