Toda la vida trabajando de reportero da para que se pongan “los dientes largos” al leer y disfrutar de esos reportajes extensos y pausados del nuevo periodismo, ese que nació de la mano de mitos como Truman Capote o Gay Talese y que ahora está floreciendo en la emergente América Latina (además de algún brote verde en España, entre ellos tintaLibre). Fruto de esa largamente soñada ilusión nació a finales del año pasado la revista mensual en gallego Luzes, una respuesta a la crisis del periodismo en forma de más y mejor periodismo. La publicación -impresa- se pondrá de largo este jueves a partir de las 18.00 en la Casa del Lector del Matadero de Madrid, donde será presentada formalmente por sus padres, los directores Xosé Manuel Pereiro y Manuel Rivas y el coordinador Iago Martínez.
“Luzes es la revista que nos gustaría leer a nosotros”, explica Pereiro, que subraya que sus "páginas salmón", las centrales, se vuelcan en el contenido cultural, una apuesta que abarca una cuarta parte del total. Más allá, “cubrimos temáticas de todo tipo: historias sobre La bestia, el tren que cruza a los inmigrantes de México a EEUU, otras sobre los campamentos de gitanos en Marsella… Para este número cinco, tenemos una muy bonita de una señora cuyo marido trabajó en Holanda y le describía la ciudad por carta. Luego él murió en un accidente, y ella fue allí a conocer la ciudad que él le había descrito. No son solo temas sobre Galicia, porque las cosas que le pasan a la gente aquí le pasan a todo el mundo. Lo más local es también universal”.
“Queremos contarlo de forma que lo entienda hasta Homer Simpson”
Escrita en gallego por autores como Antón Losada, Neus Caamaño o Carla Andrade –entre otros tantos colaboradores- la publicación cuenta ya a día de hoy con más de 800 abonados, muchos en Galicia, pero también en distintas ciudades de Europa e incluso en enclaves tan distantes como Dakar o Vancouver. Además de a través de la suscripción, Luzes, con una tirada de 2.000 ejemplares, también se puede adquirir a un precio de 10 euros en librerías (fuera de Galicia, en La Central de Barcelona y la de Madrid) y en algunos quioscos, principalmente en A Coruña. En su página web, puede encontrarse un adelanto de los artículos de todos los números publicados y, además, sus responsables tienen proyectado crear una versión bilingüe en gallego y castellano para iPad.
A pesar de las trabas que han tenido que superar para distribuir la revista –cuenta Pereiro que, simplemente, casi no existían canales para publicaciones como esta-, el ingente apoyo que recibieron antes incluso de que el primer número saliera a la calle fue lo que les animó a no tirar la toalla. “Al principio tuvimos una oferta empresarial que no se concretó, y luego otra que tampoco, pero como ya teníamos el proyecto y la ilusión formateada decidimos seguir adelante, porque ya lo habíamos anunciado y recibimos una avalancha en las redes sociales”.
Dispuestos a empezar el camino de la mano de 500 suscriptores, en un mes consiguieron reclutar a más de 700. Y eso sin tener una empresa respaldándoles. “El papel tiene un determinado nicho para los textos de calidad, que explican el contexto, con información que puedes leer ahora o dentro de un mes”, apunta el periodista. “Nadie sabe lo que va a pasar: Internet es una gran oportunidad, porque elimina la materia prima y los gastos de distribución, pero cuando coges una revista en la mano, recibes otro tipo de satisfacción”.
Toda la vida trabajando de reportero da para que se pongan “los dientes largos” al leer y disfrutar de esos reportajes extensos y pausados del nuevo periodismo, ese que nació de la mano de mitos como Truman Capote o Gay Talese y que ahora está floreciendo en la emergente América Latina (además de algún brote verde en España, entre ellos tintaLibre). Fruto de esa largamente soñada ilusión nació a finales del año pasado la revista mensual en gallego Luzes, una respuesta a la crisis del periodismo en forma de más y mejor periodismo. La publicación -impresa- se pondrá de largo este jueves a partir de las 18.00 en la Casa del Lector del Matadero de Madrid, donde será presentada formalmente por sus padres, los directores Xosé Manuel Pereiro y Manuel Rivas y el coordinador Iago Martínez.