AlRevésyAlDerecho es un blog sobre derechos humanos. Y son derechos humanos, al menos, todos los de la Declaración Universal. Es un blog colectivo, porque contiene distintas voces que desde distintas perspectivas plantean casos, denuncias, reivindicaciones y argumentos para la defensa de esos bienes, los más preciados que tenemos como sociedad. Colectivo también porque está activamente abierto a la participación y discusión de los lectores.
Coordinado y editado por Ana Valero y Fernando Flores.
La Humanidad contra la humanidad: Gaza y el espejo siniestro del Derecho Internacional
Sobre este blog
AlRevésyAlDerecho es un blog sobre derechos humanos. Y son derechos humanos, al menos, todos los de la Declaración Universal. Es un blog colectivo, porque contiene distintas voces que desde distintas perspectivas plantean casos, denuncias, reivindicaciones y argumentos para la defensa de esos bienes, los más preciados que tenemos como sociedad. Colectivo también porque está activamente abierto a la participación y discusión de los lectores.
Coordinado y editado por Ana Valero y Fernando Flores.
El 23 de agosto de 1982, en el periódico El País, Rafael Sánchez Ferlosio escribió un lúcido y descarnado alegato: La Humanidad y la humanidad. Denunció la falacia moral de aquellos que, ante la muerte de un individuo, desvían su mirada hacia la estabilidad del sistema, como si la desaparición de una vida no fuera en sí misma una catástrofe absoluta. Esta crítica a la cosificación de lo humano resuena con trágica actualidad cuando miramos hacia Gaza, donde la letal reiteración del conflicto se conjuga con la (a veces lóbrega) inercia jurídica y política de la comunidad internacional. La abstracción de la Paz Mundial —hermana gemela del Bien Común— se impone como criterio último, mientras el dolor particular se relega al pie de página de los análisis geoestratégicos.
El Derecho Internacional Público, en tanto que herramienta de una comunidad internacional organizada, debería servir como contrapeso a esta tendencia deshumanizadora. Sin embargo, los avances de la humanización de tal derecho no han impedido que la política, a menudo, subsuma su vigencia en función de intereses coyunturales. Gaza no es sólo un campo de batalla, sino también un campo de prueba del derecho: de su coherencia normativa, de su valor vinculante, y sobre todo de su capacidad para resistir el envilecimiento de la tragedia mediante su neutralización en cifras y comunicados.
La crisis, en el ámbito del Derecho Internacional, no es un fenómeno episódico, sino su condición estructural. No puede ser de otro modo cuando el derecho y el poder no sólo coexisten, sino que se articulan mutuamente. En efecto, el Derecho Internacional no emana de un demos soberano común, sino de un orden interestatal cuyo fundamento principal sigue siendo la voluntad de los Estados, esos actores cuyas decisiones están mediadas, en parte, por la psicología —más o menos racional, más o menos ética— de los gobernantes de turno.Así, el cumplimiento del Derecho Internacional depende tanto de su formulación jurídica como de la disposición subjetiva de quienes lo invocan, lo interpretan o lo ignoran.De ahí que la "crisis" no sea una excepción, sino el régimen ordinario de su funcionamiento: un derecho constantemente puesto a prueba, constantemente sometido a la tensión entre su promesa universalista y su ejecución selectiva.