Oughourlian fulmina a Pepa Bueno en ‘El País’ en vísperas de recibir una oferta de los inversores españoles

El presidente de Prisa, el inversor francés de origen armenio Joseph Oughourlian, ha destituido este miércoles a la directora de El País, Pepa Bueno, en un nuevo salto en la pugna por el control de la empresa que desató hace tres meses. Al frente del diario, el Consejo de Administración quiere nombrar al periodista Jan Martínez Ahrens, vinculado al periódico desde hace 33 años, los dos últimos como director de la edición para América.

La decisión fue comunicada al Comité de Redacción de El País, el órgano de representación de los periodistas que trabajan en el diario, cuando ya había sido divulgada por varios digitales. Como establecen las normas del periódico, este jueves será sometida a una votación que, según fuentes consultadas por infoLibre, Martínez Ahrens superará sin problema.

Aunque Pepa Bueno, que dirigía el periódico desde 2021, gozaba de un amplio respaldo por parte de la redacción, su sucesor también tiene el aprecio y el reconocimiento general de sus compañeros, por lo que no se espera que su nombramiento suponga ningún problema interno y se hará efectivo antes de que termine la semana. Por su parte, Jordi Gracia ha presentado su dimisión como Adjunto a la directora y presidente del Consejo editorial de Prisa.

Más distancia con Moncloa

La interpretación más común acerca de las consecuencias de este cambio, según las fuentes consultadas, es que la línea del periódico seguirá siendo de centroizquierda, como hasta ahora, pero “marcará más distancia crítica” con Pedro Sánchez. Nadie espera cambios bruscos, ni mucho menos un giro hacia posiciones de la derecha mediática como las que definieron la época de Antonio Caño (2014-2018) y que pasaron una grave factura al periódico en términos de credibilidad y audiencia.

No obstante, el protagonista de aquella etapa, que ahora preside el Consejo Editorial de The Objective, el medio ultra financiado con capital venezolano que ha publicado sonadas informaciones falsas en los últimos tiempos, saludó en X el nombramiento de Martínez Ahrens con esta anotación:

La salida de Pepa Bueno de la dirección se daba por descontada en los mentideros mediáticos desde hace tiempo, pero se ha precipitado coincidiendo con la confirmación de que los inversores españoles de Prisa, agrupados en torno al Grupo Alconaba, ya han anunciado a Oughourlian que en el plazo de dos semanas tendrá una oferta concreta, voluminosa y negociable para adquirir su parte de la empresa (el 29,9% de las acciones).

El actual presidente de Prisa representa a Amber Capital, un fondo de inversión oportunista especializado en tomar el control de empresas en situación de debilidad financiera (llegó a la compañía en 2015 y tomó el control dos años después), con la intención de cambiar su gestión y revender sus participaciones a mayor precio. La identidad de los inversores de Amber Capital, su número y peso dentro del fondo, es un secreto, a pesar de que el vigente Reglamento de Libertad de Medios de la Unión Europea obliga a revelar qué personas concretas tienen el control.

Alconaba, por su parte, un holding empresarial liderado por Andrés Varela Entrecanales, encabeza un grupo de inversores que representan en torno al 19% de las participaciones, entre los que se encuentra el periodista José Miguel Contreras, principal accionista de la empresa matriz de infoLibre.

El conflicto entre Oughourlian y este segundo grupo de accionistas estalló en febrero. El nuevo canal de televisión que quería lanzar Alconaba provocó una “guerra total” en el seno de la compañía, al rechazar el presidente de la matriz de El País y la SER que Prisa participara en el concurso para la nueva licencia televisiva. El pulso terminó ganándolo el representante de Amber Capital, el principal accionista, y acabó con la salida de la compañía de los principales valedores del proyecto televisivo: Contreras, que ocupaba el puesto de director de Contenidos, y el hasta entonces presidente ejecutivo de Prisa Media, Carlos Núñez.

Posteriormente, el presidente de Prisa sustituyó a Montserrat Domínguez por Fran Llorente en la SER. Llorente fue nombrado hace apenas dos semanas director editorial y de contenidos de radio y negocio audiovisual de Prisa, un cargo de nueva creación. Domínguez era directora de contenidos. 

Participar en el concurso para una nueva televisión preocupaba a algunos sectores del accionariado de Prisa, en particular a Oughourlian, sobre todo por los riesgos financieros que pudiese implicar en un mercado a la baja, como es el de la televisión en abierto. Sin embargo, sus promotores confiaban, y todavía lo hacen, si consiguen hacerse con la mayoría de las acciones, en sacar el proyecto adelante, aprovechando las sinergias de El País y la SER, contando con algunas de sus estrellas y dando participación, al mismo tiempo, a otros medios del espacio progresista.

“A por todas”

Fuentes consultadas por infoLibre aseguran que Oughourlian tomó la decisión de destituir a Pepa Bueno a pesar de que personas de su círculo de confianza le sugirieron que no era el momento, habida cuenta de que los accionistas liderados por Alconaba se disponen a poner su oferta encima de la mesa. El presidente de Prisa desoyó este consejo y adoptó la decisión alegando razones de “urgencia”.

No falta quien interpreta este paso como una forma de decir al Grupo Alconaba que va “a por todas” y que está dispuesto a elevar el precio de las acciones de Amber Capital bajo la amenaza velada de iniciar una guerra política. Algunas fuentes creen que Oughourlian rechazará la oferta de Alconaba, a menos que sea tan alta que no tenga manera de justificar una negativa.

Desde que estalló el conflicto interno en Prisa, Oughourlian ha enviado varios mensajes a Moncloa mostrando su interés en sentarse a hablar con el presidente Pedro Sánchez y con el ministro de Transformación Digital, Óscar López. Ninguno de los dos le ha recibido. Es un gesto que todo el mundo interpreta como una señal de preocupación por que El País y la SER puedan pasar a engrosar el ya superpoblado ecosistema mediático de la derecha.

En un artículo publicado en El País en marzo, Oughourlian llegó a insinuar, sin citarlo, que Sánchez estaba intentando controlar Prisa. “Sería inaceptable”, escribió, “que, cuando estamos recordando que hace ya 50 años murió el dictador Francisco Franco, alguien cayera en la tentación de tratar de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder, bien directamente, bien utilizando alguna empresa estatal como instrumento”.

Compañía “estratégica”

Prisa es una compañía “estratégica”, sostienen en el Gobierno, donde no ocultan su preocupación ante los riesgos para la pluralidad informativa que podría suponer un giro editorial en la compañía. Ya en tiempos de Felipe González, la posibilidad de que cambiara de manos se consideraba un problema de Estado. Ahora Oughourlian intenta acercarse al expresidente, a pesar de que fue él quien canceló en 2022 el contrato que le vinculaba con Prisa.

Oughourlian ejecuta los primeros cambios en Prisa y sustituye a Montserrat Domínguez por Fran Llorente en la Ser

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Fuentes próximas al grupo de inversores españoles sostienen que Oughourlian tendrá ahora que decidir si vende, actuando como el representante de su fondo de inversión y atendiendo únicamente a los intereses de rentabilidad de los inversores opacos de Amber Capital, o si no lo hace y se instala en el perfil de alguien que quiere ejercer influencia desde el punto de vista mediático en la política española.

En la redacción de El País sostienen que Oughourlian no se ha hecho acreedor de la simpatía de quienes hacen el periódico todos los días, especialmente en los últimos meses, durante los cuales se han vivido algunos momentos tensos. En más de una ocasión ha hecho saber que no se fía de ellos y ha puesto a circular información interesada a través de seudomedios digitales, aseguran. Para muestra, un botón: en plena batalla por el control de la empresa, prefirió conceder una entrevista a la competencia, el diario Expansión, propiedad del grupo que edita El Mundo, para dar a conocer sus puntos de vista, en vez de hacerlo a través de El País o de Cinco Días, la cabecera económica de Prisa.

No obstante, quienes así opinan respaldan su decisión de cancelar el proyecto de optar a una licencia de televisión en abierto. Y desconfían de que la posibilidad de que Prisa acabe en manos de empresarios demasiado próximos a la Moncloa y a Pedro Sánchez.