Unidad Editorial comunicó este miércoles su despido a un redactor jefe y un jefe de sección de El Mundo. Hoy hará lo mismo con otros 11 periodistas de las ediciones de Andalucía y la Comunidad Valenciana. Y no van a ser los últimos. El malestar en la redacción estalló en la tarde de ayer con una suerte de motín espontáneo ante el despacho del director, David Jiménez. Los duros reproches de los redactores por los despidos, y por el rumbo que está tomando el periódico desde que Jiménez se hizo cargo de él, empujaron al director a volver a su despacho entre lágrimas, según han contado a infoLibre algunos de los presentes.
David Jiménez admitió a sus periodistas que los 20 fichajes realizados el pasado mes de abril debían tener como compensación inevitable, exigida por RCS –los dueños italianos de Unidad Editorial–, otros 20 despidos. De momento, se han cumplido 13. Faltan otros siete. Y Jiménez no garantizó anoche que no se vayan a ejecutar. Así que los ánimos están encendidos en la redacción, que ya ha sufrido tres Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en los últimos seis años. Unos 700 trabajadores han sido despedidos desde 2009 en todo el grupo.
Esta mañana se ha celebrado una concentración de protesta a las puertas de la empresa, pero fuentes de la redacción dan por seguro que será sólo el principio de una batalla que los periodistas de El Mundo están dispuestos a librar “al precio que sea”. El presidente del comité, Mario Benito, advirtió a la empresa ante la tentación de volver a actuar “de forma unilateral y sin avisar”, más aún después de que les garantizara que no habría nuevos despidos. Tras la concentración, los comités de las distintas empresas del grupo se han reunido para adoptar medidas de presión. El próximo jueves ya hay prevista una cita con los responsables de la empresa. De momento, los comités se han levantado de la mesa que negocia el nuevo convenio colectivo.
¿Transformación digital o ataque al periodismo?
El exdirector de 'El Mundo' David Jiménez y Unidad Editorial firman un acuerdo para evitar el juicio por despido
El motivo de la indignación es el plan de los responsables de la empresa, encabezados por el nuevo director general, Javier Cabrerizo, para “transformar una empresa periodística en otro tipo de producto, despreciando cualquier criterio editorial y primando la banalidad y el espectáculo, explican los más críticos. “El Mundo está dejando de ser El Mundo, pero no lo vamos a permitir”, añaden. Esta vez no se trata de las pérdidas económicas del grupo, sino de una política empresarial que ven como un “ataque al periodismo”, vendido con el disfraz de la transformación digitalvendido con el disfraz de la transformación digital.
Las quejas sobre la “falta de dirección” en un periódico acostumbrado durante 25 años a funcionar bajo el timón de Pedro J. Ramírez se suman ahora a la convicción de los redactores de que David Jiménez no les va a defender frente a ese “ataque”. Tras los despidos de esta semana y los que amenazan en el horizonte, los afectados adivinan un intento por sustituir a periodistas experimentados por los llamados “nuevos perfiles”. También entienden como un “desprecio” a la profesión que el director de El Mundo defienda que las exclusivas ya no venden periódicos, como aseguró en su blog.
Según los últimos datos de OJD, El Mundo ha perdido un 20% de sus ventas en el último añoEl Mundo. Fuentes de la redacción no dudan en calificar de “fracaso” las nuevas apuestas como el suplemento Papel de los domingos. Unidad Editorial ha perdido 2,3 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
Unidad Editorial comunicó este miércoles su despido a un redactor jefe y un jefe de sección de El Mundo. Hoy hará lo mismo con otros 11 periodistas de las ediciones de Andalucía y la Comunidad Valenciana. Y no van a ser los últimos. El malestar en la redacción estalló en la tarde de ayer con una suerte de motín espontáneo ante el despacho del director, David Jiménez. Los duros reproches de los redactores por los despidos, y por el rumbo que está tomando el periódico desde que Jiménez se hizo cargo de él, empujaron al director a volver a su despacho entre lágrimas, según han contado a infoLibre algunos de los presentes.