Tras la salida de la Casa Blanca de Donald Trump, Facebook ha anunciado 24 horas después que la decisión sobre si levantar o no la suspensión de la cuenta de la red social y de Instagram del ya expresidente no dependerá del imperio tecnológico. La compañía propiedad de Mark Zuckerberg ha remitido el caso a su consejo asesor de contenido o Oversight Board, un órgano independiente que se puso en marcha a mediados de octubre y que funciona como una especie de Tribunal Supremo de la propia plataforma.
Según explica Nick Clegg, vicepresidente de comunicaciones y asuntos globales de la empresa, en un comunicado, el acceso de Trump a su cuenta de Facebook y de Instagram permanecerá suspendido "indefinidamente" hasta que reciban la decisión de este consejo asesor. Inicialmente y "para favorecer la transferencia pacífica del poder", el baneo del mandatario iba a durar hasta la toma de posesión de Joe Biden.
"Creemos que nuestra decisión fue necesaria y correcta", defiende el que fuera viceprimer ministro de Reino Unido, sobre la decisión de la empresa de suspender la cuenta de Trump el pasado 7 de enero tras alentar la jornada anterior a sus seguidores durante el ataque al Capitolio de EEUU. "Nuestra decisión de suspender el acceso del entonces presidente se tomó en circunstancias extraordinarias: un presidente de Estados Unidos fomentando activamente una insurrección violenta diseñada para frustrar la transición pacífica del poder", explica Clegg que asegura que se trataron de "un conjunto de eventos sin precedentes que exigieron una acción sin precedentes".
Por ello, también solicitan a este órgano independiente una "observación o recomendación" sobre las suspensiones cuando el usuario es un líder político. La política de Facebook permite que los políticos puedan compartir mensajes libremente y, si incluyen información errónea, incluir una advertencia: un tratamiento que se extiende a "anteriores titulares de cargos públicos". "Hemos opinado que en las democracias abiertas la gente tiene derecho a escuchar lo que dicen sus políticos -lo bueno, lo malo y lo feo- para que se les pueda pedir cuentas. Pero nunca ha significado que los políticos puedan decir lo que quieran. Siguen estando sujetos a nuestras políticas que prohíben el uso de nuestra plataforma para incitar a la violencia", admite Clegg en el comunicado remitido este jueves.
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La decisión que tome el consejo asesor de contenido será "vinculante" para Facebook. Sus decisiones, explica Clegg, "no pueden ser anuladas ni por Mark Zuckerberg ni por nadie más en Facebook". Asimismo, según reconoce el propio órgano en un comunicado, tendrán un período de 90 días para tomar una decisión y, una vez publicada su resolución, la empresa tendrá una semana para implementar las recomendaciones y 30 días para responder públicamente.
En este proceso se analizará si el contenido "violó los estándares y valores comunitarios" de las plataformas o si con esta supresión se respetaron "las normas internacionales de derechos humanos, incluida la libertad de expresión". Trump también podrá enviar una declaración para explicar porque su suspensión debe anularse.
Este caso, tras comunicarse en diciembre los seis primeros, es el primer gran asunto que deberá afrontar esta especie de Tribunal Supremo. El objetivo de este proyecto, del que Zuckerberg empezó a hablar en 2018, es aclarar y revisar de forma independiente determinadas decisiones "complejas e importantes" en materia de contenido adoptadas por la compañía y relacionadas con qué contenido elimina, cuál conserva y los motivos detrás tanto de publicaciones de la red social como de Instagram. La compañía, aseguró entonces su fundador, "no debería tomar por sí sola tantas decisiones importantes sobre libertad de expresión y seguridad". WhatsApp, también propiedad de la compañía californiana, se quedó fuera, por el momento, de las quejas que resolverá este consejo.
Tras la salida de la Casa Blanca de Donald Trump, Facebook ha anunciado 24 horas después que la decisión sobre si levantar o no la suspensión de la cuenta de la red social y de Instagram del ya expresidente no dependerá del imperio tecnológico. La compañía propiedad de Mark Zuckerberg ha remitido el caso a su consejo asesor de contenido o Oversight Board, un órgano independiente que se puso en marcha a mediados de octubre y que funciona como una especie de Tribunal Supremo de la propia plataforma.