Economía
Dirigentes extremistas de la patronal redoblan sus ataques contra Unidas Podemos
"Lo más grave que ha sucedido a España desde el 23F o el 1-O". Son palabras de John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, sobre el posible Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. El líder de la patronal, en una entrevista concedida al diario El Mundo, sostiene que "Pedro Sánchez ha cruzado todas las líneas rojas" porque "no hay que pactar con radicales" y "hay que dejar fuera del tablero tanto a la ultraizquierda como a la ultraderecha". El futuro de España, dice, "es demasiado importante como para que jueguen con él políticos que anteponen sus intereses particulares".
Respecto al diálogo con ERC, Zulueta entiende el acercamiento de los independentistas catalanes como "demencial" y califica la situación "de humillación total". "Ya es difícil tragar el acuerdo con Podemos, pero esto es la gota que colma el vaso", brama. En el extremo opuesto, el empresario clama por un acuerdo entre PSOE, PP y Ciudadanos, a quienes encomienda la tarea de "buscar la solución y evitar a todos los demás". Si socialistas y conservadores no pactan, sostiene, "es mejor ir a terceras elecciones".
Es, de momento, el último eslabón de toda una cadena de ataques lanzados por dirigentes extremistas de diferentes patronales contra Unidas Podemos y su posible entrada en el Gobierno. Las miradas de reojo vienen de lejos, los empresarios no quieren a los de Pablo Iglesias en el poder y así lo han expresado en las últimas semanas.
Las alarmas, ya activadas desde los anteriores comicios, volvieron a saltar tras la cita electoral del 10N. El mismo 11 de noviembre, con las papeletas recién salidas de las urnas, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, pedía "responsabilidad y sentido de Estado" para formar un "Gobierno estable de aquí a un mes". La idea de un Gobierno "estable y moderado" volvía a ser utilizada el mismo día, esta vez por parte de Fomento de Trabajo, que a través de un comunicado sostenía que en el nuevo escenario político "es imprescindible la moderación y el pacto".
Contra una alianza de izquierdas
Un día después de aquello, casi por sorpresa, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias anunciaban una comparecencia pública ante los medios de comunicación. Frente a las cámaras, los dos dirigentes comunicaron la pretensión de alcanzar consensos y plasmaron su compromiso en un preacuerdo. Un paso que de nuevo fue blanco de la ira de la patronal. En declaraciones a La Sexta, Zulueta se reconocía "consternado" e insistía en un acuerdo entre PP y PSOE. Pedro Sánchez "podía haberse sentado también" con los conservadores, lamentaba. "Este preacuerdo es lo contrario de lo que necesita la economía de España en este momento", clamaba al día siguiente el vicepresidente de la CEOE y líder de la patronal madrileña CEIM, en una entrevista con el diario El Mundo.
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El insomnio de los empresarios no se extiende sólo a nivel estatal, sino que ha ido ganando calado en todos los territorios: entre la patronal asturiana, extremeña, valenciana, gallega o balear, esta última mencionando incluso la posibilidad de unas terceras elecciones como opción "menos mala". El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Belarmino Feito, confiaba el pasado 12 de noviembre en que el preacuerdo responda "más a una estrategia de negociación que a una posibilidad real de formación de Gobierno" y clamaba por un Ejecutivo "estable, sólido y encaminado a la moderación". En Castilla-La Mancha, el presidente de la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), Ángel Nicolás, sostuvo su preocupación por "incorporar en este acuerdo como vicepresidente a una persona que se ha declarado comunista" y llamó a una rotación entre PP y PSOE, "dos partidos constitucionalistas con experiencia de gobierno y de gestión" que podrían ser "los que gobiernen de manera alternativa". Por su parte, el portavoz de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontela, admitía en entrevista en Radio Galega su preocupación ante el pacto entre PSOE y Podemos. "Tengo la esperanza de que no se concrete", lanzaba el pasado domingo 17 de noviembre.
Con el preacuerdo cada día más consolidado y con ERC como actor clave de las negociaciones, los empresarios endurecieron sus críticas hacia la alianza entre la izquierda. El 20 de noviembre, Zulueta volvía a la carga en el programa Espejo Público y reiteraba que "en España necesitamos un Gobierno moderado y constitucionalista, lejos de los extremismos para poder realizar las reformas que necesitamos en materia laboral y fiscal". Pretensiones a las que, a su juicio, no se ajusta Podemos, quien "propone una contrarreforma del sistema". Garamendi, por su parte, recordaba el mismo día que "ciertas fórmulas ideológicas, que no prácticas, pueden no ser las más adecuadas para la economía y las empresas", en clara referencia a la formación morada.
El presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, también reconoció cierta preocupación en el mundo empresarial por los acuerdos entre PSOE y Podemos, aunque depositó toda su confianza en la presencia de Nadia Calviño, que "ofrece cierta garantía". "No estamos absolutamente tranquilos, pero sí hay que confiar. Me ofrece una cierta garantía la presencia de Calviño como vicepresidenta", afirmó Bonet el jueves pasado. Exactamente la misma postura mantuvo el vicepresidente de la CEOE, Miguel Garrido, quien en declaraciones a Telemadrid se mostró especialmente inquieto por la reversión de la reforma laboral o por una política que limite el precio de la vivienda. Zulueta recuperó este miércoles la figura de Calviño para expresar sus dudas respecto a una posible moderación de la marca morada: Nadia Calviño "es una persona capaz, pero no puede tapar el dique con su dedo. No puede parar la marea de Podemos", que es "un caballo de Troya peligrosísimo para la economía".