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La izquierda parlamentaria y los sindicatos claman por la financiación de RTVE

Hasta el lunes, a las ocho de la tarde, tienen de plazo los grupos políticos del Congreso para proponer el nombre del sucesor de Leopoldo González-Echenique en la Presidencia de RTVE. Posteriormente, y tras el trámite parlamentario habitual, el pleno de la Cámara decidirá el elegido, para lo cual será imprescindible una mayoría de dos tercios en primera votación, y bastará con mayoría absoluta en la segunda. La izquierda parlamentaria clama por la vuelta al consenso de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero y reivindica una financiación suficiente, libre de los recortes introducidos por el Gobierno del PP, una exigencia que comparten UGT y CCOO, los dos mayores sindicatos dentro de la corporación.

Con un presidente interino, José Manuel Peñalosa, y sin capacidad de decisión, RTVE vive momentos difíciles, sobre todo tras conocerse que los Presupuestos Generales del Estado para 2015 disponen una subvención idéntica a la recibida este año, y que ha llevado a la Corporación a una situación financiera límite, y provocado la dimisión del presidente designado en solitario por el PP en 2012. Este jueves, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras negar en la cadena Ser una hipotética vuelta de la publicidad, explicaba que el Gobierno está "trabajando en otros procedimientos para aportar una financiación pública destinada a enfatizar el carácter de servicios público de la Corporación". Unas palabras que fueron respondidas desde el sindicato CCOO con una carta abierta en la que afirmaron que "no van a tolerar que se haga lo mismo que se ha hecho con Telemadrid y Canal Nou", y piden al Gobierno que “consensúe en el Congreso de los Diputados la figura de un nuevo presidente para la Corporación".

Una petición en la que coincide con Juan Luis Gordo, portavoz del PSOE en la Comisión Mixta de Control de RTVE, quien afirma a infoLibre la necesidad de "devolver el control al Parlamento para garantizar la independencia y neutralidad de la televisión pública en el ejercicio de su actividad y el pluralismo político". "Para ello los consejeros se han de elegir por mayoría reforzada, y no por mayoría absoluta como impuso el Gobierno del PP mediante real decreto ley, aprovechando su actual mayoría absoluta –continúa–. Esa decisión ha convertido a RTVE en un medio de partido al margen del interés general. Esa es una de las razones por las cuales RTVE ocupa el tercer lugar en el ranking de audiencia, ha perdido credibilidad y se ha desprestigiado, a la vez que se ha abandonado el modelo europeo de radio televisión pública".

Este diputado socialista descarta el impacto de la retirada de la publicidad, ya que "hoy no se llegaría ni a recaudar la mitad de lo que se recaudaba entonces". "Hay que tener en cuenta que la publicidad ha caído al 50% y que la audiencia media de RTVE ahora no supera el 10%. Por tanto los ingresos en ningún caso llegarían a 225 millones de euros, mientras que, a cambio de la publicidad, se incluyó la tasa radioeléctrica, mediante la que en 2015 se prevé recaudar 330 millones, y las aportaciones de operadores de telecomunicaciones y operadores comerciales, que supondrán 191. Por tanto blanco y en botella, el actual modelo aporta 296 millones de euros más que el anterior, y además sin erosionar el mercado publicitario. Con el modelo de publicidad RTVE, no habría tenido en 2014 un déficit de 134 millones, sino de 430. El problema ha estado en el recorte decidido por el Gobierno de 290 millones en estos años".

Futuro negro para RTVE

Para el futuro inmediato de RTVE, Gordo contesta de manera tajante a la pregunta sobre si considera suficientes las partidas aprobadas por el Gobierno para sostener una televisión pública competitiva y de calidad: "No. El equilibrio en los presupuestos que ha presentado RTVE se fundamenta en partidas irreales en diferentes conceptos de ingresos, como así ha reconocido el director corporativo de RTVE en su comparecencia en la Comisión de Presupuestos. En 2015 se consolida la misma línea de déficit estructural que el sucedido desde que gobierna el PP: 112 millones de euros en 2012; 113 en 2013 y 134 en 2014, y que es una consecuencia del recorte en las aportaciones del Estado para RTVE en más de un 46%, hasta los 290 millones".

Esta visión no difiere de la aportada por el representante de Izquierda Plural, Ricardo Sixto, para quien "con las cantidades consignadas por el Gobierno, RTVE está en gravísimo riesgo debido al hundimiento de la recaudación por los otros conceptos principales de ingreso (tasa espacio radioeléctrico y televisiones privadas). RTVE no tiene garantizado su futuro en condiciones de competitividad y calidad con el ahogo financiero que padece. El Ejecutivo parece querer impulsar el modelo que ha usado en otras RTV públicas, como la RTV Valenciana y Telemadrid. Un modelo de manipulación y en última instancia de ruina total que deja a las públicas o desaparecidas o en una posición subalterna respecto a las privadas".

No menos críticos se muestran los secretarios generales de UGT Y CCOO en la Corporación. Para Miguel Angel Curieses (UGT), "sólo es posible una radio y una televisión pública independiente, de calidad, y plural si hay una financiación adecuada. Parece evidente que un sistemático recorte de la financiación de RTVE busca bloquear la capacidad productiva, precarizar nuestra capacidad de servicio público encomendado para finalmente cuestionar la propia existencia. Hay una decisión ideológica y no económica tras el recorte, y esta decisión es minimizar la presencia y el papel de RTVE. Es un momento crítico para el futuro, al igual que el resto de las radiotelevisiones públicas en el mundo estamos siendo atacados por los gobiernos y las grandes imperios mediáticos". Maite Martín (CCOO) insiste en los resultados próximos de la aportación: "Los recortes del Gobierno en CRTVE que afectan a la compensación por el servicio público han provocado un déficit estructural de más de 100 millones anuales. Al no disponer de la financiación suficiente que contempla la ley, la Corporación se ve obligada a realizar reducciones de gasto que afectan, por supuesto, a su oferta de programación y contenidos y reducen su capacidad de producción sensiblemente. Según lo previsto para 2015, el Gobierno continúa en esta misma línea y por tanto la situación de precariedad de CRTVE no hace más que agravarse".

Sobre las exigencias que propondrán al presidente que sea elegido, Curieses destaca "el mantenimiento de la plantilla, de la estructura territorial actual, la no movilidad geográfica, la lucha para evitar los problemas detectados, una apuesta decidida por la producción propia, la eliminación de directivos externos de TVE que siguen permitiendo o haciendo un trabajo para que esto ocurra, la garantía de independencia, pluralidad, e iniciar acciones para una mejora en la ley de financiación". Desde CCOO se cree "prioritario recuperar la credibilidad perdida en los servicios informativos, tanto de TVE como de RNE". "Además, es necesario potenciar realmente la producción propia. Nos parece fundamental acabar con el desembarco de contratos ad hoc y directivos externos que sólo aumentan la partida de gastos sin ninguna incidencia positiva en los contenidos ni en la gestión. Puesto que el presidente es elegido por el Parlamento consideramos que es obligación suya reclamar y exigir la financiación suficiente para el cumplimiento de la función de servicio público encomendada a CRTVE y a la que los ciudadanos tienen derecho", agrega.

Canon en Europa para la radiotelevisión pública

Contemplar los modelos de radio y televisión pública en los principales países de la Unión Europea puede ser un buen espejo de las opciones de futuro para RTVE. De manera total o parcial, todos los grandes países de nuestro entorno tienen fijado un canon para sus cadenas públicas. El Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, son, por tradición y peso económico y cultural, ejemplos bien significativos.

Gran Bretaña y su BBC es quizás el paradigma de calidad y prestigio entre las cadenas públicas de todo el mundo. Tiene alrededor de 23.000 empleados, y un presupuesto de 6.168 millones de euros, que se financia, en su mayor parte, con un canon obligatorio de 150 libras por año. Es todo un emblema del sentimiento democrático del Reino Unido, hasta el punto de que varios de sus presidentes han salido triunfantes en diversos episodios de enfrentamiento con el Gobierno de turno. Al margen de la independencia en sus informativos, el prestigio del organismo está sólidamente cimentado en la producción propia de series y documentales, un capítulo que, dada su calidad, supone unos ingresos complementarios por encima de los mil millones de euros anuales. Compite con cadenas privadas desde 1955, y a día de hoy se mantiene en cabeza de audiencia junto a ITV y Sky. Ademas del canal 1, generalista, el dos está dedicado a documentales, educación y drama; el tres a programación juvenil; el cuatro a teatro en directo, películas extranjeras y reposiciones. Dispone, además, de BBC News (el equivalente al 24 Horas de TVE), dos canales para niños, por tramos de edad, otro dedicado al Parlamento y el internacional BBC World News, el más visto del mundo, por delante de CNN.

El gigante alemán

En Alemania se cobra un impuesto directo para el mantenimiento de la radiodifusión pública (ARD, ZDF y las emisiones de radio). El pago es obligatorio para todo aquel que tenga una radio, televisor o cualquier otro aparato que reciba señal. El resto de sus presupuestos los cubren con publicidad (limitada por ley) y venta de productos. Las cifras de la radio televisión pública alemana son similares a las de la BBC: 23.000 empleados y un presupuesto de 6.300 millones.

Existe un canal federal (ZDF) y una suma de cadenas regionales, la ARD (Consorcio de instituciones públicas de radiodifusión de la República Federal de Alemania). Hoy la ARD mantiene y opera una red de televisión, conocida como Das Erste (La Primera), y también produce un paquete de televisión digital y varios canales temáticos, así como uno internacional. Las emisoras asociadas tienen potestad para emitir periodos de información específica de su territorio durante determinadas horas del día. La ARD tiene un carácter abierto, no sólo en cuanto a las cadenas que la componen sino también con la competencia, ya que colabora con la ZDF (el otro gigante alemán) en determinados canales especializados; incluso con sus colegas franceses en el canal ARTE. En radio, ocupa un indiscutible liderazgo que alcanza a más de la mitad de la población alemana a través de sus múltiples emisoras.

En cualquier caso, y en buena medida por tratarse de una reunión de cadenas de los diversos estados federales, la ARD mantiene un gran prestigio por su autonomía profesional. Por su parte, ZDF tiene un consejo con 77 representantes políticos y de la sociedad civil, aunque este mismo año el Tribunal Constitucional ha determinado que la composición del consejo debía ser modificada por completo para reducir el peso del poder político en la toma de decisiones.

Indiscutida en Francia

El caso francés es singular, ya que se considera a la radiotelevisión pública como la encarnación del país. Nadie discute su papel, aunque haya presidentes más intervencionistas que otros. En la actualidad, y tras ajustes sucesivos, tiene poco más de diez mil trabajadores. Como en el caso alemán, se financia por medio de un canon, las ventas al exterior, y una guadianesca publicidad que no termina de desaparecer a pesar de la norma dictada en ese sentido por el Gobierno de Nicolas Sarkozy.

Aunque el servicio público está formado por siete cadenas de televisión y ocho de radio, es France 2, antigua segunda cadena, quien marca la pauta. France 3 es la regional y France 4 la internacional. La independencia sobre las formaciones políticas es una de sus características. Con todo, la derecha se ha mostrado a favor de la intervención en el nombramiento de sus rectores, mientras el actual presidente, François Hollande, delegó en el Consejo Superior Audiovisual.

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La RAI, reflejo de Italia

En Italia, la RAI está dominada por el Gobierno, que es su propietario, de modo que está permanentemente sujeta a los vaivenes políticos. Tiene 12.000 empleados, y se financia con una canon de 130 euros por familia poseedora de un televisor y con los ingresos por publicidad. A cambio del dinero recibido por el impuesto, la RAI debe cumplir con unas obligaciones de servicio público marcadas en distintos contratos programa conocidos como "contratos de servicio", que abarcan la cobertura informativa, los derechos de colectivos minoritarios, la oferta de los canales y la financiación del ente público.

Se trata de un gran conglomerado con 11 emisoras de radio y 13 canales de televisión, tanto en señal en abierto como por satélite. Tiene departamentos para cine, ficción, creación de producción propia, internet y gestión de publicidad. A pesar de ser el quinto grupo de radiotelevisión más grande de Europa, su audiencia principal se siúa en el grupo de población de mayor edad. Este factor, y los continuos vaivenes políticos hacen que su prestigio este muy por debajo de los otros grandes países de la UE.

Hasta el lunes, a las ocho de la tarde, tienen de plazo los grupos políticos del Congreso para proponer el nombre del sucesor de Leopoldo González-Echenique en la Presidencia de RTVE. Posteriormente, y tras el trámite parlamentario habitual, el pleno de la Cámara decidirá el elegido, para lo cual será imprescindible una mayoría de dos tercios en primera votación, y bastará con mayoría absoluta en la segunda. La izquierda parlamentaria clama por la vuelta al consenso de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero y reivindica una financiación suficiente, libre de los recortes introducidos por el Gobierno del PP, una exigencia que comparten UGT y CCOO, los dos mayores sindicatos dentro de la corporación.

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