Hace un año, el 28 de octubre, Mark Zuckerberg decidió dar un giro y cambiar la esencia de lo que hasta entonces era su imperio: "A partir de ahora, seremos metaverso primero, no Facebook primero". Con esta contundente declaración de intenciones, el presidente y CEO anunció las nuevas realidades que se abrían en su horizonte. Por un lado, que la compañía matriz cambiaba de nombre y pasaba de llamarse Facebook, como la red social, a Meta. Y, por otro, la nueva joya de la corona de la empresa: el metaverso. Un concepto que, ni mucho menos, había inventado el multimillonario, pero que ha logrado adjudicarse durante los últimos meses.
Casi 365 días después, Zuckerberg reconoció en una reciente entrevista con The Verge que ante la naturaleza a largo plazo de su apuesta por el metaverso está preparado "para un abismo de desilusión". "No es que estas cosas vayan a estar completamente maduras en un año o incluso en dos o tres. Llevará mucho tiempo construir esta plataforma", aseguró, confirmando así de forma velada que el anuncio de hace un año era un golpe de efecto que llegaba en un momento conveniente bien elegido en medio de la enésima crisis provocada, en esta ocasión, por la publicación de los Facebook Files.
La pregunta ahora es clara: ¿ha acertado Zuckerberg con esta estrategia? Los expertos consultados por infoLibre coinciden en que esta cuestión tiene una doble respuesta. Por un lado, a nivel de comunicación y, por otro, del propio modelo de negocio.
"Si uno de los objetivos era crear una cortina de humo, amortizar una marca quemada y posicionarse como referente de un proyecto que tiene potencial de futuro, la estrategia ha funcionado y ha sido acertada", afirma Ferran Lalueza, profesor de Comunicación y Social Media de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del grupo GAME. "Facebook y sus negocios estaban en una posición muy crítica", recuerda Miquel Pellicer, consultor en comunicación digital en la UOC, que apunta que doce meses después esto ha cambiado: "La percepción de marca ha mejorado".
Edgar Martín de Blas, experto en metaverso y chief metaverse officer de Utopia Voyagers, recuerda que, a pesar de lo que pueda parecer, "la estrategia de Meta no es de ahora". "Cuando compraron Oculus en 2014 es cuando empezaron a trabajar en esto. Tenían la realidad virtual como una especie de departamento de innovación que iba poco a poco", defiende.
No obstante, la cosa cambia si se entra a analizar los números. "Si el objetivo era consolidar un modelo de negocio en el que el metaverso fuese la principal fuente de ingresos, la estrategia no ha sido acertada", argumenta Lalueza ya que "no es una apuesta que se consiga de un día para el otro". "Se ha apostado todo a una carta que aún no está aquí y esto no quita que Facebook siga en caída libre y haya otras plataformas, como TikTok o BeReal, que les esté quitando usuarios", recuerda este profesor.
"No están cumpliendo las expectativas que tenían fijadas", afirma Pellicer, que, sin embargo, señala que, a pesar de esto, "no es un absoluto fracaso". Martín de Blas también va en esta línea: "El metaverso es una apuesta muy grande y no se puede valorar sólo con que si tiene o no usuarios. Lo mismo pasó con Internet, y después se terminó democratizando. Estamos en una fase de construcción del nuevo Internet".
Tiene recorrido, pero ahora mismo es un bluf
Ante estas consideraciones, ¿supone esto un descalabro del proyecto? "Mi sensación es que la prensa de EEUU le tienen una tirria brutal a Meta y a Zuckerberg. La apuesta por el metaverso es a diez años vista y no se puede pedir que ya esté creado", explica Martín de Blas que también apunta que las malas noticias hasta les podrían venir bien: "No todo va a ser un camino de rosas. El tirón de orejas de los accionistas les servirá para hacerlo mejor".
Y lo cierto es que los últimos meses, no ha sido sencillo para Meta y el primer año del metaverso se podría resumir en noticias de fracaso tras fracaso. "Tenemos todo el optimismo alrededor del anuncio, la mala coyuntura económica actual con una guerra en Europa, una fuente de ingresos, que es Facebook, que ya no está tan boyante y la apuesta por un proyecto que no existe aún que requiere una inversión brutal y que no da beneficios aún. Todo esto hace que a un año vista este círculo vicioso provoque que ahora mismo sea entre un bluf y un pinchazo", reconoce Lalueza. Idea que reafirma Pellicer: "No tenemos suficiente perspectiva".
No obstante, los expertos consultados por infoLibre coinciden también en recordar que el metaverso es un proyecto de futuro. "Es justo darle un margen a las cosas que está construyendo", explica Lalueza que señala que ante "elevada inversión inicial" está claro que esto es más que "una declaración de intenciones". "Hay mucho recorrido aún", afirma Pellicer.
Este experto reconoce además que si se vincula exclusivamente con el imperio de Zuckerberg se cae en un error: "El metaverso son muchas compañías, no es sólo Meta". Aquí coincide también Martín de Blas, que recuerda que la tecnológica tiene que entender que esta nueva realidad "no es de nadie y va a haber un montón de mundos virtuales y se podrá saltar entre ellos".
La apropiación del metaverso
A pesar de ello, si algo ha logrado Meta en los últimos doce meses es introducir el metaverso en la conversación. "Lo ha puesto de moda", explica Pellicer.
"Ha sido una forma de marcar territorio y que se relacione el metaverso con Meta", asegura Lalueza que recuerda que antes del anuncio de Zuckerberg había ya muchas empresas "picando piedras" con un "perfil bajo" y "cierta discreción". "Todo lo contrario que Meta que, antes de concretar nada, han lanzado las campanas al vuelo", apunta este profesor. Un movimiento que provocó una reacción en cadena: muchas compañías, e incluso algunas administraciones públicas, se vieron obligadas a "demostrar que estaban haciendo algo".
"Ahora mismo, el metaverso es la selva. Pero quién gane será el rey de la montaña. Meta lo está haciendo bien porque está poniendo todos los huevos en la cesta para ser el líder, aunque no habrá sólo un líder", afirma Martín de Blas. Para este experto, su mayor error fue creer que "esto era un Facebook dos", pero, matiza, “están reculando".
Zuckerberg admite que perderá cantidades "significativas" de dinero
Entre toda la atención mediática, el imperio tecnológico llegaba a este mes de octubre al primer aniversario de su cambio de nombre y de su cambio de prioridades con la obligación latente de dar nuevos pasos adelante. Y la conferencia Meta Connect 2022, celebrada el pasado 11 de octubre, dejó un buen número de anuncios y novedades.
Por primera vez, Meta habló en este evento de cifras de sus inversiones y ganancias. Según publica Techcrunch, la compañía ha invertido, sólo en el último trimestre, 2.800 millones de dólares en realidad virtual. De este montante, los de Zuckerberg sólo habrían recuperado más de 1.500 millones de dólares gracias a su tienda Quest. El multimillonario ya afirmó en mayo, según recogió Bloomberg, que planea invertir fuertemente en las ambiciones del metaverso de su imperio y eso significará perder cantidades "significativas" de dinero en el proyecto durante los próximos tres a cinco años.
Las piernas llegan a los avatares
Más allá de esto, sin duda, el anuncio que más atención mediática atrajo fue la introducción de las piernas en los avatares. "Creo que todo el mundo ha estado esperando esto", bromeó Zuckerberg durante la presentación ya que se ponía así fin al flotar de cintura para arriba.
Aunque pueda parecer una nimiedad, lo cierto es que este pequeño avance es importante ya que suponía, según Lalueza, una "carencia". "Tiene una fuerza simbólica y nos hace ver que la vida en el metaverso es igual que en la realidad. Uno estará aquí y vivirá experiencias similares al mundo físico", asegura este profesor que insiste en que "no nos podemos sentir identificados con torsos".
La empresa californiana ha reconocido veladamente que el tema de las piernas ha sido uno de sus mayores dolores de cabeza: "Puede parecer que sólo estamos pulsando un interruptor detrás de las cámaras, pero ha costado mucho trabajo". Lo explica Martín de Blas: "No se tenían sensores en las piernas ya que la gafa está en la cabeza y los mandos en las manos, y no tenían forma de calcular dónde colocar las piernas".
Sin embargo, este avance podría no ser tal. Según publica UploadVR, esta "demostración" no fue una muestra de la tecnología de seguimiento sino un montaje hecho con un equipo de captura de movimiento. "Al final, Zuckerberg es un ilusionista. Son cortinas de humo que se crean para desviar la atención sobre otros temas como la desinformación o los discursos de odio", sostiene Pellicer.
Las piernas no fueron la única novedad de los avatares. "Tu avatar eres tú, o al menos tu representación digital", reconocen desde Meta y, por ello, a principios de 2023, lanzarán los implantes cocleares, los audífonos sobre el oído y las sillas de ruedas. "Y habrá más mejoras próximamente incluyendo tipos de cuerpo adicionales y sombreados, para lograr una piel más realista", apuntan desde la compañía.
Las nuevas gafas de Meta
Más allá de los avatares, el otro gran anuncio fue el lanzamiento de las nuevas gafas de realidad mixta: Quest Pro. Según detalla The Washington Post, este modelo va más allá de "las gafas de realidad virtual que hemos visto antes" ya que superpone imágenes digitales al mundo físico enfrente del usuario. "Y rastrea tus globos oculares y músculos faciales para ayudarte a expresar emociones a través de un avatar virtual", explica este medio.
"Creemos que el metaverso servirá de puente entre dispositivos de RV, teléfonos, portátiles y ordenadores, e incluso dispositivos que no existen todavía", explican desde Meta. Comenzarán a distribuirse este martes 25 de octubre por el prohibitivo precio de 1.799,99 euros. Aunque desde la compañía han matizado que están destinadas a ingenieros y también a los primeros usuarios, el elevado importe genera una duda más que evidente: ¿es el metaverso un espacio para ricos?
"Estamos creando clases digitales", sostiene Pellicer. "La brecha digital sigue existiendo", puntualiza Lalueza. No obstante, todos los expertos coinciden en que estos precios son normales para esta fase tan inicial y que posteriormente se democratizarán y bajarán. "Es la versión uno y estas versiones siempre son caras. Ahora mismo, incluso las hay más caras porque son prototipos y para early adopters —pioneros—", sostiene Martín de Blas que reconoce que no es un precio "mainstreaming" aunque Meta no lo lanza "para ganar dinero" sino para que "los desarrolladores y empresas empiecen a popularizarlas" y para "competir con Apple".
La alianza con Microsoft
Con la competencia en mente, sin duda, uno de los anuncios más sorprendentes fue la alianza con Microsoft. "No podemos construir el metaverso solos, y en ningún ámbito es tan obvio como en el trabajo diario de las personas. Cada compañía trabaja de forma diferente y usa diferentes herramientas", explica la tecnológica. Por ello, han recurrido a un rival directo para que así la parte laboral cuente con las aplicaciones de Windows y de Teams, además de versiones de aplicaciones adaptadas como Word, Excel o PowerPoint.
Así, la Meta Connect 2022 dejó una de las imágenes más curiosas de los últimos años: Zuckerberg junto al CEO de Microsoft, Satya Nadella. "Es una jugada que tiene consecuencias importantes. Meta hasta ahora no se había aliado con otras empresas. Si hubiera intentado hacerlo en solitario, como lo parecía cuando hizo el anuncio, hubiera fracasado. Ha habido un cambio claro", asegura Lalueza.
Tal y como destaca The Verge, esta es la primera gran asociación del imperio Meta desde la profunda integración de Facebook en Windows Phone hace más de una década. "Este acuerdo reafirma que es un ámbito en el que la realidad inmersiva va a tener importancia a nivel empresarial y de negocio", reconoce Pellicer que también apunta que sienta las bases para dejar claro que el "metaverso no es solo Meta".
Y Microsoft no es la única. Meta también ha cerrado varios acuerdos para mejorar el metaverso laboral. La consultora Accenture también trabajará para diseñar espacios de trabajo virtual a medida. Y en el apartado de entretenimiento, Zuckerberg anunció varias colaboraciones con Universal o Dreamworks. Para Martín de Blas, todas estas alianzas son "muy importantes" porque tiene que "ser interoperable".
Fuera de estos tres grandes ejes, tal y como explica Techcrunch, el resto de la presentación fue básicamente "una serie de anuncios vagos (muchas versiones recalentadas de anteriores) que tenían como objetivo definir casos de uso y dominios en los que el metaverso y la realidad virtual serían realmente útiles para las personas". Asimismo, este medio también destaca que ninguno "parecía significativamente mejorado o capaz de actuar como un punto de inflexión en términos de adopción masiva" y que "la mayoría tenía fechas de lanzamiento vagas o inexistentes".
Los proyectos "hacer feliz a Mark"
A pesar de que puertas para fuera todo parece ilusionante en Meta cuando se habla de metaverso con sus coloridas presentaciones y anuncios rimbombantes, la realidad podría ser muy diferente dentro de Menlo Park. Según publica The New York Times, no todo es de color de rosa.
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Los números no le salen. A pesar de una inversión de miles de millones de dólares y de asignar a miles de trabajadores para su desarrollo, el precio de las acciones de la tecnológica ha caído casi un 60% en el último año. Aunque bien es cierto que la coyuntura económica actual marcada por la guerra en Ucrania no ha ayudado, existiría cierto escepticismo entre los inversores. Esto habría provocado que la compañía ya haya anunciado que ha congelado las contrataciones y ha advertido que podría haber despidos.
Para más inri, algunos empleados de Meta se han quejado de los frecuentes cambios de estrategia que estarían vinculados a los caprichos del propio Zuckerberg y no a un plan colectivo. Es más, algunos trabajadores, según The New York Times, se refieren "en broma" a los proyectos clave del metaverso como MMH, un acrónimo de "make Mark happy" (que se traduce como "hacer feliz a Mark").
Y para completar el combo, el juego insignia de realidad virtual de la compañía, Horizon World, sigue teniendo errores y es impopular. El imperio de Zuckerberg se fijó el objetivo de llegar a los 500.000 usuarios mensuales, pero ya ha rebajado la cifra a 280.000. Según The Wall Street Journal, el recuento actual sería inferior a 200.000. El periódico económico ha accedido a documentos internos que mostrarían una transición del mundo de las redes sociales al metaverso más compleja de que esperaban en Menlo Park. En Meta estarían lidiando con tecnología defectuosa, usuarios desinteresados y falta de claridad sobre lo que se necesitará para tener éxito. ¿Una pesadilla? Demasiado pronto para saberlo.
Hace un año, el 28 de octubre, Mark Zuckerberg decidió dar un giro y cambiar la esencia de lo que hasta entonces era su imperio: "A partir de ahora, seremos metaverso primero, no Facebook primero". Con esta contundente declaración de intenciones, el presidente y CEO anunció las nuevas realidades que se abrían en su horizonte. Por un lado, que la compañía matriz cambiaba de nombre y pasaba de llamarse Facebook, como la red social, a Meta. Y, por otro, la nueva joya de la corona de la empresa: el metaverso. Un concepto que, ni mucho menos, había inventado el multimillonario, pero que ha logrado adjudicarse durante los últimos meses.