Datos, el periodismo de la evidencia

En un tiempo en el que los periodistas llenan las redacciones buscando el último resquicio de actualidad en los discursos de los políticos, una nueva especialidad del periodismo ligada a las nuevas tecnologías va tomando paulatinamente fuerza. Es el periodismo de datos. Una docena de proyectos de esta especialidad se han presentado esta semana en Medialab Prado Madrid, avanzando cuanto puede desarrollarse este campo en el futuro.

Internet ha traído bajo el brazo una incuantificable cantidad de información que satura a los consumidores. Esto permite, no obstante, que los periodistas tengan fuentes de información alternativas y más científicas. Un buen tratamiento y paciencia son las claves que señalan las personas que hoy en día apuestan en España por este tipo de información.

“Lo bueno de los datos es que permiten hablar de problemas y de patrones que ocurren de manera sistemática. Ya no se trata de algo que te dice una fuente, que te cuenta un conocido o un político, sino que los datos posibilitan hablar de algo que es un hecho y que puedes demostrar”. Palabras de la periodista que en España ha hecho más esfuerzos por desarrollar este mundo, Mar Cabra. Esta amante de las bases de datos considera que este tipo de investigaciones son un arma muy poderosa, ya que permiten a la ciudadanía “reclamar responsabilidades a las autoridades o a quién sea”, basándose en un debate informado.

Ambición periodística ante los malos tiempos

Si bien actualmente la búsqueda de datos es una tarea ardua para los usuarios, ya se han puesto en marcha proyectos en la red cuyo propósito principal es dar un nuevo enfoque al periodismo de investigación. Dos alumnos del único máster en España que se dedica al periodismo de datos, Paula Guisado y Jesús Escudero, han investigado acerca de las ocupaciones de dominio público marítimo-terrestre de Cantabria ligadas a actividades económicas. Su reportaje concluye que una de cada tres instalaciones ubicadas en la costa de Cantabria se encuentra en espacios naturales protegidos. Para elaborar el artículo los autores han recurrido a un informe de la Demarcación de Costas de Cantabria, que ha sido completado con las cifras aportadas por el registro catastral. Esta información es “relativamete fácil de conseguir” –indican– para las personas que quieran acceder a ella, "aunque no es lo habitual".

También es un proyecto a escala regional el impulsado por Antonio Villareal. Este periodista freelance está especializado en información científica pero por razones del destino se vio embarcado de pronto en una investigación sobre la influencia de las subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) en los olivares de Jaén. En un reportaje que publicará el Grupo Vocento en unos días analiza el uso fraudulento que en ocasiones se hace de las ayudas europeas y la sobreproducción en España del “oro líquido”. Según asegura, ha recurrido a los datos para contrastar lo que los agricultores le contaban como anécdotas. “Son el elemento perfecto que permite al periodista cotejar la opinión mundana con la evidencia científica”, añade.

Un salto verdaderamente importante en el sector es el último proyecto de Mar Cabra, que ha sido bautizado como la mayor colaboración de periodistas de la historia. La exdirectora de Civio ha publicado recientemente, junto con un equipo del Consorcio Internacional para Periodistas de Investigación (ICIJ), una filtración que ha dejado al descubierto a un gran número de empresas, sociedades y particulares de todo el mundo que operan en paraísos fiscales, entre los que se encuentra Carmen Thyssen. Para que esta investigación viese la luz fue necesario el trabajo 86 periodistas en 46 países a lo largo de 15 meses. El tiempo no es desmesurado si se tiene en cuenta que se analizaron dos millones y medio de archivos de datos (de un disco duro de 260 gigabytes) con escaso orden interno.

Desde la Fundación Civio, una organización que lucha por abrir todo tipo de informaciones a los ciudadanos, comienzan a apostar por un periodismo de datos más reportajeado tras otras iniciativas como Dónde van mis impuestos o España en llamas. Su última propuesta es El indultómetro, una web que enumera y clasifica por primera vez los 10.158 indultos concedidos en nuestro país desde 1996, junto con una ficha detallada de cada uno de ellos. “Tras nuestra andadura inicial comenzaremos a subir el nivel crítico y de compromiso, ya que el Gobierno no escucha las propuestas para la nueva ley de transparencia”, afirma el director de la entidad, David Cabo.

Otra variante del periodismo de datos es el caso de Porcentual, una web que se dedica a crear gráficos sobre asuntos de actualidad y de la que pueden hacer uso los medios de comunicación libremente. Esta agencia da sus servicios a unos 80 diarios digitales. Su impulsor, el periodista Manuel Benito, opina que es muy positivo que los medios locales de tamaño reducida puedan disponer de los mismos recursos gráficos que las grandes cabeceras del país. 

El ciudadano como punto central

Más allá de las iniciativas ligadas al periodismo, hay algunas propuestas que aspiran a conectar directamente con la sociedad. Analizo.info es una iniciativa creada para facilitar la participación activa de la ciudadanía mediante las tecnologías de la información. Cualquier persona puede analizar actas diarias, programas electorales, telediarios o incluso contenidos de las redes sociales. Uno de sus fundadores, Diego Álvarez, asegura que con un buen uso de esta herramienta “se fortalecería a la población, generando un conocimiento que posibilitaría la continua mejora común”. Este emprendedor considera erróneo publicar “datos brutos” en la red, puesto que –a su juicio– estos deben ser previamente interpretados. “Los datos cuentan historias, pero son las historias las que emancipan a la propia ciudadanía”, relata.

Otras personas se hacen, entre tanto, un nombre en el sector gracias a sus descubrimientos en el terreno de la política. Laura Tejedor es una joven periodista que está desarrollando una tesis doctoral sobre el periodismo de precisión y la transparencia democrática. Por el momento, ha centrado su búsqueda en los sueldos de los altos cargos públicos y en sus declaraciones de bienes. A falta de accesibilidad, su fuente de investigación más frecuente es el Boletín Oficial del Estado. Tejedor destaca que “los pocos datos que publican los organismos públicos se insertan en archivos que no son manipulables para poder tratarlos. Lo que nosotros entendemos por 'accesible' ellos lo entienden por 'manipulable'”, especifica.

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Propuestas, todas ellas, que dan una idea general de cómo el cuarto poder puede reinventarse para asegurar que la ciudadanía obtenga una información de calidad. No obstante, el periodismo de datos es hasta ahora un campo verdaderamente minoritario. Nacho Sánchez, estudiante de Periodismo en la Universidad Carlos III, indica que pese a interesarle mucho esta especialidad, no escogió la asignatura en la que se trataba porque el nivel era insuficiente. “Es necesario que las facultades estén en constante cambio. Las nuevas tecnologías hacen variar las formas de hacer periodismo cada día”. El alumno de la institución madrileña también subraya que la única forma de estar al día de las novedades sobre el tema es indagar en Internet a nivel individual, a través de programas como Medialab-Prado.

Los proyectos, pese a las dificultades al obtener la información, van tomando forma y enseñan los primeros pasos de una materia que puede transformar por completo la metodología usada por los periodistas para tratar asuntos de investigación. Los entresijos de la red y los departamentos de comunicación de instituciones públicas y compañías de todo tipo esconden historias que están esperando a ser descubiertas. El periodismo debe hacer uso de estas nuevas herramientas con la ayuda de la tecnología para mostrar a los ciudadanos nuevas realidades basadas en la evidencia sin temor a incurrir en yerros, sesgos o parcialidades. De este modo, la sociedad no obtendrá sólo un qué del cuarto poder, sino también un porqué con la consiguiente justificación experimental.

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