Netflix vivió su particular hecatombe el pasado mes de febrero. De la noche a la mañana, la plataforma de streaming dejó de creer que el amor fuese compartir una contraseña e impuso el 21 de febrero el punto final a una práctica tan extendida como habitual entre familiares y amigos. Fue la puntilla a unos meses en la que los usuarios habían asistido prácticamente impertérritos a que la industria del video bajo demanda implantase tarifas baratas con anuncios, subidas de precio y recortes en la oferta. Muchos, probablemente, pensaron que este movimiento de la compañía californiana iba a ser el último cambio más allá de los estrenos de series y películas, por lo menos este año. Sin embargo, más de cien días después, parece que podría no ser la última modificación para los usuarios de Netflix.
En concreto, las alertas saltaron esta semana cuando la plataforma anunció que en Canadá eliminaría el plan básico, el más barato sin publicidad y que en España tiene un precio de 7,99 euros. La decisión, tal y como detalla Netflix, tiene letra pequeña: la supresión de esta tarifa sólo afectará a los nuevos suscriptores. Es decir, aquellos usuarios que ya tengan contratado el plan básico no verán afectado lo que pagan a final de mes.
¿Por qué, sin embargo, este cambio debe preocupar a los usuarios españoles? Aunque desde Netflix recuerdan que las tarifas son específicas para cada país, lo cierto es que este movimiento podría generar una ola de cambio. "Es posible que se extienda a otros países", sostiene Elena Neira, profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
En primer lugar porque Canadá fue junto con España, Nueva Zelanda y Portugal, los primeros países elegidos en empezar a aplicar la vía de compartir la cuenta pagando, lo que la compañía llamó "subcuentas", tras las pruebas que llevó a cabo en Chile, Costa Rica y Perú durante el verano de 2022. En el caso de España, el precio es de 5,99 euros por cada una que se cree, uno de los precios más altos si se compara con otros países europeos —en Alemania el precio es de 4,99 euros y en Portugal, de 3,99 euros—.
Y, en segundo lugar, porque esta decisión, casualmente o no, llega tras la consolidación del plan con anuncios de Netflix —que en España tiene un precio de 5,49 euros—. "Seguro que les ha animado porque ya tienen implementado esta tarifa, que tiene un precio más barato", explica Neira. Un fortalecimiento que ha venido acompañado por una mejora de sus condiciones el pasado mes de abril: amplió la calidad de imagen pasando de 720p a Full HD y permite ya poder reproducir de forma simultánea en dos dispositivos diferentes. Con este movimiento, el plan básico es el único que mantiene una calidad de 720p. Es decir, se ahorrarán así, tal y como publica Espinof, tener que discriminar la calidad de imagen de tres formas diferentes.
Sin embargo, el plan con anuncios de Netflix sigue teniendo dos grandes lastres. Por un lado, parte de su catálogo no está disponible. Y, por otro, no existe la opción de descargar contenido para poder verlo offline. ¿A qué servicios premium está el usuario más dispuesto a renunciar en una tarifa de precio reducido con publicidad? Según datos de GECA en su estudio presentado en AEDEMO en marzo de 2023, el 42,5% a la descarga de contenido, el 32,4% a varios perfiles para distintos miembros del hogar, el 23,9% a visionar simultáneamente diferentes dispositivos y el 28,9% al contenido en Full HD o 4K.
Las razones para prescindir del plan básico
¿Por qué no le compensa mantener la tarifa básica? "Las decisiones que toma Netflix están muy motivadas por cómo se comportan los usuarios y me da la sensación de que esta iniciativa va en la línea de reforzar la tarifa con anuncios, que es la más barato con respecto a la competencia", sostiene Neira que señala que su lógica pasa por "rentabilizar lo nuevo que crean".
Además, con la supresión del plan básico en Canadá, lo que está claro es que simplifica la oferta dejando sólo tres tarifas. En España, Netflix cuenta actualmente con cuatro. Por un lado, la básica con anuncios y la básica tradicional, que no dan la opción de añadir "subcuentas". Y, por otro, la estándar —12,99 euros— permite añadir un suscriptor extra, mientras que la premium —17,99 euros al mes— permite dos, pero cuyo pago será independiente, es decir, si se quieren dos hay que pagar 11,98 euros. Según cifras de GECA, en febrero de 2023, un 13,8% de los usuarios españoles de Netflix tenía en plan básico con anuncios (un 60,5% más que en enero de 2023), el 27,2% el básico tradicional, el 24,5% el estándar, el 21,6% el premium y un 12,9% no sabían exactamente cual sin anuncios.
Cabe recordar en este punto que la plataforma suele actualizar el precio de sus tarifas tradicionalmente cada dos años y la última vez en España se produjo en octubre de 2021, es decir, tocaría a finales de 2023. Además, tal y como recuerda GECA, el coste del plan básico en España no ha sufrido cambios desde 2015, mientras que el estándar ha subido un 30%, y el premium un 50%.
¿Le está funcionando a Netflix no dejar compartir cuentas?
Volviendo al tema de las "subcuentas", cuatro meses después, lo que sigue encima de la mesa la gran pregunta: ¿realmente Netflix localizó todas estas cuentas compartidas con familiares en otras ciudades o con amigos en otras casas? "Lo está haciendo, pero está teniendo problemas para geolocalizar usuarios por el tema de determinar el hogar principal. Están tratando de limitar las cuentas compartidas, pero el tema de las direcciones IP no es fácil", argumenta Neira.
Según ha comprobado infoLibre, a estas alturas de la partida aún hay usuarios que siguen compartiendo la cuenta con cualquier persona. Netflix, por su parte, explica que las cuentas están pensadas para "compartirse entre personas que conviven en un mismo hogar". ¿Cómo detecta los dispositivos de un hogar? "Usamos información como las direcciones IP, los identificadores de los dispositivos y la actividad de la cuenta para determinar si un dispositivo desde el que se accede a tu cuenta forma parte de tu hogar Netflix. No recopilamos datos de GPS para tratar de determinar la ubicación exacta de los dispositivos", detalla la compañía en su web.
Lo que está claro es que la decisión de Netflix de no dejar compartir la contraseña parece que no tiene vuelta atrás. "Estamos satisfechos con los resultados de nuestros lanzamientos en el primer trimestre en Canadá, Nueva Zelanda, España y Portugal, lo que fortalece nuestra confianza de que tenemos el enfoque correcto", asegura la empresa en la carta a inversores enviada durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2023.
Y es que, los datos, en principio, acompañan: la plataforma añadió 1,75 millones de clientes en los primeros tres meses de este año que, aunque aumenta el número de suscriptores hasta los 232,5 millones, está por debajo de los dos millones que esperaban. "Está perdiendo músculo de usuarios, pero hay que esperar. Mientras siga teniendo una tesorería positiva y siga ganando usuarios no habrá problema aunque pierda usuarios", reconoce Neira que insiste en que sigue teniendo aún "muchos" suscriptores.
Además, la medida se ha ido ampliando a más países. Así, la opción de añadir subcuentas ya se encuentra en mercados tan relevantes como EEUU, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia, México o Brasil.
¿Deja la competencia compartir la contraseña?
Parece, por tanto, que el cambio le está surtiendo efecto a Netflix. Tanto es así que ya han comenzado los rumores que apuntan que otras plataformas podrían seguir el ejemplo. "Las que tienen más papeletas son HBO Max y Disney+", asegura Neira que explica que ambas "necesitan salir de los números rojos", ya han tomado "decisiones polémicas" y tienen "un catálogo fuerte".
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Por el momento, la competencia no ha movido ficha y ni Amazon Prime Video, Apple TV, Disney+, HBO Max o Movistar+ hacen referencia a no poder dejar la contraseña a otras personas. Estas cinco plataformas permiten la creación de múltiples perfiles en la misma cuenta y varias reproducciones simultáneas. Apple TV, que deja hasta seis perfiles, detalla que se puede tener en común con "familiares". Matiz que también hace HBO Max: "familiares directos o personas con las que conviven". En el caso de Movistar+ establece que se podrá hacer con "miembros de la familia" y, además, es la única que hace referencia a la localización ya que permite tres reproducciones simultáneas en hogar —dos si es en Movistar Lite— y solo una fuera.
No así la recién aterrizada SkyShowtime, que sí que deja claro que la cuenta no se puede compartir. En sus condiciones de uso, explica que "las personas que viven en el mismo hogar en el que usted pueden acceder a su cuenta de SkyShowtime con su permiso". Y, en el apartado de "algunos ejemplos de cosas que no debe hacer" figura: "compartir sus datos de inicio de sesión con otras personas fuera de su hogar".
Según destaca GECA, la compartición de claves ha ido en aumento "de forma constante en los últimos años". Disney, Netflix y AppleTV son las tres plataformas donde más se comparten las claves, mientras que Movistar, Dazn y Prime Video donde menos.
Netflix vivió su particular hecatombe el pasado mes de febrero. De la noche a la mañana, la plataforma de streaming dejó de creer que el amor fuese compartir una contraseña e impuso el 21 de febrero el punto final a una práctica tan extendida como habitual entre familiares y amigos. Fue la puntilla a unos meses en la que los usuarios habían asistido prácticamente impertérritos a que la industria del video bajo demanda implantase tarifas baratas con anuncios, subidas de precio y recortes en la oferta. Muchos, probablemente, pensaron que este movimiento de la compañía californiana iba a ser el último cambio más allá de los estrenos de series y películas, por lo menos este año. Sin embargo, más de cien días después, parece que podría no ser la última modificación para los usuarios de Netflix.