"Lo primero que necesita la televisión pública es público" y "las audiencias no pueden ser lo principal en los medios públicos": son dos asertos, tan aparentemente contradictorios como reales, entre los que se mueve desde hace décadas TVE. En los últimos años, la segunda afirmación era utilizada como pobre escudo por los máximos responsables de la televisión pública para intentar justificar una continua caída del favor del espectador, primero hacia Telecinco y, desde hace 23 meses, hacia Antena 3. La 1 parecía resignada a ser la eterna tercera en inexorable descenso hasta llegar en agosto del año pasado a marcar su mínimo histórico mensual con un 8,1% de cuota de pantalla, cuatro y hasta cinco puntos por debajo de las televisiones comerciales.
Pero llegó noviembre de 2022 y, a lomos del Mundial de fútbol, la situación comenzó a cambiar. Llegó la Navidad y la programación especial de TVE permitió que el aparente espejismo tomara visos de continuidad. A valores seguros de audiencia, como Masterchef, se sumaban aciertos como La promesa, la resurrección exitosa de Grand Prix, la consolidación de El cazador o Aquí la tierra, y el mundial de fútbol femenino.
El adelanto a Telecinco se produjo durante el verano y la confirmación en septiembre: Antena 3 líder con el 13 % de cuota de pantalla, La 1 segunda con el 10,5, y la desnortada Telecinco tercera con el 9,6.
Especial relevancia está teniendo en esta escalada el comportamiento de los Informativos. Pero, antes de descender a cifras conviene una explicación previa referida a lo que en argot televisivo denominan "simulcast": es decir a la emisión en paralelo, o simultánea, de un mismo espacio en cadenas distintas del mismo grupo. Atresmedia, Mediaset y RTVE pactaron hace tiempo que las audiencias contabilizaran en una sola cifra los resultados de las emisiones coincidentes. Y así se hizo con espacios que intentaban maximizar la atención como Gran Hermano o estrenos preferentes para cada empresa. Sin embargo, y desde hace al menos cinco años, esta adición de cadenas pasa desapercibida en los medios para el caso singular de los Informativos de TVE, que se emiten de manera simultánea en La 1 y el Canal 24 Horas, con lo que se resta porcentaje y número de espectadores a su seguimiento real.
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Considerando lo hasta aquí apuntado, los datos de septiembre son los siguientes:
- Informativos de lunes a domingo: Antena 3, 18,4% y 1.884.000 espectadores; TVE, 12,7% y 1.313.000; Telecinco, 11% y 1.124.000.
- Sobremesa de lunes a viernes: Antena 3, 21,1% y 2058.000; TVE, 13,2% y 1.306.000; Telecinco, 12% y 1.180.000.
- Noche de lunes a viernes: Antena 3, 18,3% y 1.987.000; TVE, 12,3% y 1.343.000; Telecinco, 10,1% y 1.090.000
- Sobremesa fin de semana: Antena 3, 20,3% y 1.953.000; TVE, 12,6% y 1.214.000; Telecinco, 11,5% y 1.107.000.
- Noche fin de semana: Antena 3, 12,06% y 1.304.000; TVE, 12,5% y 1.343.000; Telecinco, 10,5% y 1.099.000.
Como se ve, la primacía global es para Antena 3, con TVE a la zaga y Telecinco por debajo. No obstante, hay que destacar como en las noches del fin de semana la pública es líder, ya que se trata del único momento en que Antena 3 no emite sus informativos tras los concursos La ruleta de la fortuna y Pasapalabra que suponen un gran arrastre para los espacios de noticias. Aún así, son los mejores resultados de los Informativos de TVE en los últimos cuatro años.
También conviene destacar que el Telediario matinal está muy por encima de sus competidores con un 22.9% y el caso singular de Informe semanal, el informativo decano de la televisión, que acaba de cumplir cincuenta años en antena. En este mes septiembre, con la presentación de Ana Blanco, ha obtenido un 11,1% de cuota de pantalla, el mejor resultado mensual desde hace once años.
"Lo primero que necesita la televisión pública es público" y "las audiencias no pueden ser lo principal en los medios públicos": son dos asertos, tan aparentemente contradictorios como reales, entre los que se mueve desde hace décadas TVE. En los últimos años, la segunda afirmación era utilizada como pobre escudo por los máximos responsables de la televisión pública para intentar justificar una continua caída del favor del espectador, primero hacia Telecinco y, desde hace 23 meses, hacia Antena 3. La 1 parecía resignada a ser la eterna tercera en inexorable descenso hasta llegar en agosto del año pasado a marcar su mínimo histórico mensual con un 8,1% de cuota de pantalla, cuatro y hasta cinco puntos por debajo de las televisiones comerciales.