LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Twitter pone en alerta al resto de redes tras finiquitar su copia de las historias de Instagram: "No todo funciona en todas"

En Silicon Valley, la meca de las tecnológicas, existe la máxima no escrita de que cuando algo funciona, gusta y tiene éxito en la red social de la competencia, el resto se sube a esa ola. Comienzan así a imitar, de forma más o menos discreta, funcionalidades para que sus plataformas no se queden atrás, como si los usuarios necesitasen las mismas funcionalidades en todas las aplicaciones que usan. Por citar sólo algunos ejemplos, LinkedIn se inspiró en el muro de Facebook para el suyo y, más recientemente, todo el mundo quería parecerse a TikTok, durante el verano pasado, y a Clubhouse, durante este invierno. El ejemplo más reciente tiene como protagonista al contenido efímero, es decir, aquel que sólo está presente durante un tiempo determinado. Primero fue Snapchat, le siguió Instagram con sus historias (que reconoció abiertamente haberle copiado a la creación de Evan Spiegel) y el resto de aplicaciones se subieron al carro sin preguntarse si su público necesita esta nueva funcionalidad. Twitter lo empezó a probar con Fleets en noviembre de 2020 permitiendo publicar mensajes que duraban sólo 24 horas.

Pero el experimento no ha salido como preveían y, menos de nueve meses después de su lanzamiento, la aplicación del pajarito azul anunció el pasado martes que iba a prescindir de esta herramienta. "Lo que están haciendo las plataformas es copiar modelos de otras redes sociales, se copian entre ellas, y lo que hacen es ofrecer servicios duplicados", expone Alberto Quian, profesor colaborar de los Estudios de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Opinión similar comparte Susana Pérez Soler, periodista y doctora de Comunicación Digital por la Universitat Ramon Llull, que añade que "a nivel de funcionalidad, todas nos dejan hacer más o menos lo mismo, pero el usuario se siente confundido y no sabe cuál es el valor añadido".

Parece que la red social creada por Jack Dorsey en 2005 ha necesitado de nueve meses de implementación para darse cuenta de su error. "Creamos Fleets para ofrecer una alternativa efímera y que disminuyera la presión para aquellas personas que quisieran compartir sus pensamientos fugaces", explica la compañía en un comunicado en su blog firmado por Ilya Brown, jefe de producto. La tecnológica, aunque no lo dice abiertamente, sí que apunta a las causas de este fiasco: "Pensábamos que ayudaría a la gente a sentirse más cómoda a la hora de sumarse a la conversación en Twitter. Pero, en el momento en el que lo pusimos a disposición de todo el mundo, no hemos visto el incremento que esperábamos en el número de nuevas personas que se unen a la conversación a través de Fleets".

Alberto Quián señala también otro motivo: "El propio perfil del contenido y de los usuarios". Para este profesor de Estudios de Comunicación, Twitter los tiene muy definidos, mientras que los de Instagram "son totalmente diferente". Pérez Soler completa esta idea ya que matiza que la gente busca en cada una "unas determinadas funcionalidades" y, por esto, "no todo funciona en todas las redes sociales". "En la única que me funciona este tipo de contenido es en Instagram porque es entretenimiento", reconoce esta experta que explica que con el contenido efímero "la mente se distrae" y Twitter es una aplicación "para ir un poco más allá", lo mismo que sucede con LinkedIn. Esta plataforma orientada al uso empresarial, a los negocios y al empleo se subió a este carro pocas semanas antes para permitir "a los miembros y a las organizaciones compartir imágenes y vídeos cortos de sus momentos profesionales cotidianos". Ante esto, cuando se anunció la implementación de Fleets, muchos usuarios se burlaron de la nueva herramienta asegurando que ya sólo faltaban historias en la calculadora de sus dispositivos móviles. "Para algunos usuarios, resultaban molestos", admite Pérez Soler.

Y, casi nueve meses después, Twitter le ha dado la razón a sus críticos y ya ha puesto fecha para el entierro de Fleets: el próximo 3 de agosto. No obstante, a pesar del fracaso que supone para la red social, ellos lo ven como una forma de aprender y usarlo para poner el foco en "la creación de otras alternativas para que la gente participe en las conversaciones sobre lo que está pasando en el mundo". Quian coincide en esta lectura y recuerda que Fleet no es ni el primero ni el único experimento fallido. "Se suelen leer como fracasos cuando no funcionan, pero creo que no lo ven así y lo ven como un ensayo-error y cuando sale mal para ellos es aprendizaje y es capital de conocimiento", reconoce este profesor.

¿Qué buscaba Twitter con Fleets?

Este aprendizaje acumulado le servirá a la tecnológica para seguir intentando que los usuarios aumenten su ritmo de publicación, su objetivo con Fleets. Tal y como explica Techcrunch, la compañía buscaba con esta herramienta apostar por aumentar el número de personas que interactúan en la red social porque creían que "algunas personas no tuiteaban tanto como otras porque el formato permanente de Twitter los desanimaba. Hagan desaparecer los tuits, pensaron, y más gente empezaría a hablar... sobre todo porque el contenido efímero estaba resultando muy popular en otras plataformas sociales".

Y, por si esto fuera poco, la implementación de Fleets no ha sido un camino de rosas. Tal y como apunta Techcrunch, ha habido problemas con esta herramienta que Twitter nunca llegó a resolver. El principal fue la propia experiencia del usuario. Primero, fueron los errores de funcionamiento tras su lanzamiento. Y, después, llegó la acumulación de nuevas funcionalidades en la barra de circulitos donde colocaron el contenido efímero: tras los Fleet, la tecnológica lanzó Spaces, su herramienta para conversaciones de audio en directo, y los colocó en el mismo lugar. Funcionalidad que, según admite la red social, seguirá: "La parte superior de la línea de tiempo continúa siendo un buen lugar para destacar lo que está pasando ahora para que se siga viendo Spaces cuando alguien a quien sigues esté presentando o hablando en una conversación de audio en directo".

Este problema derivó que los usuarios han terminado ignorando esta funcionalidad. Pérez Soler señala que "aunque no hay datos", del comunicado se desprende que "poca gente hacía Fleets y poca gente consumía Fleets". Consultados por infoLibre, no facilita datos desglosados por funcionalidades. Es más, la única cifra que traslada es la de usuarios diarios: 199 millones en la actualidad que suponen un 20% más que hace un año y un crecimiento de siete millones más con respecto a las cifras del último trimestre de 2020. Estos números son una de las favoritos en Silicon Valley para medir el éxito de una red social. Y lo que trasladan los de Twitter es que buscan aumentar el número e interacciones ante el estancamiento en el crecimiento del número de gente que usa la plataforma.

La poca transparencia con respecto a las cifras de usuarios no es exclusiva de Twitter. Facebook, por ejemplo, también sólo ofrece cifras globales. Preguntados por infoLibre, informan que en la actualidad más de 2.700 millones de personas usan una o más de una de sus aplicaciones cada día. Por aplicaciones, Facebook cuenta con 1.880 millones de usuarios al día, WhatsApp 2.000 millones de usuarios e Instagram 1.000 millones de cuentas activas al mes. Eso sí, el imperio californiano sí que saca pecho y luce las cifras de su contenido efímero. Según sus datos, se comparten más de 1.000 millones de Stories diarias entre las de Facebook e Instagram. Aunque, matizan que en la red de fotografía por excelencia más de 500 millones de cuentas usan esta funcionalidad cada día.

El odio en Twitter y la sexualización en TikTok demuestran que Instagram no es la única red social dañina

Ver más

La necesidad del contenido efímero

Estas cifras de Instagram son las que provocan que todos se quieran subir al carro del contenido efímero. "Quienes dirigen las redes sociales suelen decir que estas modas, como esta, están determinadas por una demanda. Pero, en realidad, son las propias redes las que diseñan sus plataformas y se dirigen a determinados usuarios", explica Quian que apunta que esta tendencia también responde a la "sociedad líquida actual", en la que "todo muta con rapidez y todo lo efímero triunfa", y a los "nativos digitales". "Todo está vinculado y provoca que toda fluya a un ritmo extraordinario, desde las redes a los medios de comunicación que publican muchísimas noticias a diario", reconoce este profesor de la UOC.

Sin embargo, el adiós de los Fleets es también un toque de atención para el resto. ¿No ha funcionado por la propia coyuntura de Twitter o por qué el contenido efímero ha dejado de estar de moda? "Creo que no es su fin", responde Quián que recuerda que "son las redes las que diseñan sus plataformas para captar a un tipo de usuario" pero que la aplicación del pajarito azul "no está diseñada para el contenido efímero". Para Pérez Soler, el cierre esta herramienta debería ser "el principio de un cambio de paradigma de cómo consumimos contenido en redes". "En la actualidad, hay infodemia y habría que hacer un consumo a otro ritmo, a un ritmo más lento", asegura esta experta que también y también espera que sea una señal de que "las tecnológicas comiencen a darle un valor añadido a sus servicios".

En Silicon Valley, la meca de las tecnológicas, existe la máxima no escrita de que cuando algo funciona, gusta y tiene éxito en la red social de la competencia, el resto se sube a esa ola. Comienzan así a imitar, de forma más o menos discreta, funcionalidades para que sus plataformas no se queden atrás, como si los usuarios necesitasen las mismas funcionalidades en todas las aplicaciones que usan. Por citar sólo algunos ejemplos, LinkedIn se inspiró en el muro de Facebook para el suyo y, más recientemente, todo el mundo quería parecerse a TikTok, durante el verano pasado, y a Clubhouse, durante este invierno. El ejemplo más reciente tiene como protagonista al contenido efímero, es decir, aquel que sólo está presente durante un tiempo determinado. Primero fue Snapchat, le siguió Instagram con sus historias (que reconoció abiertamente haberle copiado a la creación de Evan Spiegel) y el resto de aplicaciones se subieron al carro sin preguntarse si su público necesita esta nueva funcionalidad. Twitter lo empezó a probar con Fleets en noviembre de 2020 permitiendo publicar mensajes que duraban sólo 24 horas.

Más sobre este tema
>