REDES SOCIALES
¿Por qué a Zuckerberg le dan miedo las tetas? Instagram y Facebook revisan la censura del pezón femenino
Canta Rigoberta Bandini en su canción Ay Mamá que no sabe "por qué dan tanto miedo nuestras tetas". Y razón no le falta a la cantante catalana. Una pequeña búsqueda en Google desvela que a la palabra pezón (el femenino, ojo) pareciese que le gustase ir asociada a expresiones como "burlar la censura" o "enseñar por un descuido". Estos titulares suelen tener además dos cosas en común: el mismo sujeto, la mujer famosa de turno; y el mismo complemento circunstancial de lugar, las redes sociales, preferentemente Instagram. ¿El motivo? La red social es la cabeza visible de una polémica que lleva arrastrando el imperio de Mark Zuckeberg desde el inicio de sus tiempos: prohíben mostrar "pezones femeninos", sin hacer mención a los masculinos, por su política sobre desnudez.
Sin embargo, esta norma podría tener los días contados. En concreto, 60, que son los que tiene Meta para responder públicamente a una recomendación de su consejo asesor de contenido, el Oversight Board, sobre este asunto. Esta junta de supervisión independiente solicitó el pasado 17 de enero a la tecnológica una revisión de sus reglas que prohíben las imágenes de mujeres con el torso desnudo para que se rijan por "criterios claros que respeten los estándares internacionales de derechos humanos" de modo que todas las personas sean tratadas "sin discriminación por motivos de sexo o género".
"Cuando se trata de los senos de las mujeres, la política de actividad sexual y desnudez de adultos de Meta asume por defecto que tales representaciones constituyen imágenes sexuales", explica el Oversight Board. Este órgano asesor recomienda incluir normas "más uniformes" en lo que se refiere a "la desnudez que se apliquen sin discriminación por motivos de sexo o identidad de género". Ya en 2021, tal y como recuerda Business Insider, la Junta de Supervisión ya logró una actualización de esta regla para permitir publicaciones de desnudez "relacionadas con la salud".
¿Supone esto el fin de los pezones femeninos censurados en Instagram y Facebook? La respuesta, por ahora, no puede ser un sí rotundo porque para Meta las recomendaciones de esta junta, formada por un cuerpo de 22 académicos, periodistas y defensores, no son vinculantes. Aunque el tirón de orejas de esta especie de tribunal supremo es más que evidente. Las expertas consultadas por infoLibre reconocen que el imperio tecnológico no debería tener dudas y tendría que revocar esta censura.
"Esta directiva parte de una excesiva sexualización del cuerpo femenino", admite Laura Pérez Altable, doctora en Comunicación e investigadora de la Universitat Pompeu Fabra, que apunta que este es "el problema de raíz". "Lo comentaba con mis alumnos en clase y a ellos les parecía una discriminación", explica Raquel Herrera, profesora en el Master of Arts in Communication Management de la UPF Barcelona School of Management. Para esta experta, tras consultarlo incluso con sus estudiantes, afirma que no es sólo un "tema que hacía tiempo que cantaba" sino que "abre la puerta a que se tome más en serio considerar un tema moral a una parte del cuerpo humano".
Y es que esta sexualización provoca una criminalización del cuerpo femenino tanto en las redes sociales de Meta. ¿La razón? "Es algo cultural, una mezcla de machismo y puritanismo estadounidense. Nuestras culturas heteropatriarcales siempre han estado y esta política se integra dentro de este contexto", sostiene Pérez Altable que apunta que si la tecnológica hubiese reflexionado sobre esto en los últimos años se hubieran dado cuenta de "lo absurdo de esta medida". "También está ligado a la idea de pecado: a la de que Eva es pecaminosa", sostiene Herrera, y añade que esta regla "responde a los peores aspectos de la sociedad de EEUU".
El propio Oversight Board apunta que la lógica detrás de esta política se alinea con "el objetivo legítimo de la moral pública". "Los estándares morales en torno a la desnudez difieren mucho entre culturas y no serían implementables a gran escala", reflexiona la junta de supervisión.
Una publicación en toples, pero con los pezones cubiertos
Y todo este debate surge a raíz de un fallo del Oversight Board por la censura de dos publicaciones de Facebook de una cuenta administrada una persona trans y una no binaria. Las imágenes, publicadas en 2021 y 2022, mostraban a la pareja posando en toples, pero con los pezones cubiertos. En el post explicaban la atención médica trans y la recaudación de dinero para la cirugía superior.
Las publicaciones fueron denunciadas por los usuarios y posteriormente revisadas y eliminadas por un sistema de inteligencia artificial. Después de que la pareja apelase esta decisión, Facebook restauró las publicaciones. No obstante, el caso llegó a esta junta de supervisión que considera que esta supresión "no está en línea con los estándares comunitarios, los valores o las responsabilidades de derechos humanos de Meta".
"Parece que para mostrar un pezón tiene que haber un evento especial"
Además, el Oversight Board resalta que este caso destaca los problemas fundamentales con las políticas de Meta. En concreto, señala dos. Por un lado, la poca claridad de alguna de sus normativas. Según detalla este órgano asesor, la guía interna para los moderadores es "más amplia" que la justificación disponible públicamente: "Esto crea confusión para los usuarios y moderadores".
Esta directiva de desnudos y actividad sexual de adultos prohíbe las imágenes que contengan pezones femeninos, salvo en circunstancias específicas, como actos de protesta, mujeres dando el pecho o fotos de cicatrices de mastectomías. "Estas excepciones a menudo son enrevesadas y mal definidas", detalla esta especie de tribunal supremo. Para Herrera, en cambio, "parece que para mostrar un pezón tiene que haber un evento especial, y si las mujeres quieren hacerlo no tiene que ser un acto pecaminoso".
Esta política afecta de "manera desproporcionada" a mujeres y al colectivo LGTBI
Y, por otro, los problemas derivados de una "visión binaria del género y una distinción entre cuerpos masculinos y femeninos". "Tal enfoque no deja claro cómo se aplican las reglas a las personas intersexuales, no binarias y trans", explica este consejo asesor que también señala que no es la primera vez que le traslada a Meta que "debe ser sensible a cómo sus políticas impactan a las personas sujetas a discriminación".
No obstante, esta junta independiente destaca que "si bien este caso involucró a usuarios trans y no binarios, los errores de aplicación en este caso se derivan de una política subyacente que también afecta a las mujeres, especialmente porque Meta adopta un enfoque ‘predeterminado para mujeres’ para el contenido de desnudos". El Oversight Board concluye que esta política afecta de "manera desproporcionada a los derechos expresivos de las mujeres y los usuarios LGTBIQ+ de sus plataformas".
"La sociedad no es la misma que hace veinte años"
Ante este tirón de orejas, la respuesta de Meta ha sido bastante discreta. "Damos la bienvenida a la decisión de la junta en este caso. Habíamos restablecido este contenido antes de la decisión, reconociendo que no debería haber sido eliminado", asegura un portavoz de la compañía a infoLibre que también insiste en que evalúan "constantemente" sus políticas "para ayudar a que nuestras plataformas sean más seguras para todos". Aunque obvian la discriminación a las mujeres, sí que dedica una parte al colectivo LGTBI: "Sabemos que se puede hacer más para apoyar a la comunidad LGBTQ+, y eso significa trabajar con expertos y organizaciones en una variedad de problemas y mejoras de productos".
Ahora tiene por delante casi dos meses para modificar su política de desnudos y actividad sexual de adultos que supondría un giro, pero también una modernización de sus reglas, vigentes desde la creación de Facebook allá por 2014. "Está claro que la sociedad no es la misma que hace veinte años, cuando se partía de una visión hombre-mujer y ahora hay personas que no se identifican con esto", afirma Pérez Altable que apunta que el paso debería pasar por "adaptarse al nuevo contexto y tener en cuenta estas nuevas sensibilidades y ser más inclusivos". "La realidad marca las cosas y te dice que te has quedado corto. Es complicado porque tienen facciones de la sociedad en contra, pero una plataforma de creatividad no puede ser cerrada porque puede perder creadores si se es rígida", reflexiona Herrera.
"Es más fácil detectar un pezón que el discurso de odio"
No obstante, Meta se puede agarrar a un clavo ardiendo para mantenerse en sus trece: problemas con su algoritmo de moderación. Es decir, alegar que la inteligencia que usan en su proceso de moderación no puede distinguir un topless de una imagen pornográfica. "Depende de la cantidad humana y de inteligencia artificial que se aplique: qué parte está automatizada y qué parte es humana", reflexiona Herrera que avisa que este proceso, aunque sea complicado, "no debería dejarse en manos de la IA, porque podría haber errores estúpidos".
No obstante, en 2018, tal y como publicó Business Insider, la jefa de política de productos y contraterrorismo de Facebook, Monika Bickert, explicó que su política sobre los pezones femeninos responde a una cuestión de "seguridad". "Es muy difícil para nosotros determinar la edad de una persona representada en una imagen desnuda. También es muy difícil determinar el consentimiento", detalló a los periodistas.
Y en la misma línea se pronunció ese mismo año el propio Zuckerberg. "Es mucho más fácil construir un sistema de IA que pueda detectar un pezón que determinar lo que es lingüísticamente discurso de odio", aseguró el CEO de la compañía durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2018.
De Janet Jackson al pezón de Madres Paralelas
Se consiga o no, y volviendo a la canción de Rigoberta Bandini, el miedo por las tetas no es sólo cosa del imperio de Zuckerberg, aunque la tecnológica lo ha viralizado. Quizás todo empezó en 2004 cuando Janet Jackson enseñó un pecho durante su actuación en la Superbowl. El incidente, que acabó prácticamente con la carrera de la cantante, pero no así con la de su compañero de escenario, Justin Timberlake, provocó que algunas entregas de premios y eventos deportivos vayan con retraso para evitar que otro pezón se vuelva a colar en prime time.
Desde entonces, el pezón femenino ha sido enemigo a batir, pero también lema feminista. La campaña Free the Nipple se viralizó en 2013 después de que Facebook eliminase fragmentos del documental Libera el pezón de la actriz y directora Lina Esco (una de sus imágenes ilustra esta información). España también acumula censuras de Meta por esta razón. En 2018, la red social censuró la mítica portada de Marisol desnuda en Interviú que recuperó el suplemento Papel de El Mundo tras anunciarse el cierre de la revista. Y, más recientemente en el verano de 2021, Instagram tuvo que rectificar tras censurar el cartel de Javier Jaén para Madres Paralelas de Pedro Almodóvar por mostrar un pezón.
"¿Cómo pueden ofenderte tanto mis pezones?"
Las modelos Cara Delevigne o Naomi Campbell y las cantantes Rihanna o Miley Cyrus no dudaron en subirse a un movimiento que ha ido ganando adeptos en la última década ya que no era una cuestión de mostrar "tus tetas" sino de "igualdad". Aunque en los últimos tiempos, podría parecer que ha perdido fuelle, la actriz Florence Pugh tuvo que volver a dar explicaciones en la revista Vogue este mismo enero por lucir en un desfile de Valentino del pasado verano un vestido rosa brillante que dejaba entrever sus pechos: "No quiero ofender a la gente, pero mi punto es: ¿cómo pueden ofenderte tanto mis pezones?".
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En España, el pasado diciembre, la cantante Zahara censuró sus pezones en la portada de su disco Madre en Instagram. En cambio, en Spotify, la imagen está sin las rayas de bolígrafo que luce en la red social de Meta. "¿Qué sentido tiene hacer esto?", reflexiona Pérez Altable.
En 2015, tal y como recuerda The Guardian, Micol Hebron creó calcomanías de pezones masculinos para que las usuarias de Instagram pudieran superponerlos sobre los suyos para burlarse de la disparidad. Ahora, más de un lustro después, celebra que el debate vuelva a estar sobre la mesa: "Es muy importante aferrarse al objetivo de permitir que todos los cuerpos tengan autonomía. A mucha gente le suena frívolo hablar de pezones, pero si piensas en las formas en que los gobiernos de todo el mundo intentan controlar y reprimir los cuerpos que se identifican como mujeres, los cuerpos trans o los cuerpos no binarios, no lo es".
Con todos estos antecedentes, ¿sería una victoria para el movimiento Free The Nipple? "No sé si hablaría en términos de victoria porque replantearse esta medida viene por esta decisión del Oversight Board. Dudo que hubieran reconsiderado esta medida si no fuera por eso", reflexiona Pérez Altable que, no obstante, admite que, si se revierte la normativa y no hay censura, "siempre hay victoria".