Guerra abierta entre Pedro J. Ramírez y Unidad Editorial

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Venía gestándose desde el mismo momento en que Pedro J. Ramírez fue relevado en la dirección de El Mundo. Y eso fue en enero. Hasta ahora se habían sucedido las escaramuzas: acusaciones veladas en Twitter, anuncios de competencia desleal en actos públicos. Pero la guerra ya es abierta. La apertura de conversaciones entre Unidad Editorial y el grupo Vocento para una posible fusión, por un lado, y, por otro, las acusaciones de censura, tanto del exdirector como de algunos redactores afines, contra los nuevos responsables de El Mundo, han disparado las tensiones.

Tal es así que antes de terminar agosto el abogado de Pedro J. Ramírez, el exjuez Javier Gómez de Liaño, remitió al presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, un escrito en el que acusaba al director de El Mundo, Casimiro García-Abadillo, de incumplir tanto la “literalidad” como el “espíritu” del “compromiso de buena fe” firmado por ambas partes tras la destitución del periodista riojano. El motivo, un asunto en apariencia menor: la negativa de García-Abadillo a publicar en el periódico una reseña sobre la presentación del último libro de Pedro J. en un pueblo de Cádiz.

Pero no es la única señal de fricción. Para ahondar más en la fractura, la redacción de El Mundo se levantó ayer con la noticia de que la hija de Pedro J., María Ramírez, y su marido, Eduardo Suárez, ambos corresponsales en Nueva York hasta este verano y destinados ahora a Bruselas, dejan el periódico. Ambos han solicitado acogerse al plan de “desvinculaciones” voluntarias incluido en el último acuerdo de rebaja salarial que firmó la plantilla en junio.

También ayer, Pedro J. Ramírez ofrecía desde su despacho en la sede de Unidad Editorial una entrevista para el programa de La Sexta Al rojo vivo. Allí resaltó que la fusión que su aún empresa negocia con Vocento sería “muy mala para la prensa en general” y, “en particular”, para el periódico que él fundo hace 25 años. Tampoco dudó en volver a invitar a sus “antiguos compañeros”, la actual plantilla de El Mundo, a seguirle en un nuevo proyecto editorial si fracasa su intento de comprar el periódico.

Un libro en Chiclana

El episodio que ha terminado con la carta de Gómez de Liaño comenzó el pasado 21 de agosto. Ese día Pedro J. Ramírez presentó en Chiclana de la Frontera (Cádiz) La desventura de la libertad. Según la versión que proporcionan a infoLibre fuentes próximas al exdirector, García-Abadillo ordenó que no se publicara en el periódico “ni una línea” del acto. Acompañaba a Pedro J. la redactora del periódico Ana Romero, natural de la localidad gaditana, que el pasado mayo protagonizó un choque con García-Abadillo entre acusaciones de censura, inmediatamente secundadas en Twitter por María Ramírez y Eduardo Suárez desde Nueva York. Las mismas fuentes aseguran que la dirección consideró la presencia de Romero “una provocación” y “un ataque al periódico”.

En su momento, Ana Romero aseguró que García-Abadillo le había prohibido publicar una información sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga íntima del rey Juan Carlos. Desde entonces no ha vuelto a pisar la redacción, mientras negocia con la empresa su salida. El mismo día del choque entre redactora y director, los corresponsales en Nueva York mostraron su apoyo a Romero desde sus cuentas de Twitter y denunciaban la existencia de “censura” en El Mundo. Fueron suspendidos de empleo y sueldo durante un mes, plazo que luego fue rebajado a la mitad. La sección de Nacional del diario, al completo, firmó una nota en la que apoyaba a García Abadillo y negaba la versión de Romero sobre el incidente.

Por un lado Pedro J., por otro su hija

“Pedro J. está decidido a montar su propio periódico y está construyendo un caso para justificarlo”, explican por su parte fuentes de Unidad Editorial. Según destacan, El Mundo ya ha publicado un total de 86 informaciones sobre el último libro de Pedro J. RamírezEl Mundo, que ha presentado en una treintena de ciudades durante los últimos meses. Las mismas fuentes se muestran convencidas de que el exdirector quiere repetir ahora la operación que ya llevó a cabo, y con éxito, tras su salida de Diario 16. De ahí nació El Mundo en 1989.

Las fuentes próximas a Pedro J., en cualquier caso, desligan el conflicto con María Ramírez y Eduardo Suárez de las tensiones relacionadas con la posible venta de El Mundo. “Es una cuestión de dignidad”, resaltan. La suspensión de empleo y sueldo fue “una reacción desmesurada” a una actitud, conceden, “que no fue correcta”. Las relaciones entre ambos corresponsales y la dirección no eran muy buenas desde que García-Abadillo ofreció a la hija de Pedro J. la jefatura de la sección de internacional del periódico. Ésta la rechazó. Después se le propuso, a ella y a su marido, cambiar Nueva York por Bruselas, un traslado al que se oponían ambos. Querían continuar en Estados Unidos. Ahora su salida parece segura. Según el pacto de recorte salarial, todos aquellos trabajadores en desacuerdo con la bajada de sueldos pueden dejar la empresa con una indemnización de 35 días por año trabajado, más una paga lineal de 5.000 euros. La reforma laboral fija una indemnización de sólo 20 días para estos casos. El plazo para acogerse a esta medida termina el próximo día 9.

También este verano Vocento y Unidad Editorial aprobaron abrir negociaciones para estudiar la posibilidad de unir ambos grupos. Según fuentes del segundo, el objetivo sería conseguir un acuerdo sólo para la parte “industrial del negocio”, pero manteniendo las cabeceras de Abc y AbcEl Mundo. “De la misma forma que Planeta conserva Antena 3 y La Sexta, cada una con su propia línea editorial independiente”, comparan. Una fórmula que Pedro J. rechazaba ayer en La Sexta. “Mantener dos cabeceras en un mismo grupo, una diciendo que la infanta es inocente y la otra lo contrario, no sería más que un apaño para salir del paso, una tomadura de pelo”, respondía en Al Rojo Vivo. “No me tragaría esa fórmula sin una respuesta periodística”, concluyó.

Un acuerdo de 'despido' millonario

La oferta que Pedro J. pretende poner sobre la mesa del grupo italiano RCS se basa en la presunción de que el propietario de Unidad Editorial quiere vender hasta el 60% de su participación. E incluso estaría interesado en “trocear” la empresa española, que además de El Mundo publica Expansión, Marca y Telva, entre otras cabeceras. Según fuentes próximas al exdirector, el problema principal de la operación estaría en los contratos de impresión y distribución del periódico de papel, que Unidad Editorial ha firmado con empresas externas hasta 2020. La idea de Pedro J. es hacer una apuesta decidida por el soporte digital y desligarse del “lastre” que suponen esos contratos. “Un proyecto digital”, resaltan, “sí puede resultar atractivo para posibles inversores”.

Por el momento Ramírez afirma estar a la espera de que RCS le confirme que la cabecera está en venta, aunque en el sector editorial se pone en duda su “capacidad financiera” para comprar El Mundo. Y ello a pesar de sus contactos y de que el acuerdo “amistoso” alcanzado cuando se le destituyó de la dirección fue generoso. Fuentes conocedoras de ese compromiso aseguran que pactó una indemnización de unos 13 millones de euros, a los que habría que sumar más de 300.000 euros anuales para pagar guardaespaldas, chófer y otros gastos de infraestructura. A esas cantidades se le añaden, además, alrededor de 14 millones en un fondo de pensiones que podrá rescatar a su jubilación.

De los 13 millones de indemnización antes citados, Pedro J. ha cobrado ya unos 11, según las mismas fuentes. El acuerdo –y aquí radicaría la clave de buena parte de las tensiones que han estallado– incluye una cláusula que supedita el cobro de los dos millones restantes a que el exdirector se abstenga de montar otro periódico durante dos años. Pero RCS podría reclamarle también que devolviera los 11 millones ya percibidos si considera que Ramírez ha incumplido las condiciones. El recorte salarial que la plantilla firmó el pasado mes de septiembre, el segundo de los tres sufridos hasta ahora, equivalía precisamente a 13 millones de euros.

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Cuánto puede valer El Mundo es, por el momento, otra incógnita. Prnoticias hablaba ayer de 100 millones de euros. Las fuentes próximas a Pedro J. admiten que puede quedarse en la mitad de lo que a Jeff Bezos, el dueño de Amazon, le costó The Washington Post: 190 millones de euros. Pero puede ser incluso menos si se tiene en cuenta que, como el resto de la prensa, El Mundo lleva perdiendo lectores y publicidad de forma continuada e imparable durante toda la crisis. Las fuentes de Unidad Editorial recuerdan que Pedro J. Ramírez dejó el periódico en enero con un Ebitda negativo de 17 millones y una caída en las ventas de 50.000 ejemplares en el último ejercicio.

El acuerdo de la destitución establece igualmente que Pedro J. se vería liberado de mantener su compromiso de no agresión –y podría irse percibiendo los dos millones de euros pendientes– en caso de que un tercero comprara El Mundo y cambiara su línea editorialEl Mundo. Y a ello se atiene el periodista riojano, que siempre ha adjudicado su cese a presiones del Gobierno de Rajoy y de las principales empresas del Ibex, cada vez que anuncia su intención de recuperar el periódico o montar otra cabecera. Sin embargo, las fuentes consultadas se muestran convencidas de que sería posible alcanzar una fusión –un término que no se cita en el escrito– sin romper el pacto con el exdirector. La guerra no ha hecho más que comenzar.

Para octubre se anuncian también más cambios en la redacción de El Mundo, con o sin la firma de Pedro J. Ramírez en sus páginas.

Venía gestándose desde el mismo momento en que Pedro J. Ramírez fue relevado en la dirección de El Mundo. Y eso fue en enero. Hasta ahora se habían sucedido las escaramuzas: acusaciones veladas en Twitter, anuncios de competencia desleal en actos públicos. Pero la guerra ya es abierta. La apertura de conversaciones entre Unidad Editorial y el grupo Vocento para una posible fusión, por un lado, y, por otro, las acusaciones de censura, tanto del exdirector como de algunos redactores afines, contra los nuevos responsables de El Mundo, han disparado las tensiones.

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