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Asaja, COAG y UPA, tres organizaciones agrarias en las antípodas ideológicas subidas en el mismo tractor

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Miles de agricultores llevan casi una semana bloqueando carreteras a lo largo de la península, pese a que el calendario oficial de movilizaciones agrarias comienza este jueves. Esta paradoja refleja la presión que viven estos días las tres principales asociaciones agrarias —Asaja, COAG y UPA—, que en los últimos días se han visto sobrepasadas por las protestas de Unión de Uniones y las tractoradas organizadas en redes sociales, vinculadas a la extrema derecha.

Aunque las tres organizaciones mayoritarias –las llamadas OPA– tienen una posición común, entre ellas se ubican en las antípodas ideológicas. Si Asaja está en la órbita del PP, UPA se ubica en el PSOE, y COAG todavía más a la izquierda. También se reparten de forma desigual por la península, tienen estructuras diferentes y discrepan sobre el futuro de la profesión. Así son cada una de ellas:

Asaja, la única conservadora

Aunque las tres grandes organizaciones tienen un número parecido de asociados, la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) es la que más poder acumula, ya que representa a más de la mitad de las hectáreas de cultivo y a grandes empresarios del campo. No a todos, porque los fondos de inversión y las explotaciones de tamaño industrial trabajan al margen de las asociaciones.

Asaja dice tener unos 200.000 asociados y surgió durante la Transición, en 1989, con la fusión del Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA), la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG) y la Unión de Federaciones Agrarias de España (UFADE), que a su vez provenían de la disolución de los sindicatos verticales del franquismo y las cámaras agrarias. En su origen, Asaja también tenía una relación muy fuerte con el campo andaluz, aunque desde entonces se ha expandido a otras comunidades.

Aunque una parte de sus raíces sí están relacionadas con el franquismo, la entrada de los agricultores jóvenes dio pluralidad a la organización. Sin embargo, sí tiene una relación estrecha con las ideas conservadoras y está asociada al gran capital. "Asaja la montó la UCD y luego la heredó Alianza Popular. Nació en el contexto de un movimiento jornalero muy fuerte en Andalucía porque la política necesitaba una interlocución con los empresarios", recuerda también Manuel González de Molina, catedrático de Historia de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla. Asaja forma parte de la CEOE y algunos de sus altos cargos acaban en el Partido Popular. Pedro Gallardo, portavoz del PP de Agricultura en el Congreso, era hasta el pasado verano vicepresidente de esta OPA.

La visión del campo de Asaja tiende hacia la concentración de la tierra en grandes propietarios y la inversión en tecnología para mejorar la rentabilidad, aunque muchos de sus asociados también son pequeños y medianos agricultores y ganaderos, con intereses diferentes a los terratenientes, por lo que tiene que equilibrar su posición entre unos y otros.

COAG, debilitada por las escisiones

Por tamaño e importancia, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se ubica después de Asaja, aunque en los últimos quince años ha perdido mucho peso debido a las escisiones que ha sufrido. En su origen se ubicaba ideológicamente a la izquierda del PSOE, ya que fue impulsada por la esfera de Comisiones Obreras y el Partido Comunista, y dice tener 150.000 asociados. 

COAG nació con las protestas del campo durante los años 70 y uno de sus fundadores fue Cayo Lara, antiguo líder de Izquierda Unida. Su estructura como unión de organizaciones provinciales hace que cada región sea independiente y tenga sus reivindicaciones, por lo que también es la OPA más compleja y desordenada de las tres. La Unión de Pagesos (Cataluña) fue una de las principales organizaciones que participaron en su creación, pero en 2008 abandonó el proyecto por cuestiones nacionalistas junto a La Unió valenciana, y provocó un importante agujero en COAG. También salió la Unión de Campesinos de Castilla y León debido a las pugnas de poder internas.

Aunque en sus inicios se situó a la izquierda de UPA, COAG tiene una visión más conservadora sobre el ecologismo y la apertura de la Unión Europea, ya que sus asociados son más mayores, tiene que coordinar los intereses de todas sus organizaciones y está amenazada por el crecimiento de Unión de Uniones. Manuel González afirma que COAG ya ha abandonado todos sus valores de izquierda originales y su defensa de los pequeños agricultores para centrarse en el apoyo de las grandes explotaciones para garantizar su supervivencia a medida que la concentración agrícola crece en España.

UPA, integrada en UGT

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) es la más OPA con menos representación entre las tres mayoritarias. Es la más ligada a las ideas progresistas en el campo, con una promoción fuerte del ecologismo y el ruralismo, aunque estos días también se ha mostrado crítica con las nuevas exigencias verdes de Bruselas. Está integrada dentro del sindicato UGT y ligada políticamente con el PSOE.

Nació en 1987 por acuerdo entre PSOE y UGT a partir de la antigua Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT), que hereda la filosofía del sindicalismo jornalero y la lucha obrera de la década de 1930. La relación de UPA con UGT permitió a esta OPA crecer rápidamente y tener voz nacional y europea, aunque siempre ha habido cierta tensión entre ambas, ya que se trata de un sindicato muy ligado a la lucha obrera que integra una organización de propietarios de explotaciones, por mucho que esta represente a pequeños empresarios y fincas familiares. También genera roces la defensa de UGT de la subida del salario mínimo porque supone un incremento de los costes para el empresario agrícola. En este asunto, la posición oficial de UPA es que está a favor de subir los salarios, si a cambio se reducen las cotizaciones sociales que paga el empleador.

De las tres principales organizaciones, UPA es la que tiene una mentalidad más abierta y joven, y se pone de perfil en algunos de los postulados de las protestas de estos días. Por ejemplo, sobre el endurecimiento de las barreras de entrada de alimentos a la UE o las quejas sobre el Cuaderno Digital de Explotación, que UPA ha promovido para mejorar el control de las explotaciones. 

Unión de Uniones, al margen

Unión de Uniones es la organización que el pasado viernes protestó en las puertas del Ministerio de Agricultura durante la reunión entre el Gobierno y las tres principales OPA bajo el lema "No nos representan". Es la cuarta organización por tamaño y tiene una representación muy fuerte en Cataluña y Valencia, pero nunca ha llegado a formar parte del Consejo Consultivo Agrario ni es considerada por Agricultura como un interlocutor del sector. 

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Nació en 2008 tras la escisión de varios grupos de COAG, con la Unió de Pagesos de Cataluña y la Unió de Llauradors de Valencia como principales impulsores. Ideológicamente es diversa porque está muy ligada al independentismo catalán, pero también hay uniones de Extremadura, Asturias y otras ocho comunidades que no siguen esta línea. En su origen, la Unió de Pagesos estaba relacionada con el movimiento comunista.

Unión de Uniones pelea por sentarse con las otras tres OPA en el ministerio e integrarse después en COPA-COGECA, el sindicato agrario europeo, ya que ambos asientos garantizarían a la organización acceder importantes subvenciones. De hecho, los expertos opinan que el Ministerio de Agricultura no tendría problema en integrar a Unión de Uniones —de hecho, el Gobierno mantiene reuniones informales con esta organización—, pero son las otras tres las OPA las que bloquean su entrada. No solo por cuestión de dinero, también quieren evitar que se diluya su poder al entrar un cuarto actor, y sobre todo temen que otras asociaciones minoritarias sigan sus pasos y quieran integrarse.

También es cierto que Unión de Uniones utiliza esta condición de actor externo al sistema para castigar a las otras OPA, a las que acusa de compadreo con el Gobierno, y se puede permitir convocar protestas paralelas como las de los últimos días adelantándose al resto de convocatorias.

Miles de agricultores llevan casi una semana bloqueando carreteras a lo largo de la península, pese a que el calendario oficial de movilizaciones agrarias comienza este jueves. Esta paradoja refleja la presión que viven estos días las tres principales asociaciones agrarias —Asaja, COAG y UPA—, que en los últimos días se han visto sobrepasadas por las protestas de Unión de Uniones y las tractoradas organizadas en redes sociales, vinculadas a la extrema derecha.

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